Cuestiones relativas a la seguridad dominaron hoy un estado de tensión en la Segunda Conferencia de las Naciones Unidas sobre Asentamientos Humanos – Hábitat II -, después de la detención de cientos de defensores de los derechos humanos y sindicalistas por la policía turca este fin de semana.
Los funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se apresuraron a distinguir entre la situación de seguridad en Estambul en conjunto -donde al menos 1.400 personas fueron brevemente detenidas en los últimos cinco días- y la seguridad de los edificios donde tiene lugar Hábitat II.
"La policía turca presente en la sede, y el personal de la ONU, no actúan por su cuenta", explicó el portavoz de Hábitat II, Ayman el-Amir. "Los efectivos turcos están bajo el mando de la seguridad de la ONU", ateniéndose a las normas de la organización en cuanto al control del ingreso a los edificios.
Esa situación, tal como precisó el-Amir, no se relaciona con los asuntos que afectan a la seguridad en el resto de Estambul, donde dos manifestaciones fueron reprimidas en los últimos días.
Los grupos militantes se quejaron de que la seguridad se ha incrementado también dentro de los lugares donde se desarrollan la conferencia y otros eventos relacionados con ella, con la presencia de 183 delegaciones nacionales.
Al sentir que este lunes se había restringido el acceso a los edificios, autobuses y salas de reunión, los miembros de muchas organizaciones no gubernamentales (ONG) se preguntaron si el aumento de la seguridad en las calles de Estambul había afectado también al interior del recinto.
Las ONG protestaron porque se les había ordenado desalojar los vestíbulos de las salas de reunión donde los gobiernos debaten el Plan de Acción Hábitat II para lanzar una campaña mundial que permita resolver los problemas más graves de vivienda y urbanización en los países en desarrollo.
Nicky McIntyre, de la Coalición Internacional por los Derechos de Lesbianas y Gay, dijo que en algunos casos las ONG se habían visto forzadas a elegir cuáles de ellas permanecerían en las salas de reunión, por problemas de espacio.
Sin embargo, el-Amir negó que se hayan implantado nuevas restricciones al movimiento de las ONG. "Las ONG tienen acceso al plenario y a los grupos de trabajo", dijo el portavoz, precisando que no pueden participar en las negociaciones reales, pero tienen libre acceso en otros aspectos de la conferencia.
No obstante, la situación generada fuera de la sede de la conferencia ha ensombrecido el marco de sus trabajos.
Los sindicalistas y defensores de los derechos humanos -incluso miembros de la Confederación Turca de Sindicatos del Sector Público (KESK) y parientes de personas "desaparecidas" en el sudeste de Turquía- continúan detenidas después de la represión del fin de semana.
Joanna Weschler, del grupo Human Rights Watch, dijo que el nivel de seguridad en las calles se mantiene muy alto a raíz de los arrestos del fin de semana, y que la represión en Estambul superó a la que pudo haberse dispuesto con ocasión de cualquier otra conferencia de la ONU en los últimos años.
Los arrestos efectuados el sábado entre manifestantes de la KESK dieron motivo a que el Foro de las ONG entrara en acción, organizando demostraciones en solidaridad con los detenidos.
Algunos gobiernos se preocuparon por la suerte de la delegada de una ONG noruega -Nita Kapoor, de Ayuda del Pueblo Noruego- que fue detenida el sábado mientras tomaba fotos de la protesta de la KESK.
"No sé lo que fue de unos 25 hombres turcos y 16 mujeres que fueron detenidos junto conmigo", dijo Kapoor después de haber sido liberada al comprobarse su nacionalidad noruega.
"Exhorto a la comunidad internacional y a los grupos defensores de los derechos humanos presentes en Hábitat II, junto al Foro de las ONG, a protestar contra esta conducta en perjuicio de una pacífica forma de expresión, y a garantizar la seguridad de las personas arrestadas", añadió Kapoor en una declaración.
IPS pudo saber que algunos delegados gubernamentales están utilizando canales diplomáticos para protestar por los arrestos. No obstante, al-Amir informó que la ONU no ha recibido queja alguna de ninguna delegación acerca de los hechos del sábado. (FIN/IPS/tra-en/fh/rj/arl/ip-hd/96)