democracia

El rey emérito Juan Carlos y el rey Felipe. Foto: Palacio de la Zarzuela

Hacer el ridículo en el tercer acto

Hace tiempo, repasaba la oferta de lecturas en internet, como descanso de la búsqueda de fuentes académicas para uno de esos artículos con que cumplir las reglas profesionales, impresionar a colegas y alumnos, y seguir escalando peldaños en la universidad.

Las medidas para combatir el coronavirus que en un principio podrían tildarse de actuaciones absolutamente restrictivas de la libertad individual y antidemocráticas son ahora las únicas que, parece ser, pueden salvarnos de la pandemia, y después de varias semanas de confinamiento comienzan a normalizarse entre la opinión pública

El virus también ataca a la democracia

Nos estamos acostumbrando a esta nueva situación de confinamiento que vivimos a escala global. Cada día que pasa es un día menos de aislamiento forzoso y, quizás, un día más cerca de poder ver el fin de esta pandemia. Desde