SRINAGAR, India – Ha pasado una década desde la adopción del Acuerdo dein París, y el informe de síntesis de las Naciones Unidas publicado la antesala de la COP30 en Belém muestra que «las Partes están reduciendo aún más su curva de emisiones combinadas, pero todavía no con la suficiente rapidez».
El informe, elaborado por la secretaría de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), evalúa 64 actualizadas contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC) presentadas por las Partes entre enero de 2024 y septiembre de 2025, que cubren alrededor 30 % de las emisiones mundiales en 2019.
Las NDC para reducir las emisiones que recalientan el planeta son voluntarias y la base del Acuerdo de París, cuyos avances, insuficientes según los expertos, se revisarán durante la COP30 (30 Conferencia de las Partes) de la CMNUCC, que acogerá desde el lunes 10 la ciudad amazónica de Belém do Pará, en el norte de Brasil.
La conferencia anual esta precedida excepcionalmente en esta ocasión por una llamada Cumbre de Líderes, que se congregan este jueves 6 y el viernes 7, en una fórmula creada por la presidencia brasileña para concentrar la presencia de los gobernantes de las 197 Estados Partes antes de la COP, por los problemas logísticos de Belém.
Bruce Douglas, experto en energías renovables y electrificación y director ejecutivo de la Alianza Global de Energías Renovables (Gra), en una entrevista exclusiva con IPS, afirmó que es alentador ver el impulso de las últimas NDC y los objetivos gubernamentales, que son más ambiciosos y viables que en rondas anteriores.
«Sin embargo, estamos viendo una aceleración aún mayor en la economía real, donde las energías renovables alcanzaron un récord de 582 gigavatios (GW) de nueva capacidad el año pasado, por lo que los gobiernos deben ponerse al día con la ambición del sector privado», afirmó.
Pero, añadió, » seamos claros: para tener la oportunidad de alcanzar el objetivo de triplicar las energías renovables y la trayectoria de 1,5 °C, el mundo necesita añadir aproximadamente 1100 GW cada año hasta 2030″.
Insistió en que «la dirección es la correcta, pero el ritmo debe duplicarse. Debemos prestar especial atención a las economías emergentes, donde la financiación aún no alcanza ni de lejos la escala necesaria».
Douglas añadió que existe un interés real en los países de todo el mundo por descarbonizarse a buen ritmo, pero que la mayoría de las NDC de los países en desarrollo están condicionadas a la financiación, por lo que este es el reto crucial que hay que abordar.
Afirmó que los proyectos de energía renovable también se ven frenados por obstáculos previsibles: la lentitud de los permisos, las limitaciones de la red y el alto coste del capital en los mercados emergentes.
«Estos problemas tienen solución. Conocemos las soluciones: agilización de los permisos, subastas predecibles e inversión en redes y almacenamiento. Pero, sobre todo, necesitamos acceso a financiación asequible. Los inversores están preparados: los gobiernos y los bancos multilaterales de desarrollo deben crear la certeza necesaria para desbloquearla», dijo Douglas.

Una década de avances, pero no suficientes
Cuando se cumplen 10 años del Acuerdo de París, aprobado en la COP21 de diciembre de 2015 en la capital francesa, el informe reconoce «nuevos indicios de avances reales y crecientes en la lucha contra el cambio climático gracias a los esfuerzos nacionales respaldados por la cooperación mundial».
Según el resumen ejecutivo, las Partes están estableciendo nuevos objetivos climáticos nacionales y planes para alcanzarlos que difieren en ritmo y escala de cualquier otro anterior.
Sin embargo, aunque «las Partes están reduciendo aún más su curva de emisiones combinada, todavía no lo están haciendo con la suficiente rapidez», advierte el informe.
La urgencia de acelerar las medidas es evidente.
«Sigue siendo evidente que aún se necesita una aceleración importante para lograr reducciones de emisiones más rápidas y profundas y garantizar que los enormes beneficios de una acción climática firme lleguen a todos los países y pueblos», afirma el resumen.
Douglas consideró que «hemos sido testigos de un crecimiento extraordinario de las energías renovables en las últimas dos décadas, y los mercados suelen avanzar más rápido que los gobiernos, pero la brecha entre los objetivos y la implementación sigue creciendo».
