Opinión

Convertir el reconocimiento del Estado palestino en realidad

En abarrotadas tiendas de campaña vivían desplazados en la zona costera de la ciudad de Gaza, en el norte de la Franja. Ahora Israel exige el inmediato éxodo de quienes viven en la urbe que pretende terminar de destruir. Imagen: ONU

NUEVA YORK – Durante la semana de alto nivel de la 80 Asamblea General de la ONU, que comenzará el 22 de septiembre, se espera que varios países europeos clave reconozcan al Estado palestino. La pregunta que se plantea es cómo convertir en realidad un avance tan significativo, mediante el cual los palestinos verán cumplida su aspiración nacional de tener un Estado propio.

Una de las principales cuestiones que pueden ocupar un lugar central en la 80 Asamblea General de la ONU es la devastadora guerra que se libra actualmente en Gaza y la protesta internacional para que se establezca un Estado palestino independiente que ponga fin al sufrimiento de los palestinos en el contexto de una solución de dos Estados.

Lo que hará que el debate en la ONU sobre la condición de Estado palestino sea más potente y relevante es la expectativa de que varias potencias occidentales, entre ellas Reino Unido, Francia, Canadá, Australia, Bélgica y Portugal, reconozcan formalmente un Estado palestino, sumándose a España, Irlanda y Noruega, que lo hicieron ya el año pasado.

Dicho esto, aunque dicho reconocimiento es significativo, sigue siendo simbólico a menos que todos los actores implicados adopten muchas medidas críticas para mitigar las cuatro razones siguientes que explican los fracasos a la hora de avanzar en la perspectiva de establecer dicho Estado.

El autor, Alon Ben-Meir

En primer lugar, Israel ha hecho todo lo que estaba en su mano, especialmente ahora con el apoyo de la administración de Donald Trump, para impedir que eso ocurra.

En segundo lugar, la Autoridad Palestina ha hecho poco por establecer un gobierno representativo legítimo y un aparato político que responda a las necesidades de la población, a pesar de que 147 países ya la han reconocido.

En tercer lugar, los Estados árabes, aunque han mostrado públicamente su apoyo, han proporcionado cierta ayuda financiera, pero no han realizado ningún esfuerzo concertado a lo largo de los años para hacer realidad la idea.

Y en cuarto lugar, los países que han reconocido la condición de Estado palestino no han tomado medidas significativas para garantizar su aplicación.

Para allanar de forma realista el camino hacia la creación de un Estado palestino, los actores implicados tendrán que tomar medidas trascendentales y mantener el rumbo, aunque Israel se resista con vehemencia y presione a Estados Unidos para que utilice su influencia para impedir tal resultado.

La Autoridad Palestina

La Autoridad Palestina debe despertar ahora a la amarga realidad y reconocer que la independencia seguirá siendo solo un eslogan a menos que tome las siguientes medidas:

En primer lugar, deben celebrarse nuevas elecciones. Todas las facciones palestinas deben ser invitadas a participar, siempre que se comprometan a buscar una solución pacífica al conflicto con Israel. Los palestinos deben demostrar unidad de propósito y renunciar a la resistencia violenta, que a lo largo de los años solo ha favorecido a Israel.

En segundo lugar, la Autoridad Palestina debe reiterar su reconocimiento de Israel y comprometerse a entablar negociaciones de paz sin condiciones. Esto no supone una capitulación ante los caprichos de Israel; al contrario, pondrá a Israel a la defensiva, ya que no tendría excusas legítimas a los ojos de la comunidad internacional para rechazar la iniciativa palestina.

En tercer lugar, la Autoridad Palestina debe participar activamente en la diplomacia pública, reforzando sus relaciones diplomáticas y utilizando los medios de comunicación y las relaciones públicas para mostrar su disposición al diálogo y moldear positivamente la opinión mundial con el fin de aumentar el apoyo a la causa palestina.

En cuarto lugar, debe demostrar su compromiso con los principios democráticos y los derechos humanos, lo cual es esencial para los países occidentales que planean reconocer la condición de Estado palestino.

En quinto lugar, deben presentarse planes de desarrollo económico para ganarse la confianza internacional, lo que animaría a muchos países que apoyan a los palestinos a ofrecer ayuda financiera.

En sexto lugar, los líderes palestinos deben promover activamente medios no violentos para destacar la causa palestina y ganar terreno moral a nivel internacional.

