BUSAN, Corea del Sur – La quinta y última ronda de negociaciones para un Tratado Mundial sobre los Plásticos comenzará el lunes 25 en esta ciudad, con borradores que no han resuelto las principales contradicciones sobre su creciente producción, el manejo de sus residuos y la contaminación de los mares.
Expertos del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas advirtieron de que la dirección de las negociaciones “corre el riesgo de trasladar la responsabilidad de los Estados productores a los Estados en desarrollo que carecen de la capacidad o los recursos para hacer frente a la plaga mundial del plástico”.
“Los productores, y los países en los que tienen su sede, no están cumpliendo con su parte a la hora de abordar los efectos adversos globales sobre los derechos humanos”, según el grupo de trabajo sobre empresas y derechos humanos, y los relatores sobre sustancias tóxicas y sobre los derechos al desarrollo y a un medio ambiente sano.
La quinta ronda (INC-5) del Comité de Negociación Internacional para la Elaboración de un Instrumento Jurídicamente Vinculante sobre el Proceso de Contaminación Plástica sigue a las efectuadas previamente en Punta del Este (Uruguay), París, Nairobi y Ottawa.
Un tema de peso es limitar la producción de plásticos, actualmente de 430 millones de toneladas anuales y que podría duplicarse e incluso triplicarse hacia el año 2060.
Su limitación es objetada por las industrias productoras y las de petróleo y gas que proporcionan los insumos, y con matices por los petroestados que buscan consideraciones para con su desarrollo industrial.
Otro gran tema es la contaminación, en particular de los plásticos que llegan a los ríos, lagos, mares y océanos, 15 millones de toneladas solo desde que se iniciaron las rondas INC en 2023, y que afectan en particular a los Estados ribereños e insulares que ven afectados su potencial pesquero, turístico y la salud de sus poblaciones.
Para tomar la medida de las controversias puede considerarse que el primer proyecto de tratado o borrador cero, de 73 páginas, tiene 3000 corchetes, es decir, puntos pendientes de consenso o en los que los países están en abierto desacuerdo.
Incluso el presidente del Comité, el diplomático ecuatoriano Luis Vayas, ha propuesto un documento de reemplazo, no oficial, con los temas sobre los cuales recoge “áreas de convergencia significativas”, para avanzar en la semana de negociaciones que debe concluir el 1 de diciembre.
Con respecto a la producción, se registra un agrupamiento de petroestados como los países exportadores de gas que procuran un “enfoque inclusivo” en defensa de su industria que puede desarrollarse con productos petroquímicos y plásticos a medida que decline la demanda de petróleo para electricidad y transporte.
Otro tema polémico es el de la financiación de la gestión de los plásticos y el manejo de sus residuos, pues estudios recientes descargan buena parte del peso en los países en desarrollo, con sistemas de gestión de residuos inadecuados, siendo que países desarrollados exportan gran parte de sus residuos a los en vías de desarrollo.
Allí destaca el tema de que los pequeños Estados insulares se ven obligados a hacer frente a los residuos plásticos que llegan a sus costas.
Los expertos en derechos humanos de la ONU que se pronunciaron sobre el tema destacaron que el tratado debe abordar el ciclo de vida completo de los plásticos, “ya que cada etapa contamina”.
Así, el público “debe tener acceso a información precisa sobre las sustancias químicas preocupantes utilizadas en los polímeros y productos plásticos, el tipo y las cantidades de contaminantes liberados en cada una de las fases del ciclo”, y los volúmenes de plásticos producidos.
En la composición de los plásticos intervienen más de 16 000 sustancias químicas, de las cuales más de 4000 son perjudiciales para la salud humana.
Los expertos también apoyaron las nociones de que los productores deben rendir cuentas y hacer contribuciones a un fondo mundial para facilitar la mejor gestión de los plásticos y de los residuos, bajo el principio de que “el que contamina paga”.
El ciclo de reuniones del Comité prevé que, adoptado un borrador definitivo de tratado en Busan, una conferencia internacional de plenipotenciarios lo adopte como un tratado y se inicie su firma a mediados de 2025.
A-E/HM