Asamblea sobre Medio Ambiente: ciencia y diplomacia se unen a favor del planeta

Sesión inaugural de la séptima Asamblea de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente, que se celebra en Nairobi entre el 8 y el 12 de diciembre. Imagen: Ahmed Nayim Yussuf / Pnuma

NAIROBI –  «Nunca habrá un mejor momento que ahora para invertir en un clima estable, ecosistemas prósperos y tierras resilientes, o en un desarrollo sostenible que beneficie a todos», afirmó Amina J. Mohammed, vicesecretaria general de las Naciones Unidas, durante la inauguración de la séptima Asamblea de las Naciones Unidas sobre  el Medio Ambiente (Anuma-7), que se celebra del 8 al 12 de diciembre.

«Poco tiempo después de la conclusión de la COP30, debemos aprovechar el impulso generado en Belém y demostrar que, cuando los países, la sociedad civil y los jóvenes se unen, es posible lograr avances reales, desde la protección de los bosques hasta el aumento de la financiación climática, pasando por la promoción de los derechos de los pueblos indígenas y las mujeres», añadió en la Asamblea que acoge Nairobi.

Mohammed hizo referencia así a los resultados de la 30 Conferencia de las Partes (COP30) sobre cambio climático, que acogió la ciudad de Belém, en la Amazonia brasileña, entre el 10 y el 22 de noviembre.

La Unea, la sigla en inglés por la que también se conoce a la Asamblea,  es el principal foro mundial para establecer la agenda y tomar decisiones críticas sobre la salud del planeta.

Los delegados escucharon que la falta de ambición ha puesto al mundo en camino de superar la línea roja de 1,5 °C establecida en el Acuerdo de París para limitar la temperatura de la Tierra y evitar los peores impactos climáticos.

El exceso se producirá en la próxima década y llevará al mundo a un calentamiento de entre 2,3 y 2,5 °C a finales de siglo.

En este contexto, Abdullah bin Ali Al-Amri, presidente de la Anuma-7 y presidente de la Autoridad Medioambiental de Omán, afirmó: «Esta semana se nos pide que tomemos decisiones que definirán nuestra trayectoria conjunta para el año que viene».

Sin embargo, la trayectoria actual es más preocupante y menos prometedora.

Mohammed, que también preside el Grupo de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, afirmó que, a pesar de algunos avances notables, los esfuerzos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas están muy lejos de sus metas.

Ello, de confirmarse, tendría consecuencias peligrosas, ya que «entre 20 % y 40 % de la tierra del mundo se ha degradado, lo que afecta a más de 3000 millones de personas», lamentó, cuando apenas faltan cuatro años para su cumplimiento, en 2030.

«Un millón de especies están en peligro de extinción. Y nueve millones de personas mueren prematuramente cada año debido a la contaminación», destacó Mohammed.

Sus palabras se esparcieron entre casi 6000 participantes de 170 Estados miembros, entre ellos 79 ministros y 35 viceministros, reunidos en la sede del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) en la capital de Kenia.

El tema de Anuma-7 es «Promover soluciones sostenibles para un planeta resiliente».

La Asamblea anual es el máximo órgano mundial para la toma de decisiones en materia de medioambiente, que reúne a los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas.

Como órgano de toma de decisiones sobre medioambiente del más alto nivel del mundo, une a todos los miembros de las Naciones Unidas para establecer políticas medioambientales globales y catalizar la acción contra la triple crisis planetaria del cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad.

De hecho, busca forjar el multilateralismo o la cooperación entre muchas naciones, respaldado por pruebas científicas.

Inger Andersen, directora ejecutiva del Pnuma, pidió a la Asamblea que considerara la situación mundial en estos tiempos convulsos.

«Esta Asamblea debe profundizar, dadas las turbulentas aguas geopolíticas del mundo, que intensifican el estrés y la tensión en los procesos multilaterales», dijo.

Ali Al-Amri recordó que la Anuma se creó para ser la «conciencia del medioambiente mundial».

La séptima Asamblea de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente explora soluciones innovadoras para hacer frente a retos complejos, como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la degradación del suelo y la contaminación. Imagen: Joyce Chimbi / IPS

En general, las sesiones se centran en cuestiones diversas pero interrelacionadas, desde el fomento del cumplimiento y la aplicación de la ley contra el tráfico ilegal, la protección de la alta mar y la cooperación transfronteriza en materia de agua, hasta la rápida reducción a nivel mundial de las emisiones mortales de metano y la inteligencia artificial.

