NACIONES UNIDAS – En los últimos meses, la situación humanitaria en Gaza se ha deteriorado a niveles impredecibles, con una escalada de las hostilidades que ha provocado el desplazamiento masivo de civiles y ha desbordado el ya frágil sistema sanitario, llevándolo al práctico colapso. Los funcionarios de la ONU advierten que miles de civiles han quedado con lesiones que les han cambiado la vida sin poder recibir tratamiento.
Mientras las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) continúan su ofensiva terrestre en la ciudad de Gaza, una serie de órdenes de evacuación han obligado a los civiles a huir del norte de la Franja hacia el sur.
A partir del 1 de octubre, todas las instalaciones sanitarias que quedan en Gaza están funcionando a capacidad parcial, enfrentando una escasez crítica de suministros médicos, lo que dificulta el acceso a los servicios básicos de emergencia. Miles de pacientes se apiñan en refugios con malas condiciones sanitarias, expuestos a los explosivos y enfrentándose a la malnutrición y a lesiones que alteran sus vidas.
«Las familias del sur de Gaza se apiñan en estos y otros refugios superpoblados o en tiendas de campaña improvisadas a lo largo de la costa», dijo el portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq.
«Muchos otros duermen a la intemperie, a menudo entre escombros. Los recién llegados al sur se enfrentan a malas condiciones sanitarias, falta de privacidad y seguridad, y un alto riesgo de que los niños se separen de sus familias, todo ello mientras están expuestos a artefactos explosivos», añadió en contacto con los periodistas que cubren las actividades de la ONU.
El 2 de octubre, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó una actualización de sus conclusiones relacionadas con los traumas y la magnitud de las necesidades médicas en Gaza.
Peeperkorn, representante de la OMS para los territorios palestinos ocupados, ofreció una rueda de prensa virtual a los periodistas en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York y señaló que los traumas están muy extendidos, con unos 42 000 civiles que han sufrido lesiones que les han cambiado la vida, de los cuales aproximadamente una cuarta parte son niños.
«Estas lesiones que cambian la vida representan una cuarta parte de todas las lesiones notificadas, de un total de más de 167 300 personas heridas desde octubre de 2023», afirmó Peeperkorn. «Los supervivientes luchan contra el trauma, la pérdida y la supervivencia diaria, en un contexto en el que los servicios de derivación psicosocial siguen siendo escasos», añadió.
En octubre de 2023 Israel sufrió un ataque de la milicia islamista Hamás, que mantiene el control de la Franja de Gaza, lo que provocó una inclemente ofensiva desde entonces de las fuerzas israelíes, donde según las cifras más conservadoras han muerto cerca de 70 000 personas, la mayoría mujeres y niños, mientras se ha destruido la mayoría de los edificios, incluidos la casi totalidad de los centros de salud.
Según el informe de la OMS, el número estimado de civiles que necesitan rehabilitación a largo plazo por lesiones relacionadas con el conflicto casi se ha duplicado, pasando de 22 500 en julio de 2024 a al menos 41 844 en septiembre.
La OMS ha registrado un elevado número de traumas relacionados con explosiones, entre los que se incluyen amputaciones, quemaduras, lesiones de la médula espinal, daños maxilofaciales y oculares, y lesiones cerebrales traumáticas. Estas afecciones suelen provocar discapacidades graves y desfiguraciones, y muchos pacientes no pueden acceder a la atención médica que les salvaría la vida.
El informe destaca la grave falta de acceso a la cirugía reconstructiva y a los servicios de rehabilitación, agravada por la hambruna, las condiciones de vida insalubres, los brotes de enfermedades y la grave escasez de atención psicosocial, todo lo cual afecta de manera desproporcionada a las poblaciones más vulnerables.
Las personas con discapacidades y enfermedades crónicas soportan la carga más pesada, ya que carecen de acceso crítico a un apoyo sostenido y a largo plazo.
El reciente aumento de los casos de síndrome de Guillain-Barré, un trastorno autoinmune que ataca los nervios periféricos fuera del cerebro y la médula espinal, ha intensificado aún más estos retos.
Además, los expertos médicos prevén que los efectos a largo plazo de la hambruna, las enfermedades y los desplazamientos serán especialmente difíciles de superar para los habitantes de Gaza en un futuro previsible.
Peeperkorn informó a los periodistas de que la recuperación a largo plazo será difícil para la gran mayoría de la población civil debido a la inseguridad alimentaria rampante.
«Si se habla con los médicos y especialistas de los hospitales, dicen que incluso las heridas traumáticas simples no se recuperaban rápidamente porque casi todos los pacientes presentaban algún grado de malnutrición. Todo el proceso de recuperación se prolongaba mucho», afirmó.
Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.
Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha), las organizaciones humanitarias entregaron algo más de 14 400 toneladas métricas de alimentos a Gaza a través del sistema de ayuda coordinado por las Naciones Unidas, lo que supone menos de 26 % de lo necesario para satisfacer las necesidades básicas diarias.
Más de 77 % de esta ayuda se perdió durante el transporte, lo que limitó gravemente la cantidad que llegó a los almacenes de los socios para su distribución.
«Hay un poco más de alimentos, eso es cierto», afirmó Peeperkorn. «Los precios siguen siendo demasiado altos para muchas familias y los alimentos aún no son lo suficientemente variados si se tiene en cuenta que hay varios grupos especialmente vulnerables», detalló.
En la actualidad, menos de 14 de los 36 hospitales de Gaza siguen funcionando aunque muy parcialmente, ocho de ellos en la ciudad de Gaza. Entre el 11 y el 28 de septiembre, la OMS registró 44 puntos de servicios sanitarios que dejaron de funcionar.
Peeperkorn señaló que entre 200 000 y 300 000 civiles huyeron del norte del enclave hacia el sur, mientras que entre 800 000 y 900 000 permanecieron en el norte, donde el acceso a los servicios básicos es especialmente difícil.
«Los servicios sanitarios en la gobernación del norte de Gaza solo se prestan a través de un punto médico que funciona especialmente bien. Observamos una rápida disminución de la escasez de artículos esenciales, como kits de vendajes, en particular gasas, pero también materiales esenciales para el cuidado postoperatorio de heridas, lo que afecta gravemente a la capacidad de atender casos de traumatismos», dijo.
Peeperkorn señaló que la OMS ha preparado una serie de suministros médicos para su entrega en Gaza, pero la inseguridad generalizada y las restricciones de acceso siguen impidiendo su distribución. Como resultado, los centros de salud de Gaza siguen sin poder proporcionar atención especializada más allá del tratamiento básico de urgencia.
La OMS ha hecho hincapié en la urgente necesidad de evacuaciones médicas, en particular para los casos graves, como las lesiones cerebrales, ya que muchos pacientes sufren múltiples formas de traumatismos. Se estima que más de 15 000 personas, entre ellas 3800 niños, necesitan urgentemente atención especializada fuera de Gaza.
«Necesitamos que muchos más países acepten pacientes y que se restablezca la vía de derivación de Cisjordania y Jerusalén Este», dijo Peeperkorn.
T: MF / ED: EG