DOHA – Israel y el movimiento islamista Hamás han logrado finalmente un acuerdo de cese el fuego al cabo de 15 meses de guerra en la palestina Franja de Gaza, según fuentes concordantes de las partes y de los mediadores, Egipto, Estados Unidos y Qatar.
La televisión israelí mostró a centenares de personas que se lanzaron a las calles de Tel Aviv al anochecer de este miércoles 15 para saludar el inminente acuerdo, mientras reportes desde Gaza daban cuenta de la ansiosa expectativa de la población, seguida igualmente de estallidos de júbilo en calles rodeadas de escombros.
El acuerdo prevé que, en una primera fase de seis semanas, Hamas entregará 33 rehenes (en su mayoría mujeres, menores, enfermos y heridos) a cambio de la progresiva liberación de centenares de palestinos prisioneros en cárceles de Israel.
Israel despejará de tropa parte del territorio que ha ocupado en la Franja, de 365 kilómetros cuadrados y 2,3 millones de habitantes, lo que representa una esperanza para mejorar la asistencia humanitaria a esa asediada población.
Más de 46 700 personas han muerto en Gaza, más de 100 000 han resultado heridas, y hay miles de desaparecidos, desde que se inició el actual conflicto el 7 de octubre de 2023, cuando un ataque de Hamás sobre el sur israelí causó la muerte de casi 1200 personas, en tanto otras 251 fueron tomadas como rehenes.
El acuerdo se produce a pocos días de que en Estados Unidos -principal soporte de Israel a la vez que activo mediador en busca de un alto el fuego- se produzca el relevo del actual mandatario demócrata Joe Biden por el republicano Donald Trump, el 20 de enero.
Trump escribió en la red Truth Social un mensaje celebrando el acuerdo entre Hamás e Israel: “Tenemos un acuerdo para los rehenes en Oriente Próximo. Serán liberados en breve. ¡Gracias!”.
El ministro de Exteriores de Israel, Guideon Saar, acortó una gira por Europa para atender este jueves 16 una votación en el gabinete del primer ministro Benjamín Netanyahu para dar luz verde al acuerdo de alto el fuego.
Netanyahu y sus colaboradores plantearon durante la guerra que el único modo de acabarla era con la liquidación de la capacidad ofensiva de Hamás. Recientemente, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo que el movimiento islamista ha recuperado con nuevas adhesiones buena parte de la militancia perdida.
En la confrontación perecieron miles de milicianos de Hamas y otros grupos palestinos, según el ejército israelí, que por otra parte ha admitido la pérdida de varios cientos de sus soldados.
El conflicto se extendió con operaciones del ejército y colonos israelíes en Cisjordania, el otro territorio palestino ocupado, y con ataques de la milicia libanesa Hezbolá contra Israel, replicados con una intervención de fuerzas de Israel sobre Líbano, que causaron centenares de muertos y decenas de miles de desplazados.
Desde Yemen el movimiento hutí que controla el norte de ese país lanzó cohetes contra Israel y atacó buques en el mar Rojo, y recibió réplicas en forma de bombardeos por unidades israelíes, estadounidenses y británicas.
Irán e Israel también cruzaron ataques con misiles y aviones, en una escalada del conflicto que finalmente alcanzó a Siria, a la que Israel atacó para inutilizar la capacidad militar ofensiva de ese país aprovechando la toma del poder por rebeldes que derrocaron y forzaron la huida del expresidente Bashar al Asad.
Según los borradores del acuerdo Israel-Hamas, tras la primera etapa seguirá una segunda de seis semanas bajo una declaración de “calma duradera”, con la liberación del resto de los rehenes israelíes y de otros palestinos prisioneros.
Finalmente, en la tercera se intercambiarán los cadáveres de los caídos de cada bando, se reabrirán los cruces fronterizos de la Franja (con Egipto e Israel) y podría comenzar la reconstrucción de Gaza.
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