NACIONES UNIDAS – Estados Unidos, aliado incondicional de Israel desde hace largo tiempo, está amenazando a los Estados miembros de la ONU para que no participen en una próxima reunión de alto nivel destinada a reconocer una solución de dos Estados al conflicto entre Israel y Palestina.
La reunión, que estará copresidida por Francia, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, y Arabia Saudí, un fuerte aliado político de Estados Unidos, está prevista que se desarrolle entre los días 17 y 20 de este mes de junio.
Según el diario londinense The Guardian, la administración de Donald Trump está disuadiendo a los gobiernos de todo el mundo de asistir a la conferencia.
La nota diplomática, enviada dos semanas antes de la prevista reunión, afirma que los países que tomen «medidas contra Israel» tras la conferencia serán considerados contrarios a los intereses de la política exterior estadounidense y podrían sufrir consecuencias diplomáticas por parte de Washington.
«Estados Unidos se opone al apoyo implícito de la conferencia a posibles medidas, como boicots y sanciones contra Israel, así como otras medidas punitivas», reza la misiva.
Estados Unidos también se opone a «cualquier medida que reconozca unilateralmente un Estado palestino hipotético, lo que añadiría importantes obstáculos jurídicos y políticos a la resolución final del conflicto y podría coaccionar a Israel durante una guerra, apoyando así a sus enemigos», según la nota diplomática recogida por el diario israelí Jerusalem Post.
Sarah Leah Whitson, directora ejecutiva de Democracy for the Arab World Now (Dawn) y exdirectora de la división de Medio Oriente y Norte de África de Human Rights Watch, dijo a IPS que la comunidad internacional debería rechazar «la descarada intimidación» de la administración Trump para impedirles asistir a una conferencia sobre la condición de Estado palestino.
Afirmó que la comunidad internacional tiene el deber legal y moral de ayudar a poner fin a la ocupación ilegal y al régimen de apartheid de Israel contra Palestina.
«Estados Unidos se encuentra cada vez más aislado del resto del mundo debido a su destructiva sumisión al dictado israelí», consideró Whitson.
Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó a periodistas el viernes 6 de junio que «es absolutamente esencial mantener viva la perspectiva de la solución de dos Estados con todas las cosas terribles que estamos presenciando en Gaza y Cisjordania».
Y añadió: «A aquellos que dudan de la solución de dos Estados, les pregunto: ¿Cuál es la alternativa? ¿Es una solución de un solo Estado en la que los palestinos son expulsados o obligados a vivir en su tierra sin derechos?».
Mientras tanto, ¿parece que la alianza occidental proisraelí de larga data está a punto de desmoronarse gradualmente?. La respuesta es que existen crecientes grietas, pero que no bastan para un cambio de guion todavía.
La Organización de Cooperación Islámica (OCI) acogió con satisfacción la primera semana de junnio la decisión tomada conjuntamente por cinco países occidentales —Australia, Canadá, Noruega, Nueva Zelanda y Reino Unido- de imponer sanciones a dos ministros extremistas del gobierno israelí.
La medida se consideró «un paso importante para defender la justicia y la rendición de cuentas y poner fin a la impunidad de los funcionarios israelíes implicados en crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad, incitación a la violencia, terrorismo organizado y genocidio».
La OCI afirmó que «condenaba enérgicamente la irrupción, una vez más, del ministro de Seguridad Nacional, Itamar ben Gvir, en la mezquita sagrada de Al Aqsa, bajo la protección de las fuerzas de ocupación israelíes».
Lo calificó como una nueva provocación a los sentimientos de todos los musulmanes y una peligrosa escalada de los planes de la ocupación israelí destinados a cambiar la situación histórica y jurídica de los lugares sagrados de Jerusalén, en particular la mezquita de Al Aqsa.
Tal y como se establece en la resolución 79/81 de la Asamblea General de la ONU, la conferencia que se inicia el día 17 elaborará un documento final orientado a la acción titulado «Solución pacífica de la cuestión de Palestina y aplicación de la solución de dos Estados».
Mientras tanto, dos países europeos, España e Irlanda, han reconocido ya a Palestina como Estado soberano.
Stephen Zunes, profesor de Política y Estudios Internacionales en la Universidad de San Francisco y coordinador del programa de Estudios sobre Medio Oriente, dijo a IPS que, en lugar de reconocer que la seguridad de Israel y los derechos de los palestinos son mutuamente dependientes, «la administración Trump, haciéndose eco de la extrema derecha israelí, insiste en que se trata de un juego de suma cero».
En su opinión, señaló, cualquier conversación sobre una solución de dos Estados, incluso un miniestado en solo 22 % de la Palestina histórica, se lo considera «antiisraelí».
«El hecho de que, en lugar de limitarse a boicotear la conferencia, la administración Trump esté amenazando con consecuencias diplomáticas a los países que asistan es indicativo de las medidas extremas que está dispuesta a tomar en apoyo del expansionismo israelí», afirmó.
Sin embargo, a su juicio la política exterior del Partido Demócrata no ha sido muy diferente a la que exhibe ahora Trump y su Partido Republicano.
Aunque afirman apoyar una solución de dos Estados, señaló Zunes, «los sucesivos gobiernos demócratas y los líderes del Congreso se han negado a reconocer al Estado de Palestina».
Junto con Israel, han vetado las resoluciones de la ONU que permiten a Palestina adherirse como miembro, se han retirado incluso de entidades de la ONU que incluyen a Palestina y se han opuesto a presionar a Israel para que permita el surgimiento de un Estado palestino.
También han descartado categóricamente apoyar la creación de un Estado palestino fuera de los términos israelíes, incluso cuando el gobierno de Tel Aviv lo ha descartado categóricamente.
«En la práctica, pues, poco ha cambiado en la política estadounidense», dijo Zunes.
Sobre la respuesta de la ONU ante las amenazas de Washington contra la participación en la conferencia que comienza el día 17, el portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq, dijo a los periodistas el miércoles 11: «Creo que todos los Estados miembros del sistema tomarán sus propias decisiones, de acuerdo con sus propios intereses».
«Pero esperamos que haya una amplia asistencia a esta reunión», añadió y recordó la posición esgrimida a comienzos de junio por Guterres, cuando explicó la importancia de mantener viva la solución de dos Estados.
Haq afirmó: «Creo que el secretario general ha sido muy claro y directo sobre los retos a los que se enfrenta la solución de dos Estados. Y también ha sido claro, como les dijo el viernes pasado (el 6 de junio), sobre cuáles son las alternativas».
«Necesitamos una solución en la que los pueblos de Israel y Palestina puedan convivir en paz y seguridad. Esta es la única solución que la comunidad internacional ha adoptado y ha podido intentar impulsar a lo largo de los años», añadió.
Haq concluyo que «es evidente que hay desafíos, y en este momento son muy claros. Pero este es el camino que tenemos por delante y debemos aceptarlo».
T: MF / ED: EG