Protegida contra el tabaco la mayoría de la población mundial

El consumo del tabaco, más el impacto del humo en personas no fumadoras, ocasiona todavía siete millones de muertes cada año. Se registran progresos contra el tabaquismo en todas las regiones del mundo, pero la Organización Mundial de la Salud pide a los gobiernos avanzar en las seis grandes medidas propuestas para su combate y control hasta alcanzar la calificación de mejores prácticas en sus respectivos países. Imagen: Jonathan Kemper / Unsplash

GINEBRA – Unos 6100 millones de personas, tres cuartas partes de la población mundial, vive en países con políticas y medidas de control contra el tabaco, pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) pide seguir trabajando porque ese consumo aún es causa de siete millones de muertes cada año.

Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la organización, dijo que “20 años después de la adopción del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, hay mucho que celebrar, pero la industria tabacalera sigue evolucionando y nosotros también debemos hacerlo”.

“La unión de la ciencia, las políticas y la voluntad política puede ayudarnos a crear un mundo en el que el tabaco ya no se cobre vidas, dañe a las economías o robe el futuro de la población. Juntos, podemos poner fin a la epidemia de tabaquismo”, expresó.

El informe 2025 de la OMS sobre la epidemia del tabaquismo se centra en las seis medidas de la agencia de salud de las Naciones Unidas que han demostrado eficacia a la hora de reducir el impacto de esa epidemia en el mundo.

 

Ellas son vigilar el consumo de tabaco y las políticas de prevención, proteger a la población del humo de tabaco con legislación que regule los ambientes sin humo, y ofrecer ayuda para abandonar el consumo de tabaco, en primer lugar.

Luego, alertar sobre los peligros del tabaco mediante etiquetas en los paquetes y a través de los medios de comunicación masiva, hacer cumplir las prohibiciones sobre publicidad, promoción y patrocinio del tabaco, y aumentar los impuestos a los productos de tabaco.

Desde 2007, cuando se inició ese plan conocido como Mpower (acrónimo por las primeras palabras en inglés de las seis medidas propuestas), 155 países han implementado al menos una de las medidas a fin de reducir el consumo de tabaco hasta el nivel considerado como una mejor práctica.

Actualmente, más de 6100 millones de personas, es decir, tres cuartas partes de la población del planeta, están protegidas por al menos una de esas políticas, a diferencia de la situación en 2007, cuando solo lo estaban 1000 millones.

Cuatro países han implementado todas las medidas previstas en el plan Mpower: Brasil, Mauricio, Países Bajos y Türkiye. Siete países están a solo una medida de aplicar íntegramente el plan, lo que equivale al nivel más elevado de control del tabaco: Eslovenia, España, Etiopía, Irlanda, Jordania, México y Nueva Zelandia.

Sin embargo, hay importantes lagunas. En 40 países ni una sola de las medidas previstas en el plan está al nivel considerado como una mejor práctica, y más de 30 países permiten la venta de cigarrillos sin las advertencias sanitarias obligatorias.

En esas advertencias sanitarias gráficas se han producido los mayores avances en los países que los han aplicado. Actualmente, estas advertencias son obligatorias en 110 países solo nueve en 2007-, de modo que protegen a 62 % de la población mundial, y 25 países han adoptado el empaquetado neutro.

No obstante, la OMS advierte incoherencias en el cumplimiento de estas medidas y, en el caso del tabaco sin humo, el empaquetado sigue insuficientemente regulado.

A pesar de su eficacia, 110 países no han llevado a cabo ninguna campaña antitabaco desde 2022. Sin embargo, 36 % de la población mundial vive hoy en países que han hecho campañas para dar a conocer las mejores prácticas, frente a solo 19 % en 2022.

Los impuestos, los servicios para dejar de fumar y las prohibiciones de la publicidad han ido en aumento, pero se requieren muchas mejoras: en materia de fiscalidad, 134 países no han logrado hacer que los cigarrillos sean menos asequibles.

Desde 2022, solo tres han aumentado los impuestos hasta el nivel considerado como una mejor práctica.

En cuanto al abandono del tabaco, solamente 33 % de las personas en todo el mundo tienen acceso a servicios para dejar de fumar y cuyo costo esté cubierto.

En lo que respecta a la prohibición de la publicidad, 68 países, que abarcan a más del 25 % de la población mundial cuentan con prohibiciones al nivel considerado como una mejor práctica.

Alrededor de 1,3 millones de personas mueren cada año a causa del humo de tabaco ajeno. En la actualidad, 79 países, que abarcan a un tercio de la población mundial, se han dotado de manera generalizada de espacios sin humo.

Desde 2022, seis países más (Eslovenia, Indonesia, Islas Cook, Malasia, Sierra Leona y Uzbekistán) han adoptado leyes estrictas sobre entornos sin humo, pese a la resistencia de la industria, especialmente en los establecimientos de hostelería.

Ha habido una tendencia al alza en lo que respecta a regular el uso de cigarrillos electrónicos, o sistemas electrónicos de administración de nicotina. El número de países que han regulado o prohibido estos sistemas ha pasado de 122 en 2022 a 133 en 2024, una señal evidente de que se está prestando más atención a estos productos.

La OMS hace un llamamiento para que se adopten medidas urgentes en aquellas zonas en las que el impulso es insuficiente.

“Los gobiernos deben actuar con audacia para poner remedio a las deficiencias que persisten, fortalecer la aplicación de la ley e invertir en aquellas herramientas que se ha demostrado que salvan vidas”, insistió el médico Ruediger Krech, director de Promoción de la Salud en la OMS.

A-E/HM

 

 

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