Una de cada cuatro personas en el mundo no accede al agua potable

Mujeres cargan agua en una localidad a las afueras de la ciudad de Dar Es Salaam, en Tanzania. En muchos países de África subsahariana, y Asia central y meridional, son las responsables de recolectar el líquido para sus hogares y hacen parte de los centenares de millones de personas sin acceso al agua potable ni a servicios de saneamiento e higiene. Imagen: RM / Siwi

NACIONES UNIDAS – A pesar de los avances logrados desde 2015, una de cada cuatro personas (o 2100 millones en todo el mundo) todavía carecen de acceso a agua potable gestionada de manera segura, incluidos 106 millones que beben directamente de fuentes superficiales sin tratar.

Las personas que viven en países de bajos ingresos, contextos frágiles, comunidades rurales, niños y niñas, así como las minorías étnicas e indígenas, son las que enfrentan las mayores disparidades, apunta el informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El estudio “Progresos en materia de agua potable y saneamiento en los hogares 2000-2024: especial atención a las desigualdades”, divulgado con motivo de la Semana Mundial del Agua 2025, destaca que esas brechas exponen a millones de personas a enfermedades y a una mayor exclusión social.

En el informe se considera agua potable a la procedente de fuentes ubicadas en las instalaciones, libre de contaminación y disponible cuando se necesita, y utilizando sanitarios higiénicos en los que los desechos se tratan y eliminan de manera segura.

“Cuando los niños carecen de acceso a agua potable, saneamiento e higiene, su salud, educación y futuro corren peligro. Estas desigualdades son especialmente graves para las niñas, quienes a menudo llevan la carga de la recolección de agua y enfrentan obstáculos adicionales durante la menstruación”: Cecilia Scharp.

En esa línea, el estudio registra que 3400 millones de personas aún carecen de servicios de saneamiento gestionados de manera segura, incluidos 354 millones que practican la defecación al aire libre.

Pero desde 2015 la población que practica la defecación al aire libre ha disminuido en 429 millones, y en las zonas urbanas se ha eliminado (menor a uno por ciento).

Hay unos 1700 millones de personas aún carecen de servicios básicos de higiene en sus hogares, incluidos 611 millones que no tienen acceso a ninguna instalación.

Las personas de los países menos adelantados tienen más del doble de probabilidades que las personas de otros países de carecer de servicios básicos de agua potable y saneamiento, y más del triple de probabilidades de carecer de higiene básica.

“El agua, el saneamiento y la higiene no son privilegios, sino derechos humanos fundamentales”, recordó el médico Ruediger Krech, director de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS.

En contextos frágiles (exposición a riesgos no contrarrestados por el Estado, el sistema o las comunidades), la cobertura de agua potable gestionada de manera segura es 38 puntos porcentuales menor que en otros países, lo que pone de relieve marcadas desigualdades.

Las personas que viven en zonas rurales aún se encuentran rezagadas, aunque ha habido mejoras: la cobertura de agua potable gestionada de forma segura aumentó de 50 % a 60 % entre 2015 y 2024, y la de higiene básica de 52 % a 71 %.

En cambio, la cobertura de agua potable e higiene en las zonas urbanas se ha estancado.

Cecilia Scharp, directora de Agua, Saneamiento e Higiene de Unicef, advirtió de que “cuando los niños carecen de acceso a agua potable, saneamiento e higiene, su salud, educación y futuro corren peligro”.

“Estas desigualdades son especialmente graves para las niñas, quienes a menudo llevan la carga de la recolección de agua y enfrentan obstáculos adicionales durante la menstruación”, agregó.

Los datos de 70 países muestran que, si bien la mayoría de las mujeres y las adolescentes tienen materiales para su menstruación y un lugar privado para cambiarse, muchas carecen de materiales suficientes para cambiarse con la frecuencia necesaria.

En la mayoría de los países con datos disponibles, las mujeres y las niñas son las principales responsables de la recolección de agua; muchas en el África subsahariana y Asia central y meridional dedican más de 30 minutos a esa tarea.

Krech dijo que “debemos acelerar la acción, sobre todo en favor de las comunidades más marginadas, si queremos cumplir nuestra promesa de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”, planteados en 2025 para lograse en 2030.

El ODS 6, sobre agua y saneamiento, tiene como primeras metas lograr el acceso universal y equitativo al agua potable a un precio asequible para todos, y a servicios de saneamiento e higiene adecuados y equitativos, con atención a las necesidades de las mujeres, las niñas y las personas en situaciones de vulnerabilidad.

A-E/HM

 

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