Crisis interconectadas deben abordarse con soluciones integrales, alerta Ipbes

La Evaluación de Nexos de Ipbes concluye que las crisis ambientales, sociales y económicas -como la pérdida de biodiversidad, la inseguridad hídrica y alimentaria, los riesgos para la salud y el cambio climático- están todas interconectadas y necesitan soluciones igualmente integradas. Imagen: Ipbes

WINDHOEK / BULAWAYO – La diversidad biológica está en declive en todo el mundo, y los enfoques  para hacer frente a su pérdida han sido hasta ahora poco sistemáticos e ineficaces para abordar la crisis que enfrenta la naturaleza. Lo alerta un nuevo informe de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (Ipbes).

En la evaluación se detalla que ello sucede a pesar de que más de la mitad del producto interno bruto (PIB) mundial, que fue en 2023 de 58 billones (millones de millones) de dólares, se genera en sectores que son moderada o altamente dependientes de la naturaleza.

El Informe temático de Evaluación de Nexos se adentra en las interrelaciones entre biodiversidad, agua, alimentos y salud.

Se trata de la primera evaluación científica de este tipo sobre las interrelaciones entre los cinco «elementos nexo»: biodiversidad, agua, alimentos, cambio climático y salud humana.

Y explora cómo las crisis en estas áreas se afectan mutuamente, los costes ocultos de abordarlas en silos separados, y los impactos para marcos como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el Acuerdo de París y el Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal.

El mundo, subraya, necesita soluciones interconectadas para abordar crisis de biodiversidad, agua,  alimentos, salud y cambio climático, y concluye que la biodiversidad, el agua, los alimentos, la salud y el cambio climático son crisis interconectadas.

Reconocer y aprovechar las conexiones entre la biodiversidad, el agua, los alimentos, la salud y el cambio climático es la manera de resolver las crisis, dice la Evaluación de Nexos,  aprobada en la 11 sesión de la Plenaria de Ipbes que se celebró en Windhoek, la capital de Namibia, entre el 10 y el lunes 16 de diciembre.

La Ipbes es un organismo mundial científico-normativo que proporciona datos científicos a los responsables de la toma de decisiones en favor de las personas y la naturaleza.

El estudio, fruto de tres años de trabajo de 165 destacados expertos internacionales de 57 países, concluye que las medidas existentes para hacer frente a estas crisis no logran abordar la complejidad de los problemas interrelacionados y dan lugar a una gobernanza incoherente.

La portada em inglés de la nueva Evaluación de Nexos de Ipbes, bajo el título de “Interconexiones entre biodiversidad, agua, alimentos y salud”, presentado en la 11 sesión de la Plenaria de Ipbes, celebrada em Windhoek, la capital de Namibia. Imagen: Ipbes

Se necesitan soluciones integradas

La británica Paula Harrison, copresidenta de la evaluación junto con la estadounidense Pamela McElwee, subrayó que los responsables políticos deben decidir y actuar más allá de los compartimentos estancos.

«Nuestros enfoques actuales para hacer frente a estas crisis han tendido a ser fragmentados o aislados, lo que ha dado lugar a ineficiencias y a menudo ha sido contraproducente», afirmó durante la plenaría, al dar a conocer el informe.

Planteó que «si intentamos hacer frente al cambio climático, por ejemplo, plantando árboles, tenemos que ser muy conscientes de qué árboles estamos plantando (para asegurarnos de que) en realidad no están causando problemas a la biodiversidad», al recordar que esta es una solución frecuentemente aplicada para reducir los gases de efecto invernadero.

En cambio, el informe ofrece opciones de respuesta, acciones o políticas que pueden ayudar a avanzar en la gobernanza y la gestión sostenible de uno o más elementos del nexo.

También presenta un conjunto de soluciones. Destaca que» ahora disponemos de más de 70 opciones de respuesta que los distintos actores pueden utilizar en situaciones que dependen del contexto».

La evaluación también puso de relieve las consecuencias no deseadas cuando los problemas de la naturaleza se abordan de forma aislada.

Por ejemplo, cuando la población de murciélagos en Estados Unidos disminuyó debido a una enfermedad fúngica conocida como síndrome de la nariz blanca, los agricultores aumentaron el uso de pesticidas. Esto provocó efectos no deseados en la salud, con un aumento de 8 % de la mortalidad infantil en las zonas afectadas.

Sin embargo, cuando un problema se aborda de forma integral, puede tener repercusiones positivas, como en el caso de la bilharziosis, una enfermedad parasitaria que afecta a más de 200 millones de personas en todo el mundo, pero que es especialmente frecuente en África.

Tratada únicamente como un problema de salud, normalmente con medicación, el problema se repite a menudo porque las personas vuelven a infectarse.

Un proyecto innovador en una zona rural de Senegal adoptó un enfoque diferente: reducir la contaminación del agua y eliminar las plantas acuáticas invasoras para reducir el hábitat de los caracoles que albergan los gusanos parásitos que transmiten la enfermedad.

«Ello dio como resultado una reducción de 32 % de las infecciones en niños, un mejor acceso al agua dulce y nuevos ingresos para las comunidades locales», afirmó McElwee.

La mejor manera de superar los compartimentos estancos es mediante una toma de decisiones «integrada y adaptativa».  En ese ssentido, los enfoques de Nexos ofrecen políticas y acciones más coherentes y coordinadas, que nos acercan al cambio transformador necesario para alcanzar nuestros objetivos de desarrollo y sostenibilidad.

