Un trabajador labora en el procesamiento del mango en la microindustria estatal Villaroja, en la provincia de Artemisa, colindante al suroeste con La Habana. Las microindustrias estatales cubanas han conseguido mayor capacidad de invertir en infraestructura, debido a diversos mecanismos de comercialización en dólares de sus productos. Imagen: Jorge Luis Baños /IPS

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