«Ya no hay tiempo para promesas; ahora es el momento de avanzar. Lo más importante es la visibilidad: proyectos reales en tramitación, plazos claros y marcos financiables que conviertan la ambición en megavatios. Eso es lo que debe aportar la COP30: una señal clara de que estamos en la era de la implementación», afirmó.
Objetivos para toda la economía, alineación con el balance global
Una mejora notable de los nuevos NDC es su mayor exhaustividad. El informe destaca que «los nuevos NDC muestran una progresión en términos de calidad, credibilidad y cobertura económica, ya que 89 % de las Partes comunican objetivos para toda la economía (frente a 81 % en sus NDC anteriores)».
Las Partes también han respondido a los resultados del primer Balance Mundial, que realiza una evaluación periódica del progreso en la lucha contra el cambio climático, según los compromisos asumidos en el Acuerdo de París.
«El 88 % de las Partes indicaron que sus NDC se basaban en los resultados del Balance Mundial y el 80 % especificaron cómo». Esto indica una creciente voluntad de alinear la planificación climática nacional con la ciencia y la ambición globales.
Douglas afirmó que el primer balance global fue una llamada de atención y que sirvió para catalizar la atención sobre el objetivo de triplicar las energías renovables.
«Ahora, la COP30 debe traducir ese impulso en resultados medibles: reafirmando el objetivo de triplicar las energías renovables, enviando señales financieras importantes para las redes y el almacenamiento, y estableciendo objetivos renovables ambiciosos a corto plazo en la próxima ronda de NDC», remarcó.

Emisiones descendentes, pero por debajo de la meta de 1,5 °C
El informe analiza el impacto previsto de estas NDC en las emisiones de gases de efecto invernadero.
«En conjunto, las nuevas NDC muestran una reducción de las emisiones previstas de 17 % (11-24 %) por debajo del nivel de 2019», concluye.
Añade que se estima que la plena aplicación de todas las nuevas NDC, incluidos los elementos condicionales, «reducirá el nivel total de emisiones de GEI (gases de efecto invernadero) del grupo de Partes pertinente a 12,3 (12,0-12,7) Gt (gigatoneladas) CO₂ equivalente en 2035, lo que supondría un 19-24 % por debajo del nivel de 2019».
Sin embargo, el informe advierte que «la magnitud de la reducción total de emisiones que se espera lograr por parte del grupo de Partes… no alcanza lo necesario según los rangos del IPCC», el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático, que traza las metas necesarias para contener la crisis climática.
Según la última síntesis del IPCC, «las reducciones de las emisiones de GEI tendrán que reducirse en 60 (49-77) % para 2035 con respecto al nivel de 2019» para limitar el calentamiento a 1,5 °C, la gran meta del Acuerdo de París.
Enfoques holísticos y avances sectoriales
El informe identifica un «enfoque que abarca toda la economía y toda la sociedad» como «un pilar cada vez más fundamental para garantizar la estabilidad y el crecimiento económicos, el empleo, la salud y la seguridad y la asequibilidad energéticas, entre muchos otros imperativos políticos, en los países».
La mitigación y la adaptación están cada vez más integradas.
«Todas las NDC van más allá de la mitigación e incluyen elementos, entre otros, sobre adaptación, financiación, transferencia de tecnología, creación de capacidad y abordaje de las pérdidas y daños, lo que refleja el alcance integral del Acuerdo de París», indica el informe.
Añade que la adaptación es más importante que nunca, ya que «73 % de las nuevas NDC incluyen un componente de adaptación».
Douglas afirmó que el sector energético está liderando la iniciativa: la energía solar va por buen camino; lo que se necesita es acelerar rápidamente la energía eólica, geotérmica, hidroeléctrica, las redes y el almacenamiento para mantener el ritmo.
Subrayó que la electrificación del transporte, la calefacción y los sectores industriales más difíciles de reducir son los siguientes en la lista.
«Estamos viendo proyectos piloto prometedores de industria limpia y electrificación temprana, pero necesitan marcos políticos claros para poder ampliarse. Todos los sectores deben avanzar más rápido: tenemos que electrificar todo lo que se pueda electrificar, con las energías renovables como base», dijo.
Transición justa e inclusión social
El concepto de transición justa está ganando terreno.
«Un total de 70 % de las Partes consideraron la transición justa al preparar sus nuevos NDC y la mayoría de ellas tienen previsto integrar la consideración de la transición justa en la aplicación de los NDC», señala el informe.
