AMMAN – Algunas decenas de camiones con alimentos lograron entrar a la Franja de Gaza desde el domingo 27, pero las agencias de las Naciones Unidas esperan permiso de Israel para ingresar ayuda de modo masivo y paliar el hambre en ese territorio palestino, donde cada día niños y adultos mueren de inanición.
“Abrir todos los cruces y saturar Gaza con ayuda es la única manera de evitar una hambruna aún más profunda entre la población gazatí”, indicó en una declaración la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (Unrwa) en esta capital jordana.
Más de 100 personas han muerto de inanición en Gaza este año, al menos 40 solo este julio, según la Unrwa, mientras en países vecinos, Egipto y Jordania, aguardan alimentos almacenados por la ONU suficientes para abastecer durante tres meses a toda la población de la Franja, unos 2,3 millones de habitantes.
Israel ha vedado el acceso de ayuda de la ONU a la Franja, restringió la entrega de comida a puntos de la Fundación Humanitaria Gaza -que estableció junto a Estados Unidos- pero más de 1000 palestinos han muerto abaleados por fuerzas israelíes cuando han acudido a buscar alimentos a las áreas de distribución.
Bajo la presión de la opinión internacional, impresionada por el hambre y la muerte en Gaza, Israel aceptó el fin de semana abrir cada día, durante algunas horas, una ruta de acceso para camiones con ayuda humanitaria en la Franja de 365 kilómetros cuadrados, desde el suroeste hasta la arruinada ciudad de Gaza al norte.
Un centenar de camiones con alimentos pudieron ingresar el domingo 27, pero un número de ellos todavía indeterminado fue asaltado por palestinos desesperados. Organizaciones benéficas de Jordania y Egipto despacharon unos 150 este lunes, pero aún no hay reportes completos sobre los resultados de esos viajes.
Mientras accede la ayuda, los bombardeos y ataques de infantería no se detienen, y la autoridad de salud de Gaza, en manos del movimiento islamista Hamas, indicó este lunes 28 que en cuestión de 24 horas murieron 98 personas, de las cuales 25 estaban en puntos de distribución de ayuda humanitaria.
Según la misma fuente, 1157 personas murieron en esas zonas de distribución, este año, y un total de 59 900 perecieron por los ataques israelíes desde que estalló el actual conflicto en octubre de 2023.
La ofensiva militar israelí, que además de muertos, heridos y desaparecidos ha destruido la mayor parte de lo edificado en Gaza, se desató después de que Hamas atacó el sur de Israel el 7 de octubre de 2023 y en esa acción perecieron unas 1200 personas y 250 fueron tomadas como rehenes.
Junto con los problemas de desplazamiento, de carencia de salud y elementales servicios e higiene, la población experimenta niveles de hambre al punto de que según responsables de la Unrwa uno de cada tres gazatíes “no ha comido en días” y la debilidad física doblega al personal médico y humanitario.
También durante el fin de semana aviones militares de Egipto y Jordania lanzaron en paracaídas sacos con alimentos sobre áreas pobladas de Gaza, pero las agencias de la ONU advierten de que es una ayuda muy pequeña y poco eficaz, a no poderse constatar quiénes la reciben.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha sostenido de manera reiterada que “nunca debemos aceptar el hambre como un arma de guerra”.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump -un decidido partidario de Israel y de su primer ministro Benjamín Netanyahu- dijo en el Reino Unido, anunció en el Reino Unido, donde se encuentra de visita, la donación de unos 60 millones de dólares para enviar comida a la población gazatí.
“Solo esperamos que vaya a las personas que lo necesitan, porque mucha la roba Hamás o alguien, alguien se la roba”, dijo Trump, y comentó que “Israel tiene mucha responsabilidad y puede hacer mucho” para que se incremente la entrada de alimentos y suministros médicos a la Franja.
En la sede de las Naciones Unidas en Nueva York se inició una conferencia de decenas de países, auspiciada por Arabia Saudí y Francia, para promover la solución de dos Estados a la controversia de décadas entre Israel y Palestina.
Y en Tel Aviv, por primera vez dos importantes organizaciones israelíes de derechos humanos han producido un documento, “Nuestro genocidio”, en el que acusan ese crimen de lesa humanidad al gobierno de Netanyahu, mediante un deliberado “asalto genocida” sobre la población palestina.
Ellas son el Centro Israelí de Información para los Derechos Humanos de los Territorios Ocupados (B´Tselem) y la organización Médicos por los Derechos Humanos (PHR en inglés).
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