NAIROBI – La educación mundial afronta un momento crítico en medio de graves retrocesos. Millones de niños están fuera de la escuela, los niveles de aprendizaje están cayendo y millones abandonan la escuela sin las habilidades que necesitan. Las nuevas cifras de niños sin escolarizar revelan que el progreso mundial en la reducción del número de niños sin escolarizar ha sido de solo el uno por ciento desde 2015, dejando atrás a 251 millones.
Aunque otros 110 millones de niños están matriculados en la escuela, solo ha habido una tasa de mejora de 1 % en las tasas de niños sin escolarizar. Si se hubiera mantenido el mismo ritmo de progreso desde 2010-2015 hasta hoy, habría 27 millones más de niños escolarizados.
Estas conclusiones figuran en un nuevo Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo (GEM), elaborado por la UNESCO y publicado el jueves 31 de octubre.
Titulado Lead for Learning (Liderar para aprender) el informe explora el papel clave del liderazgo para impulsar el cambio educativo, al tiempo que destaca el progreso hacia el 4 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostneible (ODS), el de la educación de calidad.
Aunque el número de jóvenes que terminan la enseñanza secundaria ha aumentado en 40 millones desde 2015, 650 millones siguen abandonando la escuela sin un certificado de enseñanza secundaria.
Manos Antoninis, director del Informe GEM, dijo a IPS que la clave para cambiar la trayectoria de la educación es el liderazgo.
«El liderazgo instructivo es crucial para abordar la crisis de la educación, especialmente en África, donde apenas uno de cada cinco alcanza la competencia mínima en lectura. Los buenos líderes escolares no solo inspiran el cambio, sino que son vitales para mejorar los resultados de los alumnos», dijo Antoninis a IPS.
Sin embargo, añadió, «muchos carecen de la formación y los recursos necesarios para tener un impacto significativo. Debemos capacitar a nuestros líderes educativos para que puedan hacer frente a estas complejidades y crear un entorno en el que todos los niños puedan prosperar en su educación».
El informe concluye que el liderazgo es responsable de hasta 27 % de la variación en los resultados de los estudiantes y que menos de dos tercios de los países tienen un sistema de contratación competitivo para los directores de escuela. También persisten lagunas en la gestión y la diversidad.
En general, apenas la mitad de los programas de formación de directores se centran en las dimensiones clave del liderazgo.
En los países de renta alta, la mitad de los directores no reciben formación antes de ocupar el cargo.
Aunque la autonomía se correlaciona positivamente con mejores resultados de los alumnos, en la actualidad, «37 % de los directores tiene control sobre el contenido de los centros y el 28% influye en los salarios de los profesores», indica el GEM.
«Casi 40 % de los países no reconocen por ley la autonomía de los centros de enseñanza superior», añade.
Los directores de los países de renta baja y media dedican 68 % de su tiempo a tareas administrativas y un tercio de los directores de centros públicos de los países más ricos afirman carecer de tiempo suficiente para centrarse en la enseñanza y el aprendizaje.
En total, 29 % de los países basan las decisiones de contratación y despido de profesores en opiniones políticas, lo que contribuye a la inestabilidad de los sistemas educativos.
Si no se invierte en líderes fuertes y formados para invertir esta tendencia, la comunidad mundial corre el riesgo de agravar la desigualdad y perder otra generación.
Sin embargo, según el informe, «la financiación en muchos países de renta baja y de renta media-baja sigue siendo escasa».
En 2022, en esos países se gastaron de media solo 55 y 309 dólares anuales por niño, respectivamente, muy por debajo de lo necesario para garantizar una educación de calidad y abordar la crisis de aprendizaje.
Además, «por cada 100 dólares gastados por niño en los países de renta alta, menos de un dólar llega a los niños de los países de renta baja».
Una situación que «agrava aún más las desigualdades. Los países de renta baja se enfrentan a una abrumadora presión de la deuda, y seis de cada 10 naciones corren el riesgo de sufrir problemas de endeudamiento».
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En particular en África, «los países gastaron en 2022 casi tanto en el servicio de la deuda como en educación».
De los 251 millones de niños y jóvenes sin escolarizar en todo el mundo, 71 millones no están en la escuela primaria, 57 millones en el primer ciclo de secundaria y 120 millones en el segundo ciclo. De ellos, 122 millones son niñas y 129 millones niños, y las desigualdades más acusadas se manifiestan en los países más pobres.
Mientras que solo 3 % de los niños de los países más ricos están sin escolarizar, esa cifra se dispara hasta 33 % en las naciones más pobres.
Según el informe GEM, «desde 2015, la matriculación neta en programas de desarrollo educativo temprano -menores de tres años- ha aumentado en más de 10 puntos porcentuales en África subsahariana y esa tasa neta de matriculación en preescolar se ha mantenido en 19 % desde 2015».
«Más de la mitad de los niños sin escolarizar en todo el mundo se encuentran en África subsahariana. La tasa de niños sin escolarizar en África subsahariana ha caído de 22 a 19 % en primaria, ha subido de 32 a 33 % en secundaria inferior y ha bajado ligeramente de 47 a 46 % en secundaria superior», añade.
Sin embargo, «la proporción del África subsahariana en la población mundial de niños sin escolarizar ha aumentado, de 32 % en 2000 a 51 % en 2023, y aún más rápidamente en la población mundial de adolescentes sin escolarizar en este periodo, de 25 % en 2000 a 51 % en 2023″, detalla el GEM.
Cabe destacar, añade el informe, » que la población de niños sin escolarizar en África subsahariana no ha cambiado desde 2000, mientras que la población de adolescentes y jóvenes sin escolarizar en la región no cambió entre 2000 y 2015, pero aumentó 26 % de 2015 a 2023″.
El porcentaje de niños competentes en lectura al final de la primaria cayó de 31 % a 30% y en matemáticas de 12 % a 11 % en África.
La Evaluación del Nivel Mínimo de Competencia (AMPL) es una nueva fuente de datos sobre el aprendizaje en África y se administró en inglés y francés al final de la enseñanza primaria en seis países africanos: Burundi, Burkina Faso, Costa de Marfil, Kenia, Senegal y Zambia. En cada país se tomaron muestras de entre 220 y 300 escuelas.
Los resultados seleccionados de seis de los países que administraron la AMPL al final de la educación primaria en 2021 y 2023 muestran que solo uno de cada d10 alumnos alcanzó el nivel mínimo de competencia en lectura, excepto en Kenia, donde lo hizo uno de cada cuatro alumnos.
En cambio, salvo en Costa de Marfil, una mayor proporción de alumnos alcanzó el nivel mínimo de competencia en matemáticas: 16 % en Zambia, 20 % en Lesotho, 24 % en Burkina Faso, 34 % en Senegal y 37 % en Kenia.
Se han logrado avances notables en el acceso al agua potable básica en el África subsahariana: de 44% en 2016 a 53 % en 2022 en las escuelas primarias y de 54 % en 2015 a 63% en 2023 en las escuelas secundarias superiores.
Mientras tanto, el gasto en educación se mantuvo prácticamente igual en toda la región: de 3,6 % a 3,7 % como porcentaje del producto interno bruto (PIB) y de 16 % a 15 % como porcentaje del gasto público total.
En conjunto, el Informe GEM 2024 reclama un liderazgo decisivo para mejorar la educación en todo el mundo. Muestra que los líderes escolares, en particular, son importantes para mejorar los resultados del aprendizaje a nivel escolar y que se debe invertir en ellos.
Y revela que los estilos de liderazgo escolar en África difieren de los de otros lugares.
Un análisis de seis estudios realizados en África indica que no se espera mucho de los directores de los centros escolares que sean líderes pedagógicos. Sin embargo, en los países de renta alta, principalmente anglófonos, el auge de las pruebas estandarizadas y los mecanismos de rendición de cuentas ha hecho que se espere mucho de los directores que sean responsables del rendimiento de los alumnos.
Los países africanos están reforzando paralelamente sus sistemas de selección de directores para tener a las personas más fuertes al frente de las escuelas, pero sigue habiendo problemas.
Por ejemplo, desde 2008, Ruanda ha dado prioridad a la selección de directores por méritos. La Comisión del Servicio Docente de Kenia ha elaborado directrices de progresión profesional para los profesores y una política de selección por méritos para los directores de escuela que da prioridad a las cualificaciones, la experiencia y la formación.
T: MF / ED: EG