Destaca que «las Partes contextualizaron la transición justa como una ayuda para garantizar que el cambio hacia economías bajas en carbono y resistentes al clima no agrave las desigualdades existentes ni cree otras nuevas en las sociedades, permitiendo así una acción climática socialmente inclusiva y económicamente empoderadora».
Bosques, océanos y soluciones basadas en la naturaleza
La protección de los sumideros naturales sigue siendo un tema importante.
«Las Partes han integrado medidas forestales en los objetivos de mitigación de toda la economía y han mencionado contribuciones e indicadores específicos para los bosques en sus nuevos NDC», considera el informe.
La síntesis destaca «la colaboración internacional y los pagos basados en resultados de REDD+ (reducción de emisiones de gases de efecto invernadero por la deforestación y degradación de los bosques) como claves para la mitigación en el sector forestal, al tiempo que señala las sinergias con el logro de los objetivos de adaptación y biodiversidad».
Las medidas climáticas basadas en los océanos también están aumentando.
«Las Partes informaron de un aumento significativo de las medidas climáticas basadas en los océanos en comparación con los NDC anteriores, y 78 % de las Partes incluyeron en los nuevos NDC al menos una referencia explícita al océano, lo que supone un aumento de 39 %», asegura.
Financiación, tecnología y capacidad: el reto de la implementación
La financiación sigue siendo un reto fundamental para la ambición.
«Un total de 88 % de las Partes proporcionó información sobre la financiación necesaria para implementar actividades en línea con sus NDC, y 75 % caracterizó la financiación en términos de apoyo necesario», señala el informe.
Las Partes informaron de «un coste total comprendido entre 1970,8 y 1975,0 mil nillones de dólares en total, de los cuales entre 1073,88 y 1074,00 mil millones se identificaron como apoyo necesario procedente de fuentes internacionales».
La tecnología y el desarrollo de capacidades también se destacan como factores clave.
«Un total de 97 % de las Partes proporcionó información sobre el desarrollo y la transferencia de tecnología… El 84 % de las Partes hizo referencia al desarrollo de capacidades con distintos niveles de detalle, y 31 % de esas Partes lo abordó en secciones sobre medios de implementación o desarrollo de capacidades», dice el informe.
Inclusión del género, la juventud y los pueblos indígenas
Las nuevas NDC reflejan una creciente atención a la inclusión social y el empoderamiento.
«La integración de la perspectiva de género en las NDC está avanzando, y las Partes tienen cada vez más en cuenta el género para promover una acción climática inclusiva y eficaz. En sus nuevas NDC, el 89 % de las Partes proporcionaron información relacionada con el género y el 80 % afirmaron que tendrán en cuenta el género en la aplicación de las NDC», se insiste en el informe.
Señala además que «es la primera vez que se incluye una sección sobre los niños y los jóvenes en el informe de síntesis de las NDC».
«El 88 % de las Partes, en sus nuevas NDC, incluyeron información, en general más clara y detallada que anteriormente, que refleja un compromiso más firme con la inclusión significativa, sobre cómo se ha tenido o se tendrá en cuenta a los niños y los jóvenes en la elaboración y aplicación de las NDC», precisa.
Del mismo modo, «el 72 % de las Partes informaron de un mayor énfasis en el papel fundamental de los pueblos indígenas y las comunidades locales en la adaptación al clima y la mitigación, en comparación con 66 % anterior».
Cooperación internacional y esfuerzos voluntarios
El informe de síntesis destaca la indispensabilidad de la cooperación internacional.
«El 97 % de las Partes destacó la importancia de la cooperación internacional para movilizar recursos y salvar la brecha entre la ambición de las NDC y su implementación», dice el informe.
Y añade: «Las Partes describieron su compromiso con los socios internacionales para promover una acción climática eficaz e inclusiva a través de iniciativas de cooperación voluntaria, colaboración regional y actividades sectoriales como la transición energética».
A pesar de los avances, el informe lanza una advertencia.
«Con unas emisiones de GEI en 2035 estimadas en promedio 17 % (11-24 %) por debajo de su nivel de 2019, la escala de la reducción total de emisiones que se espera que logre el grupo de Partes no alcanza lo necesario según los rangos del IPCC», asegura el informe.
Y considera que «sigue siendo necesaria una aceleración importante en términos de lograr reducciones de emisiones más rápidas y profundas y garantizar que los enormes beneficios de una acción climática firme lleguen a todos los países y pueblos».
T: MF / ED: EG







