Ya pasaron cinco años desde que terminó la guerra civil en Sri Lanka, pero la población más joven siente que todavía falta mucho para lograr una verdadera reconciliación nacional.
Desesperado por la falta de mano de obra para atender el auge de la construcción, Japón propuso ampliar su controvertido programa de aprendices extranjeros para que más trabajadores no cualificados de Asia puedan trabajar en empresas japonesas por cinco años.