NACIONES UNIDAS – Tras entrar en vigor la primera fase del alto el fuego en el conflicto de Israel y Hamas, este grupo islamista ha a los 20 rehenes que quedaban vivos, mientras que Tel Aviv ha liberado a 1700 detenidos palestinos que mantenía en sus cárceles.
El frágil acuerdo puso fin, al menos temporalmente, al tormento bélico sobre Gaza y entró en vigor el 10 de octubre. Las fuerzas israelíes se retirarán a las zonas designadas dentro de la Franja, mientras que las organizaciones humanitarias comenzaron a movilizarse de inmediato para ayudar a los gasatíes que se encuentran en situación de perentoria necesidad.
Durante los últimos dos años, Gaza ha sufrido bombardeos incesantes, mientras que la entrega de ayuda humanitaria se vio obstaculizada cuando no completamente bloqueada a lo largo de la guerra.
Durante los últimos tres días, las Organización de las Naciones Unidas (ONU) y sus socios han estado trabajando sobre el terreno para proporcionar asistencia vital a los civiles desplazados, muchos de los cuales están finalmente regresando a sus hogares y teniendo acceso a servicios básicos por primera vez en meses.
«Después de tanto horror y sufrimiento, por fin hay alivio», dijo Olga Cherevko, portavoz en Gaza de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha) de la ONU.
«Desde que entró en vigor el alto el fuego, la ONU y nuestros socios humanitarios han actuado con rapidez para ampliar la prestación de asistencia humanitaria en toda Gaza. Las bombas han dejado de caer y, con ese silencio, ha llegado la oportunidad y la responsabilidad de actuar», añadió.
Detalló que pese a sus fragilidades, «el alto el fuego ha permitido a quienes han sufrido durante los dos años de guerra, familias palestinas e israelíes, respirar aire fresco y ver una luz de esperanza tras muchos meses de oscuridad»..
El 13 de octubre, la Ocha confirmó que las autoridades israelíes habían aprobado la entrega de más de 190 000 toneladas de ayuda humanitaria —aproximadamente 20 000 toneladas por encima del acuerdo anterior—, incluyendo alimentos, medicinas y materiales para refugios.
Según Cherevko, 817 camiones de ayuda han entrado sin obstáculos en Gaza, lo que ha supuesto un momento de alivio para las familias palestinas devastadas por el conflicto.

Por primera vez desde marzo, se ha suministrado gas para cocinar a los hogares de Gaza, mientras que muchos residentes también han tenido acceso a carne congelada, frutas y verduras frescas y harina, productos básicos que habían estado fuera de su alcance durante meses.
«Llevamos mucho tiempo necesitando todos estos artículos», dijo Cherevko el martes 14. «Esto va a suponer un cambio enorme en la vida de las personas, porque hemos visto a familias y niños recogiendo basura para cocinar. Será un gran avance», añadió.
Gracias a la mejora de las condiciones de seguridad en el enclave, las agencias humanitarias han ganado en movilidad, lo que les ha permitido llegar a varias zonas antes inaccesibles, incluido el norte, donde el acceso estaba más restringido y las necesidades son más acuciantes.
La Ocha se ha movilizado por completo para entregar ayuda en todas las regiones de Gaza como parte de su plan de ampliación de 60 días para el alto el fuego, que hasta ahora ha demostrado su eficacia.
«Estamos descargando y recogiendo suministros esenciales y llegando a zonas a las que no habíamos podido acceder durante meses», dijo Cherevko.
«Con el sector comercial reforzando nuestra respuesta y la ayuda bilateral a nuestro lado, estamos trabajando para restablecer el acceso al agua potable y garantizar que la población reciba pan y comidas calientes, precisó.
Las Naciones Unidas y sus socios han estado trabajando para reabastecer los hospitales y las clínicas de campo que han estado sin combustible ni suministros médicos durante meses, muchos de los cuales quedaron solo parcialmente operativos durante la guerra.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en las 24 horas siguientes a la entrada en vigor del alto el fuego, se desplegó un equipo médico de emergencia en el hospital Al Ahli.
Además, ocho camiones de ayuda con suministros médicos esenciales, como insulina, medicamentos contra el cáncer, incubadoras, respiradores, monitores de pacientes y paneles solares para unidades de desalinización, han llegado a los hospitales European Gaza y Nasser. Se prevén nuevos despliegues en la ciudad de Gaza, a medida que los civiles desplazados comienzan a regresar a sus zonas de origen.
«Mejorar el acceso a las instalaciones sanitarias y ampliar nuestras misiones operativas son pasos fundamentales para prestar asistencia sanitaria urgente a los palestinos en toda Gaza», afirmó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
«El sistema sanitario de Gaza debe rehabilitarse y reconstruirse. Esta crisis nos brinda la oportunidad de reconstruirlo mejor: más fuerte, más justo y centrado en las necesidades de las personas», añadió.
Los escombros y los artefactos explosivos sin detonar suponen una amenaza importante para los palestinos que regresan a sus hogares y siguen siendo una de las principales prioridades de la Ocha durante su plan de ampliación de sesenta días.
Equipos especializados de la Ocha están llevando a cabo evaluaciones a lo largo de las carreteras y cruces clave, asegurándose de que los artefactos explosivos estén claramente señalizados y de que las comunidades sepan que deben mantenerse alejadas.
Aún no se ha determinado el alcance total de los artefactos explosivos sin detonar en toda la Franja.
A pesar de las notables mejoras registradas en los últimos días, las necesidades siguen siendo enormes y se necesitan urgentemente fondos adicionales para financiar los servicios vitales y garantizar una recuperación sostenida.
Además de los artefactos explosivos sin detonar, el desplazamiento, la destrucción de las infraestructuras, la anarquía, las carreteras dañadas y el colapso de los servicios básicos suponen retos importantes para las organizaciones humanitarias.
«El alto el fuego ha puesto fin a los combates, pero no a la crisis», señaló Cherevko.
«Ampliar las respuestas no es solo una cuestión de logística y de más camiones. Se trata de devolver la humanidad y la dignidad a una población destrozada. Estamos trabajando sin descanso con todas las partes para garantizar un acceso previsible, seguro y sostenido», precisó.
El 14 de octubre, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) anunció que se necesitarán aproximadamente 20 000 millones de dólares durante los próximos tres años para iniciar los esfuerzos de reconstrucción de Gaza, como parte de un plan de recuperación más amplio que podría abarcar décadas y costar, en última instancia, más de 70 000 millones de dólares estadounidenses.
El representante del Pnud, Jaco Cillers, dijo en Ginebra que, aunque hay «buenos indicios» de apoyo por parte de posibles donantes de Europa, Medio Oriente y Estados Unidos, aún no se ha confirmado ningún compromiso.
Numerosos expertos en ayuda humanitaria han afirmado que la paz duradera es la única solución viable a la crisis, y han advertido de que la situación en Gaza es extremadamente frágil y podría deteriorarse aún más, especialmente con la llegada del invierno.
«Quiero dejar claro que la ayuda humanitaria por sí sola no sustituirá a la paz», afirmó Cherevko. «El alto el fuego debe mantenerse. Debe convertirse en la base de unos esfuerzos políticos más amplios que pongan fin a los ciclos de violencia y desesperación», añadió.
Para la portavoz de la Ocha, «el alto el fuego ha abierto la puerta a un futuro en el que los niños puedan ir a la escuela con seguridad, los hospitales sean lugares de curación y no de sufrimiento, y los convoyes de ayuda sean sustituidos en última instancia por el comercio y las oportunidades».
T: MF / ED: EG