Sin conocer más que la guerra: la difícil situación de los niños sirios sin escolarizar

Gente de la comunidad repara una escuela en Saraqib, al sur de la ciudad de Idlib, en el norte de Siria, destruida por los bombardeos del régimen de Bashar al Assad. Imagen: Sonia Al Ali / IPS

IDLIB, Siria – La guerra ha privado a miles de niños en Siria de su derecho a la educación, especialmente a los niños desplazados que viven en campamentos improvisados. En medio de unas condiciones económicas difíciles y de la incapacidad de muchas familias para sufragar los gastos educativos, el futuro de estos niños se ve amenazado.

Adel al Abbas, un niño de 13 años de Alepo, en el norte de Siria, se vio obligado a abandonar sus estudios tras ser desplazado de su ciudad y trasladarse a un campamento en la frontera entre Siria y Turquía. «Perseguía mi sueño como cualquier otro niño, pero la pobreza de mi familia y las duras circunstancias se interpusieron en mi camino y destruyeron todos mis sueños», afirma.

Adel esperaba convertirse en ingeniero, pero abandonó la escuela y renunció a su objetivo. Sustituyó los libros y los bolígrafos por herramientas de trabajo para ayudar a su empobrecida familia a cubrir las necesidades básicas.

Añade: «Hoy en día vivimos en condiciones extremadamente difíciles; ni siquiera podemos permitirnos comprar comida. Por eso, tengo que encontrar un trabajo para sobrevivir y ayudar a mi familia, sobre todo después de que mi padre recibiera un impacto de metralla en la cabeza que le causó una discapacidad permanente».

La madre de Adel está entristecida por la situación de su hijo y le dice a IPS: «Necesitamos los ingresos que aporta mi hijo después de que mi marido enfermara y ya no pudiera mantener a nuestra familia. En cualquier caso, trabajar es mejor que una educación que ahora es inútil, después de haber estado tanto tiempo sin ir a la escuela y haberse quedado atrás con respecto a sus compañeros».

Reem al Diri, de 11 años, dejó la escuela después de que su familia se trasladara de la zona rural de Damasco a la ciudad de Idlib, en el norte de Siria. Al explicar el motivo, habla con un claro sentimiento de pesar: «Me encantaba la escuela y era una de las mejores alumnas de mi clase, pero mi familia decidió que tenía que dejar los estudios para ayudar a mi madre con las tareas domésticas».

La niña confirma que ve a los niños ir al colegio cada mañana y que le gustaría poder ir con ellos para completar su educación y convertirse en profesora en el futuro.

La madre de Reem, Umayya al Khalid, justifica la ausencia de su hija en el colegio diciendo: «Después de mudarnos a un campamento a las afueras de Idlib, los colegios quedaron muy lejos de donde vivimos. También sufrimos la falta de seguridad y los secuestros generalizados de niñas. Por eso, temía por mi hija y prefería que se quedara en casa».

Causas del abandono escolar

Akram al Hussein, director de una escuela en Idlib, también en el norte de Siria, habla sobre la crisis de abandono escolar en el país.

«El abandono escolar es uno de los retos más graves a los que se enfrenta la sociedad. La falta de educación conduce a un futuro incierto para los niños y para toda la comunidad», afirma.

Al Hussein hace hincapié en que las autoridades competentes y la comunidad internacional deben redoblar sus esfuerzos para apoyar la educación y garantizar que no siga siendo un sueño lejano para los niños que se enfrentan a la pobreza y al desplazamiento.

Añade: «Las razones y motivaciones por las que los niños abandonan la escuela son diversas, y van desde las condiciones impuestas por la guerra —como los asesinatos, los desplazamientos y el reclutamiento forzoso— hasta el trabajo infantil y la pobreza».

«Otros factores son los desplazamientos frecuentes y la imposibilidad de los niños de establecerse en un lugar durante el año escolar, así como la falta general de interés de los padres por la educación y su desconocimiento de los riesgos que conlleva privar a un niño de la escolarización», explica.

