Una de cada 100 muertes en el mundo es un suicidio

La ansiedad y la depresión son trastornos de la salud mental que han proliferado y están afectando a más mujeres que hombres en el mundo, así como también se registra una tasa de suicidios todavía elevada a pesar de algunos progresos. La Organización Mundial de la Salud destaca la necesidad de que la atención a la salud mental se incremente en los presupuestos generales de salud. Imagen: Dmitry Schemelev / Unsplash

GINEBRA – Cada año se suicidan unas 727 000 personas en el mundo, lo que representa una de cada 100 muertes, y por cada víctima se producen alrededor de 20 intentos, de acuerdo con un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) divulgado este martes 2.

Más de 1000 millones de personas (en una población mundial de 8200 millones) padecen trastornos mentales, y algunos, como la ansiedad y la depresión, tienen una alta prevalencia en todos los países y comunidades, y afectan a personas de todas las edades y niveles de ingresos.

El suicidio, en particular, es una de las principales causas de muerte entre los jóvenes de todos los países, independientemente de su nivel de desarrollo o riqueza. De los 727 000 decesos por esta causa registrados en 2021, 170 000 correspondieron a personas entre 10 y 29 años.

En ese mismo año se registró el suicidio de 225 000 personas entre 30 y 49 años, de 200 000 entre 50 y 69, y de unas 130 000 personas de más de 70 años.

Sin embargo, hubo una disminución de 35 % en la tasa de suicidio entre los años 2000 y 2021, lo que se considera un progreso demasiado lento para disminuir otro tercio antes de 2030, y la OMS advierte que con la actual tendencia no se reducirá en más de 12 % en los próximos cinco años.

Casi tres cuartas partes de los suicidios ocurren en países de ingresos bajos y medios, sin ser un dato concluyente, ya que esos países representan la mayoría de la población mundial.

Los países ricos incluso presentan tasas más altas, pero la OMS advierte de que la comparación también puede ser errónea, pues las estadísticas son más confiables en estos países que en las naciones pobres.

Detrás de las cifras de suicidios, la OMS considera que lo más preocupante es la explosión de trastornos mentales, pues los padecen según sus datos 1 095 millones de personas, y el número crece a un ritmo superior al de la población mundial.

La ansiedad y la depresión predominan. Pero la esquizofrenia y el trastorno bipolar también afectan con fuerza: la primera reduce la esperanza de vida promedio en nueve años y el segundo en 13.

Estas patologías no se limitan al sufrimiento íntimo: representan la segunda causa de discapacidad a largo plazo en el mundo y cuestan años de vida saludable.

En general, las mujeres se ven afectadas de manera desproporcionada por los trastornos de salud mental.

El estudio indica que 359 millones de personas en el mundo padecen trastornos de ansiedad (3,3 % de la población masculina y 5,5 % de la femenina), y 332 millones sufren depresión (3,2 % de la población de hombres y 4,8 % de la de mujeres).

El trastorno bipolar afecta a 37 millones de personas, y la esquizofrenia a 23 millones. En ambos casos a una proporción semejante de hombres y mujeres.

Unos 88 millones de personas presentan desorden de su desarrollo intelectual, y 62 millones desórdenes del espectro autista. En este último caso la proporción de hombres duplica a la de mujeres.

Ante ese panorama, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, afirmó que “transformar los servicios de salud mental es uno de los desafíos más urgentes de salud pública” en todo el mundo.

“Invertir en salud mental es invertir en las personas, las comunidades y las economías”, agregó.

En ese aspecto, el estudio de la OMS señala que las pérdidas son inmensas, y estima de solo la depresión y la ansiedad cuestan a la economía mundial un billón (un millón de millones) de dólares al año.

Pero los presupuestos siguen estancados: a nivel mundial, apenas dos por ciento del gasto público en salud se destina a la salud mental, el mismo nivel que en 2017.

Las disparidades entre países son alarmantes: hasta 65 dólares per cápita en los países de altos ingresos, pero solo cuatro centavos en los más pobres.

La mediana de profesionales de la salud mental alcanza un máximo de 13 por cada 100 000 habitantes, una proporción cercana a cero en muchas partes del Sur Global.

La reforma y el desarrollo de los servicios de salud mental avanzan lentamente. Menos de 10 % de los países han realizado la transición completa a modelos de atención comunitaria, y la mayoría aún se encuentra en las primeras etapas.

La atención hospitalaria sigue dependiendo en gran medida de los hospitales psiquiátricos; casi la mitad de los ingresos son involuntarios, y más de 20 % duran más de un año.

Para la OMS es alentador que la mayoría de los países reporten contar con iniciativas de promoción de la salud mental, como programas de desarrollo infantil temprano, salud mental escolar y prevención del suicidio.

Más de 80 % de los países ofrecen actualmente apoyo psicosocial y de salud mental como parte de las respuestas a emergencias, en comparación con 39 % en 2020.

Los servicios ambulatorios de salud mental y la telesalud están cada vez más disponibles, aunque el acceso sigue siendo desigual.

El informe de la OMS y su Atlas de Salud Mental se presentan como insumos para la Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas de 2025 sobre enfermedades no transmisibles y promoción de la salud mental y el bienestar, que se celebrará en su sede en Nueva York el 25 de septiembre.

A-E/HM

 

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe