Opinión

Ocultar las cifras y controlar el mensaje

Este es un artículo de opinión de Joseph Chamie, demógrafo, consultor independiente y exdirector de la División de Población de las Naciones Unidas.Jo

El primer paso para quienes quieren acceder al poder es ocultar las cifras y controlar el mensaje, asegura el demógrafo Joseph Chamie en una opinión para IPS.
Muchos gobiernos utilizan distintos métodos, como la censura en internet, el control de los medios y la vigilancia, para ocultar las cifras y controlar el mensaje. Estas tácticas restringen el acceso a la información, moldean la opinión pública y monitorean la actividad en línea. Imagen: Shutterstock

PORTLAND, Estados Unidos – En el pasado, William Shakespeare escribió en su obra Enrique VI que el primer paso para quienes buscaban poder era “matar a todos los abogados”. Ahora, ese primer paso para quienes quieren acceder al poder es ocultar las cifras y controlar el mensaje.

Varios líderes gubernamentales han adoptado una estrategia política que consiste en suprimir datos básicos, información vital y a los estadísticos y científicos que recolectan, analizan y difunden estas cifras.

Sin acceso a datos neutrales, información objetiva y análisis técnicamente sólidos, las poblaciones quedan desinformadas e incapaces de expresar disenso. Con frecuencia, se recurre a la censura para suprimir cifras que podrían contradecir los objetivos de los funcionarios gubernamentales en el control del mensaje.

Para obtener poder sobre una sociedad, se están suprimiendo datos esenciales económicos, sociales, sanitarios, medioambientales y demográficos, junto con los informes resultantes. Esta supresión se logra al dejar de recolectar, analizar, publicar y difundir información objetiva sobre niveles y tendencias.

Los estadísticos, científicos y otras personas responsables de recolectar y reportar datos están siendo despedidos, amenazados o silenciados. Las instituciones que generan conocimiento y realizan estudios están siendo desfinanciadas y reducidas.

Muchos gobiernos usan diversos métodos, como la censura en internet, el control de los medios y la vigilancia, para ocultar las cifras y controlar el mensaje. Estas tácticas restringen el acceso a la información, moldean la opinión pública y monitorean la actividad en línea.

La estrategia principal de muchos líderes gubernamentales hoy es ocultar las cifras y controlar el mensaje. Cualquier dato que contradiga su mensaje se etiqueta como falso, noticias falsas, mentiras o traición, lo que puede implicar acciones legales, sanciones penales y prisión para quienes difundan información considerada falsa por las autoridades.

El autor, Joseph Chamie

En países como Cuba, Etiopía, Eritrea, Myanmar, Corea del Norte y Turkmenistán, por ejemplo, los medios actúan como portavoces de los funcionarios gubernamentales. Otros países, como Azerbaiyán, Belarús, Camboya, China, Egipto, Hungría, Irán, Arabia Saudí, Serbia, Somalia, Venezuela, Vietnam y Yemen, utilizan el acoso, la vigilancia y las detenciones para controlar a los medios y el mensaje.

En Rusia, las principales estadísticas demográficas sobre nacimientos, muertes, matrimonios y divorcios fueron clasificadas tras la caída de las tasas de natalidad.

Durante unas cuatro décadas, la tasa global de fecundidad en Rusia se mantuvo muy por debajo del nivel de reemplazo, con una estimación de aproximadamente 1,4 nacimientos por mujer en 2024, y la cantidad de nacimientos disminuyó a niveles históricamente bajos.

Ya no se publican datos poblacionales detallados, lo que ha llevado a una falta de estadísticas demográficas disponibles al público desde marzo de 2025.

Las autoridades rusas reconocen que, pese a que su país es el más grande del mundo, su población está disminuyendo cada año debido a las tasas de fecundidad por debajo del nivel de reemplazo.

Tras décadas de crecimiento poblacional, la población de Rusia alcanzó un pico cercano a los 150 millones en 1990 y ha ido disminuyendo desde entonces.

La población actual de Rusia, de unos 144 millones, seguiría disminuyendo y llegaría a unos 126 millones hacia finales de siglo, según la proyección de variante media de Naciones Unidas. Sin migración, no obstante, se estima que la población rusa en 2100 descendería a 88 millones, es decir, alrededor de 60 % de su tamaño actual (Imagen 1).

Imagen 1. Población estimada y proyectada de Rusia: 1950-2100. Fuente: Naciones Unidas

Para combatir la caída en las tasas de natalidad, las autoridades rusas han restringido el acceso al aborto y a los anticonceptivos. Implementaron medidas como la prohibición de lo que llaman “propaganda antinatalista” y la promoción de los valores familiares tradicionales. Además, anunciaron recientemente una prohibición de las series de televisión y películas donde las mujeres priorizan sus carreras por sobre la maternidad.

De manera similar, en Estados Unidos, los líderes gubernamentales están desmantelando y silenciando organismos que recolectan, analizan e informan datos vitales.

Las plataformas de comunicación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), por ejemplo, se han silenciado. Datos sanitarios cruciales fueron eliminados del acceso público y muchos boletines del CDC dejaron de distribuirse.

Las alertas sobre brotes de enfermedades, que antes se enviaban a los profesionales de salud suscritos a la Red de Alerta Sanitaria del CDC, no se han difundido desde marzo. Además, funcionarios estadounidenses recortaron fondos, despidieron personal y negaron la existencia de datos negativos.

Aunque algunos sitios web federales de salud fueron restaurados, otros siguen fuera de línea tras haberse eliminado ciertas cifras. El CDC reconoció que su sitio web está siendo modificado para cumplir con órdenes ejecutivas del presidente.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

Otro organismo que ha sufrido despidos y recortes presupuestarios, lo que ha generado riesgos para la seguridad y el bienestar públicos, es el Servicio Meteorológico Nacional. Estos recortes han afectado la recolección de datos fundamentales para elaborar pronósticos y al personal que analiza esos datos para emitir alertas críticas sobre fenómenos climáticos extremos o peligrosos.

Para controlar el mensaje, los funcionarios estadounidenses redujeron fondos, despidieron y silenciaron personal, y desestimaron abiertamente las consecuencias de sus actos.

Los funcionarios niegan datos y hallazgos negativos sobre niveles y tendencias reportados. También desestiman cualquier cosa que no les guste escuchar, acusando a los científicos, estadísticos y otros de traición y de propagar falsos rumores. Y con frecuencia culpan a administraciones anteriores por los problemas que no pueden negar.

Los datos sobre los efectos económicos de los aranceles recientemente anunciados por Estados Unidos —como el aumento de precios para consumidores y empresas— también están siendo ocultados, negados, minimizados o descartados.

En contraste con la visión de destacados economistas y de gran parte del sector empresarial, los funcionarios de la administración desvían críticas legítimas argumentando que los aranceles beneficiarán a las industrias nacionales, reducirán el déficit comercial y contribuirán a la seguridad nacional e independencia estratégica.

Los esfuerzos por eliminar lo que la administración denomina despilfarro, fraude y abuso han dificultado la recolección, análisis y difusión de datos, provocado la suspensión o despido de decenas de miles de empleados federales, causado interrupciones en servicios y afectado negativamente la investigación y el desarrollo en distintas agencias.

Se oculta información preocupante al público, y las justificaciones para los cambios de políticas y despidos suelen ser confusas, ilógicas o simplemente falsas.

Por ejemplo, las cifras sobre los recortes propuestos en servicios y programas financiados por el gobierno, como Medicaid y el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, que otorga beneficios alimentarios a familias de bajos ingresos, sumados a los enormes beneficios fiscales para los sectores más ricos, se explican mediante retórica patriótica, temas irrelevantes, lógica política absurda y promesas vacías.

También, al igual que Rusia, funcionarios estadounidenses desean aumentar la baja tasa de fecundidad del país, que en 2024 fue de unos 1,6 nacimientos por mujer.

Además de culpar a las mujeres por esta baja natalidad, algunos funcionarios se refirieron a mujeres destacadas sin hijos como “solteronas con gatos” y están promoviendo el regreso a los roles tradicionales de hombres y mujeres en la sociedad estadounidense.

Los funcionarios de la administración proponen un incentivo económico modesto de unos 5000 dólares por cada hijo nacido. Asimismo, un proyecto de ley presentado en la Cámara de Representantes propone otorgar 1000 dólares a los niños nacidos entre 2025 y 2028, que podrían ser invertidos en su nombre.

La población de Estados Unidos, que en 1950 era de unos 152 millones, ha más que duplicado su tamaño hasta alcanzar los 342 millones en 2025.

Sin embargo, nuevamente, al igual que en Rusia, el crecimiento futuro de la población estadounidense depende de la migración. La Oficina del Censo informa que, sin migración, se proyecta que la población del país disminuirá en cerca de un tercio hacia finales de siglo.

También según la proyección de variante media de Naciones Unidas, se espera que la población estadounidense alcance los 420 millones hacia 2100. Sin migración, no obstante, se estima que en 2100 la población estadounidense descendería a 268 millones, es decir, aproximadamente 78 % de su tamaño actual (Imagen 2).

Imagen 2. Población estimada y proyectada de Estados Unidos: 1950-2100.Fuente: Naciones Unidas

En 1948, la Asamblea General de Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal de Derechos Humanos. En su artículo 19, se establece que toda persona tiene derecho a buscar, recibir y difundir informaciones y opiniones.

Asimismo, en las últimas décadas, muchos países, especialmente en Europa, reconocieron la importancia de garantizar que los sistemas estadísticos nacionales pudieran generar datos y análisis adecuados, cumpliendo ciertos estándares profesionales y científicos.

En 1994, la Comisión de Estadística de Naciones Unidas adoptó los Principios Fundamentales de las Estadísticas Oficiales. Dos décadas más tarde, la Asamblea General respaldó dichos Principios, subrayando el papel fundamental de la información estadística oficial de alta calidad para el análisis y la toma de decisiones informadas, así como para apoyar el desarrollo sostenible, la paz y la seguridad.

En resumen, para promover una toma de decisiones informada y evitar que los gobiernos oculten datos y controlen el mensaje, la transparencia, la objetividad y la rendición de cuentas son fundamentales. Estas cualidades son necesarias para exigir responsabilidades a los funcionarios y garantizar que la ciudadanía reciba información objetiva, confiable y oportuna.

Joseph Chamie es demógrafo y consultor, exdirector de la División de Población de las Naciones Unidas y autor de numerosas publicaciones sobre temas de población, incluido su libro más reciente: “Niveles de población, tendencias y diferenciales”.

T: GM / ED: EG

 

 

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