Este martes 9, los delegados conocieron una nueva herramienta basada en la inteligencia artificial desarrollada por investigadores de la estadounidense Universidad Berkeley en colaboración con las Naciones Unidas que ayudará a los países a reducir las emisiones climáticas hasta en 5 % para 2040.

Kigali Sim, su nombre, es una herramienta interactiva de código abierto que también permite explorar diferentes intervenciones políticas.

Simula sustancias y equipos relacionados con el Protocolo de Montreal (un tratado internacional para proteger la capa de ozono de la Tierra) y la Enmienda de Kigali, que modifica el Protocolo de Montreal para combatir el cambio climático mediante la reducción de los hidrofluorocarbonos (HFC), potentes emisiones de gases de efecto invernadero que agravan significativamente el cambio climático.

Los HFC se utilizan ampliamente en aires acondicionados, refrigeradores, aerosoles y espumas.

Kigali Sim se creó para apoyar a investigadores y responsables políticos como los que trabajan en los planes de implementación de Kigali, la capital de Ruanda donde se convinó la enmienda. Se ofrece como un proyecto gratuito y de código abierto que da prioridad a la agencia y la privacidad.

Este software proporciona una interfaz fácil de usar en la que se pueden introducir datos de modelización a nivel nacional y políticas en estudio para simular rápidamente los posibles impactos en las emisiones, la energía, el consumo de sustancias y los equipos en múltiples escenarios.

También se puede utilizar para explorar diversas sustancias, como los HFC, y sectores, como la refrigeración comercial.

Los mercados mundiales de carbono ocuparon también un lugar destacado en las dos primeras jornadas de Anuma-7.

Se trata de sistemas de comercio en los que los participantes compran y venden créditos de carbono, que representan una reducción o eliminación de gases de efecto invernadero de la atmósfera. Son instrumentos que ayudan a alcanzar los objetivos climáticos de forma rentable al poner un precio a las emisiones de carbono.

Pueden ser mercados de cumplimiento, en los que el comercio es una respuesta obligatoria a los límites establecidos por el gobierno, o mercados voluntarios, en los que las empresas y organizaciones compensan voluntariamente sus emisiones.

Una sesión titulada «Mercados de carbono de alta integridad: impacto y camino hacia una acción climática acelerada» congregó a delegados gubernamentales, socios del sector privado, representantes de la sociedad civil y expertos técnicos para debatir los últimos avances en materia de integridad del mercado y las vías para ampliar los mercados mundiales de carbono.

El presidente de la Asamblea, Ali Al-Amri, destacó que el éxito a lo largo de su semana de deliberaciones dependerá no solo de los resultados adoptados, sino también de cómo se alcanzaran, señalando el valor de la confianza, la transparencia, el espíritu de compromiso y la inclusión, y prometiendo que se escucharía todas las voces.

Martha Korere, de una comunidad indígena de la región del keniano Valle del Rift, dijo a IPS que, calificó la representación de los pueblos y comunidades indígenas en la Anuma-7 es satisfactoria.

Pero subrayó que «la asamblea debe acelerar el impulso en torno a sus derechos, y en concreto a los derechos sobre la tierra, que se inició en la COP30».

Pidió transparencia e integridad en los puntos de intersección entre los mercados de carbono y los pueblos indígenas.

En general, también se mostró satisfecha con la representación de los jóvenes.

La Anuma-7 estuvo precedida por la Asamblea Juvenil sobre el Medio Ambiente, en la que más de 1000 delegados juveniles de todo el mundo acordaron emitir la Declaración Mundial de la Juventud, que planteó las prioridades de los jóvenes para la Anuma de este año.

El tema central de sus debates fue el aumento y la aceleración de los impactos negativos y las amenazas de las especies invasoras y la contaminación biológica en los ecosistemas marinos, terrestres y de agua dulce de todo el mundo, lo que provoca la pérdida de biodiversidad, hambrunas, pestes y pandemias en las poblaciones humanas, vegetales, animales y microbianas.

Desde 2014, la Anuma ha celebrado seis sesiones, durante las cuales se han aprobado 105 resoluciones que han impulsado la adopción de medidas sobre cuestiones de importancia crítica, como la contaminación atmosférica, la biodiversidad, la salud, la financiación para el desarrollo, la contaminación por plásticos y el cambio climático.

T: MF / ED: EG

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