Las cifras sin precedentes de habitantes de Estados Unidos sin cobertura de salud y de pobres en áreas rurales continúan estancadas, cinco años después de que este país comenzó a salir de la recesión económica.
La ola de desalojos que amenaza con recrudecer alienta en Estados Unidos un mayor control gubernamental sobre las instituciones de préstamos hipotecarios, así como nuevas formas de ayuda a los deudores pobres.
Detalles oscuros de la gestión de la Agencia Federal de Administración de Emergencias (FEMA) de Estados Unidos, incluido clientelismo electoral, comienzan a emerger al evaluarse las operaciones del organismo por la catástrofe del huracán Katrina.