NACIONES UNIDAS – La hambruna, la fase más grave de inseguridad alimentaria que puede sufrir un pueblo, fue oficialmente declarada por las Naciones Unidas este viernes 22 en el norte de la Franja de Gaza, donde amenaza la vida de más de medio millón de personas.
“Es un desastre provocado por el hombre, una acusación moral y un fracaso de la humanidad misma”, declaró el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, al conocer el informe de la Clasificación Integrada de las Seguridad Alimentaria en Fases (CIF).
El informe dice que «al 15 de agosto de 2025 se confirmó la hambruna (Fase 5 de la CIF), con pruebas razonables, en la gobernación de Gaza (norte de la Franja). y se prevé que se extienda a las gobernaciones de Deir al Balah (centro) y Jan Yunis (sur) para finales de septiembre”.
La clasificación CIF -un sistema seguido por agencias de la ONU y numerosas instituciones y gobiernos- parte de la Fase 1 cuando hay seguridad alimentaria, y tiene el nivel más grave en la Fase 5, que se caracteriza por privación extrema de alimentos, desnutrición aguda y muertes por inanición.
Por primera vez se declara hambruna generalizada en la región de Medio Oriente, y coincide con el anuncio de Israel de que ocupará militarmente la ciudad de Gaza, en el norte de la Franja de 365 kilómetros cuadrados y 2,1 millones de habitantes.
El informe de la CIF dice que “tras 22 meses de conflicto incesante, más de medio millón de personas en la Franja se enfrentan a condiciones catastróficas caracterizadas por el hambre, la indigencia y la muerte”.
Agrega que otros 1,07 millones de personas (54 %) se encuentran en estado de emergencia (Fase 4) y 396 000 (20 %) se encuentran en crisis (Fase 3).
Entre mediados de agosto y finales de septiembre de 2025, al extenderse la hambruna hacia el sur, se espera que casi un tercio de la población (641 000 personas) se enfrente a condiciones catastróficas (Fase 5), mientras que la población en estado de emergencia (Fase 4) probablemente ascienda a 1,14 millones (58 %).
El análisis proyecta que la desnutrición aguda continuará empeorando rápidamente. Hasta junio de 2026, se espera que al menos 132 000 niños menores de cinco años sufran desnutrición aguda, el doble de las estimaciones de mayo de 2025. Eso incluye más de 41 000 casos graves de niños con mayor riesgo de muerte.
Casi 55 500 mujeres embarazadas y lactantes con desnutrición requerirán una respuesta nutricional urgente.
Gaza es escenario de una ofensiva militar de Israel desde que el 7 de octubre de 2023 la milicia islamista Hamás atacó el sur israelí, murieron 1200 personas y 250 fueron tomadas como rehenes. La respuesta ya cobró 62 200 vidas de palestinos, hirió a más de 140 000, destruyó gran parte de la Franja y la privó de suministros.
Hubo un alto al fuego entre febrero y marzo y, desde entonces, arreció la violencia que alcanzó su punto máximo en julio, con 3700 muertos y 14 000 heridos. Alrededor de 800 000 personas han sido desplazadas desde mediados de marzo, incluyendo casi 350 000 tras la escalada de hostilidades en mayo.
Esa ola de desplazamientos obligó a la gente a abandonar los recursos que les quedaban, interrumpió aún más el acceso a los servicios sanitarios esenciales y agravó las necesidades humanitarias.
La interrupción total de las entregas humanitarias y comerciales de alimentos en marzo y abril, seguida de volúmenes críticamente bajos durante julio, sumado al colapso de la producción local, ha provocado una escasez extrema de alimentos.
Si bien 55 600 toneladas de alimentos entraron en Gaza en la primera quincena de agosto, esa cantidad resulta insuficiente para compensar el déficit prolongado.
Además, los problemas de seguridad y operativos han impedido que gran parte de los alimentos entrantes llegue a la población. Las entregas de ayuda se han visto gravemente interrumpidas -interceptados 87 % de los camiones de la ONU-, lo que refleja la extrema desesperación de la población.
La entrega de alimentos de la Fundación Humanitaria de Gaza (establecida por Estados Unidos e Israel para compensar el bloqueo impuesto a la Franja) se han caracterizado por la inseguridad -centenares de personas han jmuerto por disparos al tratar de conseguir comida- y disparidades en la cobertura y el acceso.
Al mismo tiempo, los comedores comunitarios redujeron sus operaciones, y los precios de los alimentos se han disparado ante la creciente escasez.
En consecuencia, la seguridad alimentaria se ha deteriorado a un ritmo sin precedentes, superando el nivel de la hambruna, y el conjunto de la situación nutricional ha empeorado rápidamente.
Incluso es probable que la mortalidad no traumática en Gaza esté subestimada debido al colapso de los sistemas de monitoreo, apunta el informe.
Guterres dijo que “como potencia ocupante, Israel tiene obligaciones inequívocas bajo el derecho internacional, incluido el deber de garantizar el suministro de alimentos y medicamentos a la población”.
Insistió en que “no se puede permitir que Israel siga negando sus obligaciones. No más excusas. El momento de actuar no es mañana, es ahora”.
En un comunicado, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, Oren Marmorstein, acusó a la investigación de la CIF de estar “fabricada a medida para encajar con la falsa campaña de Hamás” sobre el hambre en la Franja. “No hay una hambruna en Gaza”, agregó.
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