NACIONES UNIDAS – La creciente oposición al plan de reestructuración contemplada en la Iniciativa ONU80, que ha recibido fuertes críticas de los sindicatos, ha alcanzado ahora a las máximas esferas del organismo mundial.
Una moción, adoptada en una reunión de la Asamblea General Extraordinaria celebrada el 24 de julio por el Consejo del Sindicato del Personal en Ginebra (ONUG), señala: «El personal no confía en la ONU80, en el secretario general António Guterres ni en el secretario general adjunto Guy Ryder», quien lidera el proceso de reestructuración de la ONU.
A la reunión asistieron casi 600 funcionarios (el quórum fue de 200), quienes expresaron su preocupación por la iniciativa de la ONU80. La moción fue aprobada sin oposición.
La Iniciativa ONU80 fue lanzada por Guterres en marzo, al cumplirse este año los 80 años de la Organización de las Naciones Unidas, con el objetivo de modernizarla y aumentar su eficiencia, además de enfrentar la caída de los ingresos de los Estados miembros y adaptarse a las nuevas realidades del siglo XXI.
Ante la moción adoptada en la asamblea sindical, el portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq, declaró a IPS: “Seguimos comprometidos, como lo hemos hecho desde el inicio de la Iniciativa ONU80, con la consulta con los representantes del personal y la colaboración con ellos a través de los procedimientos establecidos para este fin”.
“Esperamos que los representantes del personal aborden los temas que nos ocupan con un espíritu similar”, añadió.
Sin duda, señaló: “Tenemos decisiones difíciles por delante”.
“La gerencia y el personal deben trabajar juntos para mitigar el impacto negativo de esas decisiones en nuestros colegas y afrontar los desafíos actuales con el fin de garantizar una ONU más fuerte y eficaz”, concluyó Haq.
Según un memorando dirigido al personal por Laura Johnson, secretaria ejecutiva, e Ian Richards, presidente del Sindicato del Personal en Ginebra, el apoyo a la moción se basó en:
La falta de visión en torno a la ONU80, que se ha llevado a cabo con pánico y sin evaluar las reformas anteriores.
La decisión de presentar propuestas presupuestarias para 2026 con 20 % menos de puestos, sin ninguna evidencia de que esto aborde la crisis actual, incluso cuando otras organizaciones aprueban presupuestos de crecimiento cero.
El refuerzo de la estructura actual de la ONU, con una estructura desproporcionada.
A juicio de los representantes sindicales, la mayoría de los recortes se están produciendo en los niveles subalternos, mientras no se están eliminando puestos de secretarios generales adjuntos (SGA, el tercer funcionario de mayor rango en la jerarquía de la ONU) y la instrucción de recortar los puestos superiores parece haberse vuelto ahora opcional.
La decisión del secretario general de extender los contratos de los SGA por dos años, en algunos casos más allá de su mandato, y de ascender a su propio personal, al tiempo que restringe las prórrogas del personal regular a un año con la intención de negarles indemnizaciones por despido en caso de separación.
La negativa a consultar con los representantes del personal sobre la reducción de puestos, es otra crítica que ha llevado a la moción de la representación sindical.
La propuesta de multiplicar las sedes, lo que con el tiempo incrementará los costos.
La impresión de que el personal asume la responsabilidad de los desafíos de la organización, lo que puede deberse en parte a la falta de visibilidad de la organización en materia de paz y seguridad.
Un nuevo secretario general con una visión propia podría emprender nuevas reformas que contradigan las resoluciones que se adopten bajo la ONU80.
El Sindicato del Personal de la ONU en Ginebra tiene previsto transmitir la moción aprobada, junto con las razones que la sustentan, basándose en las diversas preocupaciones expresadas por el personal, al secretario general y, posteriormente, a los Estados miembros.
También han establecido una encuesta para el personal de la ONU, animándole a expresar sus puntos de vista, inquietudes e ideas sobre la restructuración planteada.
Mientras tanto, en el marco de la Iniciativa ONU80, según Guterres, un Grupo de Trabajo interno específico, dirigido por el Secretario General Adjunto Guy Ryder, elaborará propuestas en tres áreas clave.
Estas incluyen la identificación de eficiencias y mejoras, la revisión de la implementación de los mandatos de los Estados Miembros y una revisión estratégica de cambios más profundos y estructurales, así como la reestructuración de los programas.
Estos esfuerzos van mucho más allá de lo técnico, afirmó Guterres.
«Los presupuestos de las Naciones Unidas no son solo cifras en un balance general; son una cuestión de vida o muerte para millones de personas en todo el mundo», dijo.
Los objetivos clave, según la ONU, incluyen:
• Mayor eficiencia y eficacia: Las reformas buscan optimizar las operaciones, reducir costos y mejorar la capacidad de la ONU para cumplir con sus mandatos.
• Revisión de mandatos: El grupo de trabajo está revisando la implementación de los mandatos otorgados a la ONU por los Estados miembros, muchos de los cuales han aumentado significativamente en los últimos años.
• Reformas estructurales: La iniciativa explora cambios más profundos y estructurales dentro del sistema de la ONU, que podrían incluir la consolidación de departamentos y agencias.
• Revisión estratégica: También se está llevando a cabo una revisión estratégica de los programas de la ONU y su alineación con las necesidades y prioridades actuales.
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