Cumbre en París se pronuncia por una inteligencia artificial ética

La inteligencia artificial necesita reglas que favorezcan la ética y su empleo para reducir la brecha digital entre los países más y menos avanzados, según acordó la cumbre de unos 60 gobiernos en París. Estados Unidos y el Reino Unido rehuyeron ese compromiso, alegando Washington que el desarrollo de la IA requiere un marco que la promueva en vez de sofocarla. Imagen: Sensechat

PARÍS – Cerca de 60 países, con la notoria excepción de Estados Unidos y el Reino Unido, acordaron este martes 11 en la capital francesa una posición común en favor de una inteligencia artificial (IA) abierta, inclusiva y ética, al concluir una cumbre de gobernantes que tuvo al presidente francés Emmanuel Macron como anfitrión.

“Se estableció un enfoque inclusivo, abierto y de múltiples partes interesadas que permitirá que la IA sea ética, segura, confiable y basada en los derechos humanos”, asentó la declaración final divulgada por el gobierno de Francia.

Al mismo tiempo, la cumbre, a la que acudieron gobernantes de naciones del Norte industrializado y del Sur en desarrollo, “destacó la necesidad y la urgencia de reducir las desigualdades y apoyar a los países en desarrollo para desarrollar sus capacidades de inteligencia artificial”, indicó el documento.

Entre los 58 gobiernos signatarios de la declaración -más la Unión Europea y la Unión Africana- figuraron cuatro de América Latina: Brasil, Chile, México y Uruguay.

Macron saludó la adopción del documento porque “estamos sentando aquí las bases, junto con la innovación y la aceleración, de lo que permitirá que la IA surja y se mantenga, es decir, las claves de la confianza”, según dijo.

“Necesitamos seguir avanzando en la gobernanza internacional de la inteligencia artificial”, lo cual “nos permitirá consolidar los elementos de confianza en la inteligencia artificial, y nos permitirá sentar las reglas porque las necesitamos para que la IA avance”, aseveró.

Macron insistió en que “básicamente, creemos en la innovación, en la aceleración, en la inversión, pero también queremos una IA confiable, una que recree la unidad en la comunidad internacional”.

En la cita, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, hizo un llamamiento a los países a que utilicen juntos la tecnología de IA “para reducir la brecha entre los países desarrollados y los países en desarrollo, no para ampliarla”.

“La IA ya está transformando nuestro mundo, pero su poder está en manos de unos pocos”, advirtió Guterres, por lo que es urgente acordar e implementar “barandillas globales” y compartir las mejores prácticas, “en aras de la solidaridad, las políticas equitativas y los negocios justos”.

La discrepancia de Estados Unidos con el acuerdo mayoritario fue marcada por el vicepresidente, James D. Vance, quien al rehusarse a firmar la declaración advirtió sobre las asociaciones “con regímenes autoritarios” y “una regulación excesiva” de la IA que “podría matar una industria en plena expansión”.

“Estados Unidos quiere asociarse con todos ustedes, pero necesitamos marcos regulatorios internacionales que fomenten la creación de tecnologías de IA en lugar de sofocarlas”, dijo Vance, y agregó que “haremos todo lo posible para promover políticas procrecimiento en materia de inteligencia artificial”.

El Reino Unido, por su parte, hizo saber que no firmó la declaración de París por “razones de interés nacional”.

En el documento acordado por la cumbre los gobiernos se comprometen a promover la accesibilidad de la IA para reducir la brecha digital, y garantizar que sea “inclusiva, transparente, ética, segura y confiable, de conformidad con los marcos internacionales”.

Asimismo, a “permitir la innovación en el campo de la IA, creando las condiciones propicias para su desarrollo y evitando la concentración del mercado, apoyando así la recuperación y el desarrollo industrial”.

También a “fomentar el despliegue de una IA que tenga un impacto positivo en el futuro del trabajo y los mercados laborales y que abra perspectivas de crecimiento sostenible”, así como a “fortalecer la cooperación internacional y promover la coordinación de la gobernanza internacional” en la materia.

Señalaron que los miembros fundadores “han lanzado una gran plataforma e incubadora para la IA de interés general, para apoyar, amplificar y reducir la fragmentación entre las iniciativas públicas y privadas sobre IA de interés general y cerrar la brecha digital”.

Al respecto, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció que la Unión Europea pretende movilizar 200 000 millones de euros en inteligencia artificial, en “la mayor asociación público-privada del mundo para el desarrollo de una IA fiable”.

La declaración recoge que en la cumbre “discutimos por primera vez, y en un formato de múltiples partes interesadas, temas relacionados con la IA y la energía”.

Junto con alentar el debate y fomentar inversiones en sistemas de IA sostenibles, la cumbre acordó crear un observatorio sobre los efectos energéticos de la IA en el marco de la Agencia Internacional de Energía (AIE).

Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE, expuso que las tendencias de demanda de electricidad ya se han visto afectadas por los centros de datos y otros requisitos clave de infraestructura de IA.

“Se construirán miles de centros de datos, y no hay IA sin energía. El reto para los gobiernos es encontrar electricidad de forma limpia, sostenible y asequible”, dijo Birol.

A la cumbre de París acudieron también representantes de empresas, del mundo académico y de investigación. Se acordó que la próxima cumbre sobre inteligencia artificial se realizará en India.

A-E/HM

 

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