NACIONES UNIDAS – Unos 343 millones de personas, en 74 países, padecen inseguridad alimentaria aguda, una cifra 10 por ciento superior a la del año pasado y apenas por debajo del récord alcanzado durante la pandemia covid-19, indicó este viernes 22 un reporte del Programa Mundial de Alimentos (PMA).
“Las necesidades humanitarias globales están aumentando, impulsadas por conflictos devastadores, desastres climáticos más frecuentes y agitación económica generalizada. Sin embargo, la financiación no logra mantener el ritmo”, observó la directora ejecutiva del PMA, Cindy McCain.
De su lado, en su anuario estadístico 2024, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) mantuvo en 733 millones, la cantidad de personas subalimentadas dentro de los 8000 millones de habitantes del planeta para el año 2023.
El PMA advirtió de que dentro de ese enorme conjunto, 1,9 millones de personas están actualmente al borde de la hambruna –la fase más aguda de inseguridad alimentaria, preámbulo de la inanición y la muerte- en cinco áreas del globo: Gaza, Haití, Malí, Sudán y Sudán del Sur.
En América Latina y el Caribe, 40,8 millones de personas están experimentando inseguridad alimentaria de moderada a grave, y de ellas 14,2 millones están siendo priorizadas por el PMA para recibir asistencia urgente.
En todo el mundo, el PMA necesita 16 900 millones de dólares para asistir a 123 millones de las personas más hambrientas en 2025, “lo que equivale aproximadamente a lo que el mundo gasta en café en solo dos semanas”, según indicó en su reporte.
En América Latina y el Caribe, los mayores requerimientos, 302 millones de dólares, son para Haití, seguidos de los necesarios para Venezuela (213 millones de dólares), Colombia (172 millones), Honduras (164 millones) y Guatemala (83 millones de dólares).
En otras regiones del mundo, las mayores necesidades de recursos se presentan en África oriental y del oeste, Asia sudoriental, y en cuatro naciones del Medio Oriente asoladas por conflictos armados: Yemen, Palestina, Siria y Líbano.
En el Medio Oriente 17 millones de personas padecen una grave crisis alimentaria y, por otra parte, la mitad del financiamiento mundial necesario se requiere para África al sur del Sahara, unos 8400 millones de dólares.
El PMA destaca que los niveles récord de hambre llegan por la serie de crisis debidas a los conflictos recientes y superpuestos, junto con los extremos climáticos y crisis económicas, que conducen a una demanda incesante de asistencia humanitaria.
El informe destacó, entre los casos en varios continentes, el de la Franja de Gaza, donde “la situación sigue siendo terrible: 91 % de la población (2,3 millones en 2023) sufre una inseguridad alimentaria aguda, 16 % en condiciones catastróficas”.
El PMA lamentó que, debido a la falta de financiación, la entidad se ha visto obligada a reducir sus actividades.
“Necesitamos urgentemente apoyo financiero y diplomático de la comunidad internacional: para revertir la creciente ola de necesidad global y ayudar a las comunidades vulnerables a desarrollar resiliencia a largo plazo contra la inseguridad alimentaria”, solicitó finalmente McCain.
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