Casi tres años después de que los indígenas de El Salvador obtuvieran el reconocimiento de sus plenos derechos en la Constitución, las políticas públicas y las leyes que deben traducir en realidad la histórica conquista siguen sin aparecer en el
Una masacre, donde en 1932 murieron cerca de 40.000 indígenas en El Salvador, volvió invisibles a los integrantes de los pueblos originarios en el país. Ahora, una reforma de constitucional que reconoce su existencia y todo lo que ello conlleva,
“Éramos pueblos no reconocidos, invisibilizados, lo que no le permitía al Estado ni a los pueblos indígenas contar con un marco jurídico que garantizara el reconocimiento y la implementación de los derechos de los pueblos indígenas”, dice a IPS en
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