La británica Paula Harrison, copresidenta del informe de evaluación. Imagen: Kiara Worth / Ipbes

El alto coste de la inacción

Advirtiendo de los elevados costes económicos de la inacción y del importante coste de la pérdida de biodiversidad y de los impactos del cambio climático, el informe destacaba que «la biodiversidad ha sido la perdedora en las compensaciones en las que se implementan ganancias a corto plazo y a menudo se descuida la sostenibilidad a largo plazo».

Según la evaluación, las políticas basadas en los principios de Nexos pueden crear soluciones beneficiosas para todos los sectores.

Los costes no contabilizados de los enfoques actuales para abordar las múltiples crisis de la biodiversidad, el agua, la salud, la alimentación y el cambio climático ascienden al menos a 10-25 billones de dólares al año, sostiene la evaluación.

McElwee subrayó que los costes no contabilizados, junto con las subvenciones públicas directas a actividades económicas por valor de unos 1,7 billones de dólares al año, tienen repercusiones negativas sobre la biodiversidad.

Estas subvenciones han aumentado los flujos financieros anuales del sector privado, estimados en 5,3 billones de dólares, que perjudican directamente a la biodiversidad.

«El retraso en la consecución de los objetivos de biodiversidad, por ejemplo, podría llegar a duplicar los costes y aumentar la probabilidad de pérdidas irreemplazables, como la extinción de especies», advirtió McElwee, haciendo hincapié en que el retraso en la lucha contra el cambio climático añade al menos 500 000 millones de dólares al año en costes adicionales para alcanzar los objetivos políticos.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

La Evaluación de Nexos, que se basa en informes anteriores de la Ipbes en los que se identificaban los factores directos más importantes de la pérdida de biodiversidad, afirma que factores socioeconómicos indirectos como el aumento de los residuos, el consumo excesivo y el crecimiento demográfico han intensificado los factores directos de esa pérdida.

«Los esfuerzos de los gobiernos y otras partes interesadas a menudo no han tenido en cuenta los impulsores indirectos y su impacto en las interacciones entre los elementos del nexo porque siguen estando fragmentados, con muchas instituciones que trabajan de forma aislada, lo que a menudo da lugar a objetivos contradictorios, ineficiencias e incentivos negativos, con consecuencias imprevistas», afirmó Harrison.

La estadounidense Pamela McElwee, copresidenta del informe de evaluación. Crédito: Kiara Worth/ Ipbes

Aprovechar las oportunidades

La Evaluación de Nexos recomienda dejar atrás el enfoque de «seguir como si nada» en lo que respecta a los motores directos e indirectos del cambio, lo que supondría una catástrofe para la biodiversidad, la calidad del agua y la salud humana.

Además, advierte de que maximizar los resultados de una sola parte del nexo de forma aislada tendrá consecuencias negativas para otros elementos del nexo.

Por ejemplo, un enfoque que dé prioridad a los alimentos prioriza la producción de alimentos con beneficios positivos para la salud nutricional, derivados de la intensificación insostenible de la producción y el aumento del consumo por habitante.

Pero esto tiene efectos negativos sobre la biodiversidad, el agua y el cambio climático.

«Existen escenarios de futuro con resultados positivos para las personas y la naturaleza al proporcionar beneficios conjuntos en todos los elementos del nexo», afirmó Harrison.

Los escenarios futuros con los mayores beneficios de los nexos son los que incluyen medidas centradas en la producción y el consumo sostenibles, combinadas con la conservación y restauración de los ecosistemas, la reducción de la contaminación y la mitigación del cambio climático y la adaptación al mismo.

La evaluación señala que las actuales estructuras y enfoques de gobernanza no responden suficientemente a los retos interconectados que plantean la velocidad y la escala aceleradas del cambio medioambiental y el aumento de las desigualdades, por lo que recomienda un cambio hacia enfoques más integrados, inclusivos, equitativos, coordinados y adaptativos.

«El trabajo de la Ipbes proporciona la ciencia y las pruebas para apoyar la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el Marco Mundial para la Biodiversidad de Kunming-Montreal y el Acuerdo de París sobre el cambio climático», afirmó Harrison.

Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), comentó que la Evaluación del Nexo de la Ipbes es la primera de carácter mundial exhaustiva que examina las interrelaciones entre las crisis e identifica soluciones.

«La biodiversidad es vital para satisfacer la creciente necesidad de alimentos, piensos, fibras y combustibles de la humanidad, protegiendo al mismo tiempo el planeta para las generaciones futuras», afirmó Andersen.

Insistió en que «tenemos que producir más con menos, a través de las cuatro apuestas: mejor producción, mejor nutrición, mejor medio ambiente y mejor vida, sin dejar a nadie atrás».

Por su parte, Astrid Schomaker, secretaria ejecutiva del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), destacó que las medidas para hacer frente a los retos mundiales que afectan a la biodiversidad, el agua, los alimentos, la salud y el sistema climático se adoptan a menudo sin tener suficientemente en cuenta las interrelaciones entre ellos.

En su opinión, estas medidas no interrelacionadas provocan deficiencias y efectos adversos en la biodiversidad y en la contribución de la naturaleza a las personas.

T: MF / ED: EG

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