El papel de los países europeos

No se puede subestimar el importante papel de los países europeos en el apoyo a la independencia palestina. Su apoyo debe trascender el simbolismo y centrarse en lo esencial para avanzar en la causa palestina. Las medidas que deben adoptarse incluyen:

Proporcionar apoyo económico directo a las instituciones y las infraestructuras palestinas, garantizando al mismo tiempo la rendición de cuentas.

Establecer acuerdos comerciales bilaterales con los palestinos para impulsar su economía, independientemente de Israel.

Impulsar la mejora del estatus de observador y la participación de Palestina en los organismos internacionales, al tiempo que se proporcionan foros legales para lograr la aceptación y los derechos internacionales.

Mejorar las oficinas de representación de los consulados palestinos en sus capitales a un nivel diplomático superior.

Financiar una campaña de diplomacia pública en sus respectivas capitales para conseguir apoyo para la creación de un Estado palestino.

Ofrecer formación y apoyo a las fuerzas de seguridad interna palestinas en coordinación con Israel para mantener el orden y la estabilidad.

El papel de los Estados árabes

Los Estados árabes deben desempeñar un papel mucho más importante que nunca en el avance de la causa palestina, sobre todo porque está directamente relacionada con la naturaleza de la relación que desean tener con Israel en el futuro.

Con ese fin, los Estados árabes deben trabajar al unísono y enviar un mensaje claro de que sus relaciones con Israel dependen directamente de que se encuentre una solución amistosa al conflicto.

Los Estados árabes, liderados por Arabia Saudí, deben:

Dejar muy claro que ningún otro Estado árabe normalizará sus relaciones con Israel a menos que exista una vía clara que conduzca al establecimiento de un Estado palestino independiente.

Amenazar a Israel con que la continuación de las violaciones de los derechos humanos de los palestinos conducirá a la ruptura de las relaciones diplomáticas, especialmente con los signatarios de los Acuerdos de Abraham (mediante los cuales países árabes normalizaron sus relaciones de Israel, en lo que supuso un cambio geopolítico en Medio Oriente).

Proporcionar ayuda financiera específica para la gobernanza y las infraestructuras palestinas, centrándose en proyectos de desarrollo sostenible, y utilizar la influencia económica colectiva para animar a otros países a apoyar la creación de un Estado palestino.

Abrir nuevas embajadas palestinas o mejorar las existentes en las capitales árabes.

Apoyar a Palestina en el ámbito jurídico internacional en lo que respecta a sus derechos y reconocimiento, y mejorar la narrativa y la posición palestinas en los medios de comunicación árabes e internacionales.

Alinear las políticas regionales para apoyar los esfuerzos diplomáticos palestinos, trabajar a través de los organismos de la ONU y las conversaciones entre bastidores, y adoptar medidas para minimizar las fricciones entre Israel y los palestinos y evitar enfrentamientos.

Sería muy engañoso sugerir que la adopción de todas las medidas enumeradas anteriormente facilitará la creación de un Estado palestino.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

Al tener el control total de Cisjordania y Gaza, Israel, especialmente bajo el actual gobierno de Tel Aviv liderado por Benjamin Netanyahu, con el firme apoyo de Trump, no se detendrá ante nada para sabotear cualquier esfuerzo que pueda mejorar las perspectivas de un Estado palestino.

Sin embargo, a pesar de la difícil batalla, los esfuerzos concertados y constantes de todos los actores acabarán provocando un cambio drástico en la trayectoria del conflicto israelo-palestino.

Se ha demostrado que, tras 80 años de conflicto violento, la estrategia de Netanyahu de mantener un estado de hostilidades constantes y obtener ganancias incrementales ha llegado a su fin. Y la estrategia de resistencia palestina también ha fracasado.

El ataque de Hamás en octubre de 2023,  y la guerra de represalia de Israel que ha devastado a Gaza y su población, han demostrado que no habrá una paz duradera entre israelíes y palestinos sin una solución de dos Estados.

El gobierno de Netanyahu y la presidencia de Trump terminarán, pero la realidad palestina nunca desaparecerá. La decisión de los países de Europa occidental de reconocer un Estado palestino supondrá un cambio histórico si a su reconocimiento le siguen pasos firmes y concretos, y si siguen decididos a hacer realidad la creación de un Estado palestino independientemente de los cambios en los tiempos y las circunstancias.

T: MF / ED: EG

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