TEL AVIV / DOHA – El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu ordenó este martes 28 a su ejército llevar a cabo “ataques contundentes de manera inmediata” sobre la Franja de Gaza, y medios árabes reportaron muy poco después bombardeos sobre la Ciudad de Gaza, casi en ruinas, en el norte de ese territorio palestino.
Se trata de la segunda ofensiva militar israelí desde que el 11 de octubre se estableció un cese del fuego con la milicia palestina Hamas, acusada de haber roto ese frágil acuerdo con ataques sobre soldados de Israel en la zona de Rafah, al sur de la Franja.
El cese del fuego posibilitó el intercambio de rehenes sobrevivientes y de los restos de los que fallecieron cautivos de Hamas durante dos años de guerra, a cambio de la liberación de presos palestinos y de que Israel permitiese el ingreso de centenares de camiones con ayuda humanitaria para la hambrienta población gazatí.
El gobierno de Israel acusó a Hamas, más temprano este martes 28, de haber devuelto restos de un rehén del cual ya se habían rescatado y sepultado restos a comienzos del actual conflicto, a finales de 2023, lo que configuraría otra violación del acuerdo que llevó a dtener las hostilidades a comienzos de este octubre.
Hamas, de su lado, anunció que postergaba la entrega de más restos de rehenes cautivos -aún por localizar 13, algunos permanecerían bajo escombros dejados por los bombardeos- en vista de la reanudación de los ataques por parte de Israel.
La oficina de medios del gobierno de Gaza acusó a Israel de cometer numerosas violaciones del alto el fuego en menos de tres semanas, lo que ha causado la muerte de decenas de palestinos.
En el marco del cese del fuego, Israel ha avanzado en la destrucción de túneles y otras estructuras utilizadas para combatir por los milicianos palestinos, en tanto Hamas ha reforzado su control sobre las áreas despejadas de tropas israelíes, incluso con ejecuciones públicas de supuestos colaboradores con las fuerzas ocupantes.
En lo inmediato no hubo reacciones, al nuevo ataque liderado por la aviación israelí, por parte de los gestores del acuerdo que detuvo las hostilidades este octubre, los gobiernos de Egipto, Estados Unidos, Qatar y Turquía, así como tampoco de la secretaría general de las Naciones Unidas.
El actual conflicto estalló después de que el 7 de octubre de 2023 Hamas atacó el sur de Israel y en la operación murieron 1139 personas y 251 fueron tomadas como rehenes, lo que desató como respuesta una respuesta militar israelí a gran escala.
Han muerto cerca de 70 000 palestinos, resultado heridos unos 170 000 -también murieron más de 400 soldados israelíes- y la mayor parte de lo construido en Gaza, de 2,2 millones de habitantes, quedó destruido, sumiendo a la población civil en el hambre, la insalubridad y el desamparo.
Desde Ciudad del Cabo, Sudáfrica, donde participa en la conferencia anual “Nelson Mandela”, la relatora especial de las Naciones Unidas para los territorios palestinos ocupados, Francesca Albanese, aseguró que a pesar de la tregua de tres semanas Israel continúa matando, privando de comida y desplazando a la población de Gaza.
“El alto el fuego declarado el 11 de octubre no detuvo el ataque contra Gaza”, afirmó Albanese.
Por su parte, Navi Pillay, presidenta de la Comisión de Investigación sobre el Territorio Palestino Ocupado, incluida Jerusalén Oriental, e Israel, expresó este mismo martes que el alto el fuego y la liberación de rehenes ofrecen una señal de esperanza.
Sin embargo, “estos hechos no pueden revertir la devastación sufrida. Decenas de miles de vidas se han perdido, comunidades enteras han sido borradas y Gaza ha quedado prácticamente inhabitable”, advirtió ante la Tercera Comisión de la Asamblea General de la ONU.
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