Opinión

La desconexión de Davos

Este es un artículo de opinión de Deodat Maharaj, director gerente del Banco de Tecnología de las Naciones Unidas para los Países Menos Adelantados.

La reunión anual de 2025 del Foro Económico Mundial se llevará a cabo en Davos del 20 al 24 de enero, en un momento de máxima desigualdad y en un escenario donde los ricos y poderosos parecen especialmente desconectados con la realidad de las mayorías empobrecidas del mundo, aunque el tema de este año del encuentro sea: Colaboración para la Era inteligente. Imagen: FEM

GEBZE, Turquía – «Era el mejor de los tiempos; era el peor de los tiempos». Esa sentencia de Charles Dickens tiene hoy más vigencia que nunca.

Los ricos y poderosos se reúnen de nuevo en enero en el glamuroso Davos, en un encuentro al que solo se puede acceder por invitación. A este enclave del este de Suiza, el más elevado de Los Alpes, llegan en aviones fletados y jets privados para hablar de nuestro calentamiento climático, entre otras preocupaciones globales.

Los superricos, políticos y famosos se reúnen en la cita anual del Foro Económico Mundial, entre el 20 y el 24 de este mes, en un momento en el que la desigualdad mundial es máxima. El año pasado se produjo un crecimiento fenomenal de la riqueza en las principales economías, con valoraciones de al menos ocho empresas que superaron la marca del billón (millón de millones) de dólares.

El autor, Deodat Maharaj

Por otro lado, los marginados apenas pueden ganarse la vida y están preocupados por saber de dónde vendrá su próxima comida. En el mundo, 733 millones de personas pasan hambre y 2330 millones sufren inseguridad alimentaria. La situación es más grave en el grupo de los 44 Países Menos Adelantados (PMA).

Según los datos, está empeorando para las personas que viven en los países más pobres y vulnerables.

Según Oxfam, el 1 % más rico posee casi la mitad de la riqueza mundial, mientras que los más pobres solo poseen 0,75 %. Además de la desigualdad, aumentan las tensiones geopolíticas y las amenazas externas, entre ellas el cambio climático. Al mismo tiempo, las perspectivas económicas mundiales siguen siendo moderadas.

El tema de en el Foro de Davos para 2025, «Colaboración para la Era inteligente», es especialmente oportuno para los países ricos, ya que cosechan ricos dividendos gracias a los rápidos avances tecnológicos.

Del mismo modo, el tema tiene un profundo significado para los habitantes de los PMA, donde las tecnologías nuevas y pertinentes pueden alterar permanentemente su trayectoria de desarrollo.

Sin embargo, solo 36% de sus ciudadanos tiene acceso a internet, y la infraestructura digital es deficiente. Así pues, si nos preocupamos por un mundo más igualitario, un primer paso necesario es centrarnos en la realidad de quienes viven con menos de 1,90 dólares al día.

En cuanto a las soluciones, la reunión de Davos debería buscar formas concretas y prácticas de ayudar a estos países con financiación y conocimientos técnicos para reducir esta alarmante brecha en la que los pobres no sólo se quedan atrás, sino que quedan completamente al margen.

La agenda de la cumbre esboza cinco prioridades y su justificación, todas ellas pertinentes para los PMA si se consigue reunir la voluntad, la financiación y la colaboración necesarias.

Reimaginar el crecimiento: El Foro Económico Mundial señala que la economía digital tiene potencial para representar hasta 70 % del nuevo valor generado a escala mundial en los próximos 10 años.

Este potencial y los consiguientes beneficios económicos residirán en su inmensa mayoría en los países más ricos. No obstante, la economía digital ofrece una oportunidad excepcional para que los países más pobres den un salto adelante en sus avances de desarrollo.

Con el apoyo de la transferencia de tecnología, la financiación y la creación de capacidades en los PMA, su trayectoria de desarrollo puede cambiar, creando nuevos puestos de trabajo y oportunidades para su población.

Industrias en la era inteligente: Este enfoque temático se centra invariablemente en las mayores empresas y economías del mundo. Sin embargo, es mucho lo que las grandes empresas pueden hacer para contribuir al crecimiento de una economía mundial en la que todos salgan beneficiados.

Compartir las mejores prácticas e invertir en los PMA son excelentes ejemplos de formas de promover una transición más equitativa hacia el futuro tecnológico.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

Las empresas tienen un importante papel que desempeñar a la hora de potenciar la presencia de estos países en las cadenas de suministro mundiales. También pueden apoyar a las pequeñas y medianas empresas impulsando su capacidad productiva a nivel nacional.

Sin embargo, esto no ha ocurrido hasta ahora, y ha llegado el momento de cambiar el enfoque.

Invertir en las personas: A escala mundial, los sistemas educativos tienen dificultades para adaptarse a la rápida evolución de las tecnologías, y solo 54 % de los países cuentan con estándares de competencias digitales.

Sin embargo, en las naciones más pobres del mundo, 260 millones de personas en edad de cursar primaria y secundaria no asistirán a la escuela en 2020.

Mientras los PMA gasten más en el servicio de su deuda externa que en educación, esta terrible desigualdad no cambiará. Es fundamental utilizar tecnologías de bajo coste y gran impacto para crear capital humano en los PMA. Los países más ricos pueden hacer mucho en este ámbito crítico.

Salvaguardar el planeta: Grandes bolsones de los más pobres del mundo se mueren de hambre debido a los desastres inducidos por el clima y a la inseguridad alimentaria. Las medidas de financiación de la lucha contra el cambio climático son vitales para los PMA, que contribuyen con menos de 4 % de las emisiones mundiales pero soportan algunos de los impactos más graves del cambio climático.

Las tecnologías existentes, así como las nuevas y emergentes que pueden ayudar a predecir el cambio climático y gestionar las catástrofes, deben transferirse a quienes más lo necesitan. Y, por supuesto, el mundo desarrollado debe cumplir sus compromisos en materia de financiación de la acción por el clima.

Reconstruir la confianza: Se habla mucho de colaboración global y multilateralismo, en un momento de aumento de la desigualdad global y de creciente aislacionismo. Davos podría hacer bien en fomentar una mayor inclusividad y, al hacerlo, construir esta confianza y esperanza tan necesarias.

Quienes poseen una gran riqueza e influencia también tienen una gran responsabilidad. A menos que la cumbre anual del Foro Económico Mundial se centre en los más de 1000 millones de personas que viven en los países más pobres del mundo, seguirá siendo una cámara de eco para los privilegiados.

Un futuro global basado en la equidad, la prosperidad compartida y la resiliencia colectiva no sólo es posible, sino esencial para todos nosotros. Davos 2025 debe aprovechar la oportunidad para redefinirse como un verdadero foro para el progreso mundial.

Deodat Maharaj es director gerente del Banco de Tecnología de las Naciones Unidas para los Países Menos Adelantados (PMA) y puede ser contactado en: deodat.maharaj@un.org

T: MF / ED: EG

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe