OAKLAND, Estados Unidos – El 16 de julio de 2025 se cumplirán 80 años de la prueba «Trinity», la primera detonación nuclear, realizada en Alamagordo, Nuevo México, y el 6 y el 9 de agosto se cumplirán 80 años de los bombardeos atómicos de Estados Unidos sobre Hiroshima y Nagasaki.
En lugar de conmemorar esos sombríos aniversarios como un triste recuerdo del pasado, este año sirven como una advertencia premonitoria de lo que puede estar por venir.
Las amenazas nucleares de Rusia en su guerra contra Ucrania han dejado claro que los peligros de una guerra nuclear son reales y actuales.
Las tensiones en todo el mundo, incluidas las existentes entre Estados Unidos y China por Taiwán y el Mar de China Meridional, y las crisis de seguridad crónicas en la península de Corea y en Medio Oriente, constituyen otros posibles focos de conflicto nuclear.
Los recientes enfrentamientos armados entre la India y Pakistán han demostrado que los riesgos a corto plazo de una guerra nuclear son múltiples y globales.
Como reflejo de la urgencia del momento, el 20 de junio, el día antes de que Estados Unidos bombardease la infraestructura tecnológica nuclear de Irán, el Comité Permanente de Asuntos Internacionales de la Conferencia de Alcaldes de Estados Unidos (USCM, en inglés) aprobó por unanimidad una nueva resolución muy oportuna, titulada «Instando a Estados Unidos a que lidere el mundo para alejarlo del borde de la guerra nuclear y detener y revertir la carrera armamentística nuclear».
Fue adoptada oficialmente en la sesión de clausura de la 93 Reunión Anual de la USCM, celebrada en Tampa, una ciudad del estado de Florida, el 22 de junio.
Durante la reunión del comité, la presidenta en funciones, la alcaldesa Martha Guerrero, de West Sacramento, en el estado de California, una de las copatrocinadoras de la resolución, aseguró que «en un mundo cada vez más interconectado, los alcaldes están asumiendo el papel de diplomáticos».

«Los alcaldes estadounidenses e internacionales están configurando la política exterior desde la base», añadió.
Este es el vigésimo año consecutivo en que la USCM aprueba una resolución presentada por los miembros estadounidenses de Alcaldes por la Paz.
La USCM es la asociación oficial no partidista de más de 1400 ciudades estadounidenses con una población superior a 30 000 habitantes. Las resoluciones aprobadas en sus reuniones anuales se convierten en la política oficial de la USCM que guía los esfuerzos de promoción de la organización durante el año siguiente.
La nueva resolución de Alcaldes por la Paz señala que el gasto militar mundial ascendió a 2718 billones de dólares en 2024, y que Estados Unidos representó 37 % del gasto militar mundial, más que los nueve países siguientes juntos, más del triple que China y casi siete veces más que Rusia.
Señala que la Oficina Presupuestaria del Congreso ha proyectado que, si se llevan a cabo, los planes de Estados Unidos para operar, mantener y modernizar sus sistemas estratégicos y tácticos de lanzamiento de armas nucleares y las armas que transportan costarían un total de 946 000 millones de dólares durante el periodo 2025-2034.
Supone una media de unos 95 000 millones de dólares al año, una cantidad 25 % (190 000 millones de dólares) superior a su estimación de 2023, que era de 756 000 millones de dólares para el periodo 2023-2032.
En respuesta a estos crecientes peligros nucleares y al aumento vertiginoso de los costes, la USCM «insta al presidente a liderar un esfuerzo mundial para alejar al mundo del abismo nuclear, detener y revertir la carrera armamentística nuclear mundial y prevenir la guerra nuclear, entablando negociaciones de buena fe con los otros ocho Estados poseedores de armas nucleares, en particular la Federación de Rusia y China».
Ello, añade, «con el fin de detener cualquier nueva acumulación de arsenales nucleares y reducir y eliminar de forma verificable los arsenales nucleares de acuerdo con calendarios negociados; y buscando la renuncia de todos los Estados con armas nucleares a la opción de utilizar armas nucleares».
En primer lugar, USCM, se hace necesario aplicar controles y contrapesos eficaces a la autoridad exclusiva del comandante en jefe para ordenar el uso de las armas nucleares de los Estados Unidos; poner fin a la postura de «alerta máxima» de la era de la Guerra Fría; poner fin a los planes de producción y despliegue de nuevas ojivas nucleares y sistemas vectores; y mantener la moratoria mundial de facto sobre los ensayos con explosivos nucleares».
En segundo lugar, la USCM también «insta al presidente a proteger a las comunidades y los trabajadores afectados por las armas nucleares mediante la reparación completa del legado mortal de la contaminación ambiental causada por las actividades pasadas y actuales de ensayo, desarrollo, producción, almacenamiento y mantenimiento de armas nucleares, y proporcionando control sanitario, indemnización y atención médica a quienes han sufrido y sufrirán daños por la investigación, los ensayos y la producción de armas nucleares, incluso mediante la ampliación del programa de la Ley de Indemnización por Exposición a la Radiación».
En tercer lugar, la USCM también «insta al presidente (Donald Trump) a planificar activamente una transición económica justa para la mano de obra civil y militar involucrada en el desarrollo, ensayo, producción, gestión y desmantelamiento de armas nucleares, así como para las comunidades que dependen económicamente de los laboratorios, instalaciones de producción y bases militares de armas nucleares».
E insta al Congreso a aprobar la H. Res. 317, «instando a los Estados Unidos a liderar el mundo para alejarse del borde de la guerra nuclear y detener y revertir la carrera armamentística nuclear», que engloba los puntos anteriores, presentada por el representante Jim McGovern (MA) el 9 de abril de 2025″.
Por último, la resolución insta al gobierno y al Congreso a recortar el aumento del gasto militar y en armas nucleares y a restablecer la financiación de programas fundamentales para las ciudades estadounidenses, como el Programa de Subvenciones para el Desarrollo Comunitario y el Programa de Asociación para la Inversión en Viviendas (Home), así como a preservar y reforzar Medicaid como cuestión de seguridad pública.
El principal patrocinador de la resolución, el alcalde Quentin Hart, de Waterloo, del estado de Iowa, comentó: «Como funcionario electo y patrocinador original, reconozco el valor de la vida humana y nuestro deber como líderes de dejar un mundo mejor para las generaciones futuras. En este momento de conflicto y división, esta resolución nos recuerda que nos queda mucho por hacer».
«Es esencial examinar cómo utilizamos las armas nucleares y fomentar un diálogo global significativo para prevenir los conflictos nucleares y promover la paz. Es un honor para mí estar junto a otros alcaldes de todo el mundo como miembro de Alcaldes por la Paz, abogando por un futuro más seguro y pacífico», añadió.
Tal y como se reconoce en la resolución, Alcaldes por la Paz, liderada por los alcaldes de Hiroshima y Nagasaki, trabaja por un mundo sin armas nucleares, ciudades seguras y resilientes y una cultura de paz. Hasta el 1 de junio de 2025, Alcaldes por la Paz ha crecido hasta alcanzar las 8487 ciudades en 166 países y territorios, con 230 miembros estadounidenses.
Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.
La USCM ha trazado una vez más un camino responsable. Ya es hora de que el Gobierno federal escuche a los representantes electos más cercanos al pueblo. Esta resolución no podría ser más oportuna ni más urgente.
El compromiso común y sensato de los alcaldes de todo el país y de todo el mundo con la eliminación global de las armas nucleares es un rayo de esperanza en estos tiempos oscuros.
La resolución de la USCM Alcaldes por la Paz de 2025 fue patrocinada por el alcalde Quentin Hart, de Waterloo, Iowa, y copatrocinada por una veintena de alcaldes.
T: MF / ED: EG