En este contexto, el equipo de coordinadores de respuesta para Siria, un grupo especializado en estadísticas en Siria, señaló en un comunicado que el número de niños sin escolarizar en el país ha alcanzado más de 2,5 millones, de los cuales más de 318 000 se encuentran en el noroeste del país, y más de 78 000 viven en campamentos de desplazados.

De este grupo, 85 % se dedica a diversas ocupaciones, incluidas algunas peligrosas.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

En un informe fechado el 12 de junio de 2024, el equipo identificó las razones clave que explican la creciente crisis de abandono escolar.

Se consideran causas de ello la escasez de escuelas en relación con la densidad de población, el cambio hacia la educación privada, las difíciles condiciones económicas, la falta de leyes locales que impidan a los niños entrar en el mercado laboral, el desplazamiento y la migración forzosa, y un sector educativo marginado que no cuenta con el apoyo suficiente de las organizaciones humanitarias locales e internacionales.

El informe del equipo advirtió de que, si esta tendencia continúa, dará lugar a la aparición de una generación sin educación y analfabeta. Esta generación será más consumidora que productora y, como resultado, estos niños sin educación se convertirán en una carga para la sociedad.

Iniciativas para restaurar las escuelas destruidas

La destrucción de las escuelas en Siria ha contribuido de manera significativa a la crisis de abandono escolar. A lo largo de los años de guerra, las escuelas no se libraron de la destrucción, el saqueo y el vandalismo, lo que dejó a millones de niños sin un lugar donde aprender o en edificios inadecuados para la educación.

Sin embargo, con la caída del régimen de Bashar al Assad, se han puesto en marcha varias iniciativas para restaurar estas escuelas. Esto se considera una necesidad urgente e inmediata para construir una nueva Siria.

Samah al Dioub, directora de una escuela en la ciudad siria de Maarat al Nu’man, en el norte del país, afirma que «las escuelas de Siria sufrieron daños importantes tanto por el terremoto como por los bombardeos».

«Hemos recaudado fondos entre los residentes de la ciudad y ahora estamos trabajando en la rehabilitación de la escuela, pero las necesidades siguen siendo inmensas y los costes muy elevados, especialmente con el regreso de los residentes a la ciudad», añade.

Explica que actualmente se centran en inspeccionar las escuelas y priorizar las que más necesitan una renovación.

El ingeniero Mohammad Hannoun, director de edificios escolares del Ministerio de Educación sirio, afirma que aproximadamente 7400 escuelas de Siria quedaron parcial o totalmente destruidas. Hasta ahora se han restaurado 156 escuelas.

Hannoun añade que «estamos trabajando para rehabilitar escuelas en todas las regiones sirias, con el objetivo de equipar al menos una escuela en cada pueblo o ciudad para acoger a los estudiantes que regresan».

«El Ministerio de Educación, junto con organizaciones locales e internacionales y la sociedad civil, están contribuyendo a estos esfuerzos de restauración», asegura.

Hannoun señala que los graves daños sufridos por los edificios escolares perjudican tanto a los profesores como a los alumnos. Provocan una falta de recursos educativos básicos, ejercen presión sobre las pocas escuelas que siguen funcionando y provocan el abandono escolar de un gran número de alumnos, lo que, en última instancia, repercute en la calidad del proceso educativo.

Como parte de sus planes de contingencia, Hannoun explica que el ministerio, en colaboración con organizaciones asociadas, tiene la intención de activar las escuelas con los recursos disponibles para acoger a los niños que regresan de los campamentos y de los países de asilo.

Este esfuerzo se centra especialmente en las zonas afectadas que han sufrido oleadas masivas de desplazamientos.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) afirmó que, en 2025, 16,7 millones de personas, entre ellas 7,5 millones de niños, necesitan ayuda humanitaria en el país, 2,45 millones de niños no están escolarizados y 2 millones corren el riesgo de sufrir malnutrición.

El fenómeno del abandono escolar se ha convertido en una crisis que amenaza a los niños de Siria, que se han visto obligados por las circunstancias a trabajar para ganarse la vida y mantener a sus familias.

En lugar de estar en un aula construyendo su futuro, los niños luchan por sobrevivir en un entorno marcado por el conflicto y el desplazamiento.

T: MF / ED: EG

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