centroamericanos

Gilberto Gómez junto a la vaca que adquirió con el apoyo de sus hijos migrantes en Estados Unidos y con los que alivia las pérdidas de sus cultivos de subsistencia, en el caserío de La Colmena, en el municipio de Candelaria de la Frontera, en el occidente de El Salvador. Forma parte del Corredor Seco centroamericano, donde la creciente vulnerabilidad climática incrementa la migración de la población rural. Crédito: Edgardo Ayala/IPS

Cambio climático fuerza a migrar a campesinos centroamericanos

Mientras ordeña su vaca, el salvadoreño Gilberto Gómez lamenta que las malas cosechas, por exceso de lluvia o de sequía, prácticamente forzaron a sus tres hijos a abandonar el país y emprender el riesgoso viaje, como indocumentados, a Estados Unidos.

La caravana migrante o la marcha de los carritos infantiles

En las sillas de las carriolas, como se llaman en México a los cochecitos infantiles, va una niña o un niño, pero  también mochilas, algún juguete, cobijas, colchonetas y un poco de comida para el camino. Los carros y sillas

Katy Rodríguez se reúne con familiares, uno de los que carga en brazos a su hijo de tres años, tras salir del Centro de Atención al Migrante, en San Salvador. Madre e hijo fueron separados cuatro meses, tras ingresar en forma irregular a Estados Unidos, como sucedió a miles de familias centroamericanas desde abril. Crédito: Edgardo Ayala/IPS

Familias centroamericanas separadas sufren abusos en EEUU

Luego de tres horas de trámites, la salvadoreña Katy Rodríguez, deportada desde Estados Unidos, por fin abandonó las instalaciones gubernamentales migratorias y junto a su pequeño hijo se fundió en abrazos con familiares que los esperaban afuera.