GINEBRA – Las acciones encubiertas y las amenazas de uso de la fuerza armada contra el gobierno venezolano por parte de Estados Unidos violan la soberanía de Venezuela y la Carta de las Naciones Unidas, dijeron expertos en derechos humanos de la ONU en una declaración este martes 21.
“Estas acciones constituyen una escalada extremadamente peligrosa con graves implicaciones para la paz y la seguridad en la región del Caribe”, advirtieron los expertos, que hacen parte de los procedimientos especiales en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en esta ciudad suiza.
Además, esas acciones de Washington “también violan las obligaciones internacionales fundamentales de no intervenir en los asuntos internos ni amenazar con el uso de la fuerza armada contra otro país”, agrega la declaración.
Los expertos se basaron en informes de un aumento significativo de fuerzas militares estadounidenses en marcha en el Caribe, y de recientes anuncios del presidente Donald Trump, autorizando acciones encubiertas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de su país en territorio venezolano.
Estados Unidos ha concentrado en la zona del Caribe frente a Venezuela, según medios en Washington, una fuerza de tarea con una decena de buques con gran capacidad de fuego, otros tantos aviones de última generación y hasta 10 000 efectivos, entre ellos más de 2000 infantes de marina, y comandos de élite.
Reseñan los expertos que el incremento de fuerzas y las declaraciones “siguen a una serie de operaciones letales dirigidas a buques frente a las costas de Venezuela, presuntamente involucrados en el tráfico de narcóticos”.
“Incluso si tales acusaciones estuvieran fundamentadas, el uso de fuerza letal en aguas internacionales sin una base jurídica adecuada viola el derecho internacional del mar y equivale a ejecuciones extrajudiciales”, agregaron.
Desde el 2 de septiembre la fuerza de tarea ha destruido con disparos cinéticos (desde el espacio aéreo, para impactar con mucha fuerza) al menos siete embarcaciones, causando la muerte a unos 30 ocupantes señalados por Trump y miembros de su gabinete como “narcoterroristas”.
Autoridades en Washington, así como medios y analistas, no ocultan que la fuerza de tarea presiona por una transición política en Venezuela, que comience con el retiro de su presidente Nicolás Maduro, al que se acusa de haber robado la victoria de su oponente Edmundo González en la elección presidencial de julio de 2024.
Trump y sus colaboradores acusan a Maduro de dictador y líder de un narcotraficante “Cartel de los Soles”, que integrarían mandos militares venezolanos, así como de entenderse con la banda delincuencial Tren de Aragua, por lo que ofrecen una recompensa de 50 millones de dólares por la captura del gobernante sudamericano.
El gobierno de Venezuela ha respondido a la concentración armada frente a su frontera marítima con aprestos y ejercicios de sus propias unidades militares y con un apresurado entrenamiento de civiles en el manejo de armas y tareas de defensa.
Para los expertos de la ONU “los preparativos para una acción militar encubierta o directa contra otro Estado soberano constituyen una violación aún más grave de la Carta de las Naciones Unidas”.
Firman la declaración Ben Saul, relator sobre la promoción y protección de los derechos humanos en la lucha contra el terrorismo, Morris Tidball-Binz, sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, y George Katrougalos, experto sobre la promoción de un orden internacional democrático y equitativo.
Recordaron que el artículo 2(4) de la Carta de las Naciones Unidas prohíbe la amenaza o el uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado.
Expusieron que “cualquier intento de imponer un cambio de régimen por medios externos también vulnera el derecho a la libre determinación, reconocido en el Artículo 1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, ratificado por Estados Unidos en 1992”.
“La larga historia de intervenciones externas en América Latina no debe repetirse”, afirmaron los expertos, y agregaron que “las lecciones de la historia deben aprenderse y no repetirse. La comunidad internacional debe mantenerse firme en la defensa del estado de derecho, el diálogo y la resolución pacífica de controversias”.
Finalmente, instaron a Estados Unidos a cesar los ataques y amenazas ilegales, respetar el derecho internacional y reafirmar su compromiso con el multilateralismo y los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas.
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