La planta principal de la central hidroeléctrica de Belo Monte, en el río XIngu, Amazonia oriental de Brasil. Con capacidad de 11 233 megavatios, empezó a operar en 2016 y provocó graves daños ambientales y sociales en la Vuelta Grande del Xingú, una curva del río cuyas aguas, en su mayor parte, fueron desviadas a un canal para la generación eléctrica. Imagen: Joédson Alves / Agência Brasil

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