A países africanos les urge taponar su milmillonaria evasión de capitales

Entre las soluciones propuestas por los especialistas para reducir la pobreza en África se encuentra la de poner coto a los flujos financieros ilícitos. Imagen: Ignatius Banda / IPS

BULAWAYO, Zimbabue – África pierde anualmente miles de millones de dólares a través de flujos financieros ilícitos, lo que hace que el continente no logre mejorar la vida de millones de personas a pesar de su vasta riqueza mineral, según expertos.

Los organismos dicen que hay que hacer más para convertir los recursos naturales del continente en prosperidad, en momentos en que los gobiernos luchan por enfrentar condiciones económicas desafiantes que han generado altos niveles de pobreza.

Según el Banco Africano de Desarrollo (BAfD), los niveles de pobreza aumentaron en 2022, con 281 millones de personas afectadas por el hambre, 11 millones más que el año anterior.

Estos sombríos datos preocuparon a los expertos durante la Conferencia Económica Africana, celebrada entre el 23 y el 25 de noviembre en Gaborone, la capital de Botsuana, que lamentaron que pesistan unos niveles de pobreza tan elevados, a pesar de los indiscutibles yacimientos minerales del continente.

Al explotar los recursos naturales existentes, los expertos creen que se conseguirá una mejor gestión de la deuda, ya que los países siguen cargando con préstamos impagables.

Esto también se produce en un contexto de crecientes peticiones de condonación de la deuda, ya que los críticos afirman que los préstamos de los prestamistas internacionales supondrán una carga para las generaciones futuras del continente.

«No podemos comer diamantes ni bauxita», afirma Said Adejumobi, director de Planificación Estratégica de la Comisión Económica para África (Cepa).

«Otras regiones con menos recursos han transformado sus economías añadiendo valor a lo que producen. ¿Por qué nosotros no?», añadió Adejumobi en su intervención durante  la conferencia de Gaborone.

La Cepa calcula que África pierde 90 000 millones de dólares al año por flujos financieros ilícitos, y el saqueo ha paralizado servicios como el sector sanitario y el desarrollo de infraestructuras.

Esta pérdida también se deja sentir en los esfuerzos del continente por hacer frente a la deuda persistente y a los préstamos impagables, y la Cepa señala que la deuda externa de más de la mitad de los países africanos pronto superará el billón (millón de millones) de dólares.

«A veces pedimos prestado solo para devolver préstamos anteriores, lo cual es insostenible», afirmó Sonia Essobmadje, jefa de la Sección de Finanzas Innovadoras y Mercados de Capitales de la Cepa.

Para Essobmadje, «se necesita diversificación económica, disciplina fiscal, estrategias más sólidas de gestión de la deuda pública y, sobre todo, la creación de mercados de capitales nacionales».

Los investigadores llevan mucho tiempo expresando su preocupación por la pérdida de ingresos potenciales de la minería a manos de grupos delictivos internacionales en los que los países africanos no han sabido tapar agujeros que han supuesto la pérdida de miles de millones de dólares.

Sin embargo, los expertos señalan que, para que África tenga éxito, será crucial una sólida formulación de políticas que garantice la adhesión a los protocolos continentales que tratan tanto de proteger como de recuperar la riqueza perdida.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

«Las políticas no son primeros auxilios», afirmó Raymond Gilpin, economista jefe para África del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

«Se trata de construir estructuras para el futuro», añadió, destacando que África carece de una planificación adecuada a largo plazo para proteger la riqueza del continente.

Sin embargo, no todo es pesimismo, ya que los expertos señalan que la joven población africana ofrece esperanzas de crecimiento potencial a pesar de los retos persistentes.

«Somos optimistas porque África tiene activos únicos: una mano de obra joven y dinámica, un vasto potencial de energías renovables y urbanización», remarcó Caroline Kende-Robb, directora de Estrategia y Políticas Operativas del BAfD.

«No todo son crisis, sino oportunidades», aseguró.

Como parte de los esfuerzos más amplios para taponar la pérdida de riqueza del continente, los tecnócratas regionales deben innovar para que los gobiernos adopten soluciones aplicables basadas en pruebas.

«Como instituciones líderes en el continente, el BAfD, la Cepa y el PNUD deben dar un paso al frente, no solo articulando ideas inteligentes, sino replanteando fundamentalmente nuestra forma de actuar. La África actual es dinámica y evoluciona, y nuestras estrategias deben evolucionar con ella. Se trata de actuar, no de aspirar», consideró Gilpin, el economista del PNUD.

Para que África supere sus numerosos retos, las soluciones deben surgir del propio continente, opinó Zuzana Schwidrowski, directora de la División de Macroeconomía, Finanzas y Gobernanza de la Cepa.

«África no pide limosnas», subrayó Schwidrowski.

Añadió que «cada reto trae consigo una oportunidad. En medio de la fragmentación mundial y las guerras comerciales, África tiene la oportunidad de labrarse nuevos nichos y aprovechar las oportunidades emergentes».

«Debemos trabajar juntos para aprovecharlas», instó.

Más allá de salvaguardar la abundante riqueza de África, algunos expertos sostienen que aún hay que explorar más para extender la base de ingresos del continente.

«Tenemos las herramientas para generar el cambio, pero las herramientas por sí solas no bastan», afirmó Anthony Simpasa, director del Departamento de Política Macroeconómica, Previsión e Investigación del BAfD.

Según Simpasa, «necesitamos soluciones prácticas y basadas en pruebas para transformar las economías, diversificar los motores del crecimiento y crear amortiguadores para futuras crisis».

«El compromiso político y la coherencia de las políticas son fundamentales para crear un entorno que fomente el crecimiento y la resiliencia», añadió.

La Conferencia Económica Africana, celebrada bajo el lema «Garantizar el futuro económico de África en medio de una creciente incertidumbre», fue otra plataforma en la que responsables políticos y expertos se reunieron para trazar el futuro de África, y algunos delegados la acogieron con un cauto optimismo.

«Asegúrense de que esta conferencia no degenere en un mero y generoso intercambio de halagos», exhortó elresidente de Botsuana, Duma Boko, al inaugurarlo.

Y añadió: «Debemos actuar para sacar a nuestra gente de la pobreza y elevar a nuestro continente para que ocupe el lugar que le corresponde como líder en el mundo, y no solo como una frontera emergente».

T: MF / ED: EG

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