Las promesas de los gobiernos han hecho muy poco por el clima

Imagen de archivo de una manifestación frente a la Casa Blanca en Washington en demanda de acciones en favor del clima. El retiro de Estados Unidos del Acuerdo de París para trabajar por contener y reducir las emisiones de gases que agudizan el calentamiento planetario anula parcialmente el impacto de los esfuerzos de otras naciones, y esa situación deberá examinarse la próxima semana en la 30 Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Imagen: Greenpeace
Corresponsal de IPS

NAIROBI – Los nuevos compromisos climáticos asumidos por los gobiernos solo han reducido ligeramente el aumento de la temperatura global a lo largo de este siglo, dejando al mundo en la senda de una grave escalada de riesgos y daños climáticos, advirtió un informe de las Naciones Unidas divulgado este martes 4.

Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), dijo que “si bien los planes climáticos nacionales han logrado algunos avances, no son ni mucho menos lo suficientemente rápidos”.

“Todavía necesitamos reducciones de emisiones sin precedentes en un plazo cada vez más ajustado, con un contexto geopolítico cada vez más desafiante. Pero aún es posible, aunque por poco. Ya existen soluciones probadas”, añadió Andersen.

Las advertencias corresponden al último Informe sobre la Brecha de Emisiones, del Pnuma, publicado antes de que el 10 de noviembre se inicie en la ciudad amazónica de Belém, en Brasil, la 30 Conferencia de las Partes (COP30) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

Recuerda que ha transcurrido una década desde que los líderes mundiales adoptaron el Acuerdo de París, cuyo objetivo es mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de dos grados Celsius sobre los niveles preindustriales y, preferiblemente, por debajo del umbral de 1,5 grados centígrados (°C).

Los países describen sus esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, que impulsan el calentamiento global, a través de planes de acción conocidos como contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC en inglés), que se presentan cada cinco años.

La tercera ronda abarca el período hasta 2035, y solo 60 partes en el Acuerdo (que cuenta 197 países y la Unión Europea), menos de un tercio, presentaron nuevas NDC a finales de septiembre.

El informe revela que las proyecciones de calentamiento global para este siglo, basadas en la plena implementación de las NDC, se sitúan ahora entre 2,3 y 2,5 °C, en comparación con los 2,6 a 2,8 °C de la edición del año pasado.

Las estimaciones basadas en las políticas actuales son de 2,8 °C, en comparación con los 3,1 °C del año pasado.

El Pnuma señaló, sin embargo, que las actualizaciones metodológicas representan 0,1 °C de la mejora, mientras que la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París anulará otros 0,1 °C, “lo que significa que las nuevas NDC en sí mismas apenas han tenido un impacto significativo”.

En consecuencia, los países aún están lejos de alcanzar los objetivos del histórico tratado.

Por lo tanto, para 2035 se necesitan reducciones de las emisiones anuales de 35 % y 55 %, en comparación con los niveles de 2019, con el fin de alinearse con los objetivos de dos y 1,5 °C.

El informe concluye que el aumento promedio de la temperatura global en varias décadas superará los 1,5 °C, al menos temporalmente, lo cual será difícil de revertir.

Por ello, se requieren reducciones de emisiones más rápidas y significativas para seguir volviendo al límite de 1,5 °C para el año 2100.

“Cada fracción de grado que se evita reduce la escalada de los daños, las pérdidas y los impactos en la salud que perjudican a todas las naciones -aunque afectan con mayor dureza a las más pobres y vulnerables- y reduce los riesgos de puntos de inflexión climáticos y otros impactos irreversibles”, sostiene el informe.

El Pnuma destaca que la comunidad internacional puede acelerar la acción climática, si así lo decide.

Desde la adopción del Acuerdo de París, las predicciones de temperatura han bajado entre tres y 3,5 °C. Además, existen tecnologías para lograr grandes reducciones de emisiones, como la energía eólica y solar.

Andersen observó que “desde el rápido crecimiento de las energías renovables baratas hasta la lucha contra las emisiones de metano, sabemos lo que hay que hacer”.

“Ahora es el momento de que los países apuesten fuerte e inviertan en su futuro con medidas climáticas ambiciosas: medidas que generen un crecimiento económico más rápido, una mejor salud humana, más empleos, seguridad energética y resiliencia”, concluyó la responsable del Pnuma.

A-E/HM

 

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