NACIONES UNIDAS – Los recortes en la financiación humanitaria y de desarrollo por parte de Estados Unidos tendrán consecuencias “especialmente devastadoras” para las personas vulnerables de todo el mundo, y para sus propios intereses, advirtió este viernes 28 el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres.
“La reducción del papel humanitario y de la influencia de Estados Unidos irá en contra de los intereses estadounidenses a nivel mundial”, aseveró Guterres.
Con la premisa “Estados Unidos primero”, el gobierno del presidente republicano Donald Trump lanzó una ofensiva de reducción de gastos y de la cooperación internacional sostenida por su país desde mediados del siglo XX.
Destaca la reducción de 92 % -unos 60 000 millones de dólares anuales- en el presupuesto de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid en inglés), con lo que se eliminan 5800 programas de cooperación y 4100 subvenciones en todo el mundo.
Guterres reconoció en un encuentro con la prensa en la ONU que “la generosidad y la compasión del pueblo estadounidense no sólo han salvado vidas, construido la paz y mejorado el estado del mundo, sino que también han contribuido a la estabilidad y la prosperidad de las que dependen los estadounidenses”.
Subrayó que los recortes en la financiación humanitaria y de desarrollo por parte de Estados Unidos tendrán consecuencias “especialmente devastadoras” para las personas vulnerables de todo el mundo.
Los funcionarios de la ONU “están orgullosos de lo que hemos logrado juntos, como socios”, dijo Guterres, pero de seguir adelante Estados Unidos con sus recortes “hará que el mundo sea menos sano, menos seguro y menos próspero”.
Agregó su esperanza de que esas decisiones puedan revertirse “sobre la base de revisiones más cuidadosas”, y todos los organismos de la ONU están dispuestos a proporcionar “la información y la justificación necesarias” sobre sus proyectos.
Explicó que los recortes afectan a una amplia gama de programas críticos en torno a la ayuda humanitaria, el apoyo a comunidades afectadas por guerras o catástrofes naturales, la lucha contra el terrorismo y el tráfico ilícito de drogas.
Según datos de la ONU, más de nueve millones de personas se quedarán sin servicios sanitarios y de protección en Afganistán (durante años gran productor de opiáceos), con la suspensión de cientos de equipos sanitarios móviles y otros servicios.
Los recortes también afectarán a los programas desplegados en el noreste de Siria, donde 2,5 millones de personas necesitan ayuda.
En Ucrania, la ayuda mediante el dinero en efectivo, que llegó a un millón de personas en 2024, se ha suspendido en regiones clave.
En Sudán del Sur, se ha agotado la financiación de los programas de apoyo a las personas que han huido del conflicto en el vecino Sudán, dejando las zonas fronterizas peligrosamente superpobladas, indicó el secretario general.
Entre las agencias, la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito se verá obligada a interrumpir muchos de sus programas de lucha contra los estupefacientes, incluido el que combate la crisis del fentanilo, y a reducir drásticamente las actividades contra la trata de seres humanos.
También han dejado de financiar muchos programas de lucha contra el VIH/sida, la tuberculosis, la malaria y el cólera.
Guterres dijo que, gracias a la generosidad de los donantes liderados por Estados Unidos, la ONU asiste y protege a más de 100 millones de personas cada año a través de su programación humanitaria.
Insistió en que todos los coordinadores humanitarios sobre el terreno están “actualizando urgentemente las estrategias” sobre cómo proteger la mayor cantidad posible de trabajo para salvar vidas.
“Haremos todo lo posible para proporcionar ayuda vital a quienes la necesitan con urgencia. Y seguiremos esforzándonos por diversificar el grupo de generosos donantes que apoyan nuestro trabajo”, añadió el titular de la ONU.
Concluyó diciendo que la organización mantiene su compromiso de hacer que el esfuerzo humanitario mundial sea lo más eficiente, responsable e innovador posible, sin dejar de salvar vidas.
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