NACIONES UNIDAS – Una vez que la científica Claudia Sheinbaum ha asumido como nueva presidenta de México, el martes 1, se completa un cuadro de 25 naciones que tienen al frente una mujer como jefa de Estado o de Gobierno, de acuerdo con fuentes de la agencia ONU Mujeres.
América Latina tiene ahora tres presidentas: Xiomara Castro en Honduras, la interina Dina Boluarte en Perú, y Claudia Sheinbaum en México.
Son también presidentas Sylvanie Burton (Dominica) y Christine Kangaloo (Trinidad y Tobago), aunque el poder ejecutivo efectivo está en manos de primeros ministros hombres, mientras que en Barbados tanto la presidenta, Sandra Mason, como la primera ministra, Mia Amor Motley, son mujeres.
En Europa, mujeres ocupan cargos de presidentas o primeras ministras en Bosnia y Herzegovina, Dinamarca, Eslovenia, Estonia, Grecia, Italia, Letonia, Lituania, Malta, Macedonia del Norte y Moldavia, y Úrsula von der Leyen es la presidenta de la Comisión ejecutiva de la Unión Europea.
En África, Etiopía, Tanzania, Togo y la República Democrática del Congo tienen mujeres jefas de Estado o de Gobierno, y en la región de Asia y el Pacífico ocupan alguno de esos puestos mujeres de India, la Islas Marshall y Samoa.
Un reporte de ONU Mujeres destacó que “en el mayor año electoral de la historia (2024), las mujeres siguen estando excluidas de los puestos de poder”, y 112 países en todo el mundo nunca han tenido a una mujer como jefa de Estado o de Gobierno.
Es el caso de la primera potencia mundial, Estados Unidos, que el próximo noviembre elegirá a su gobernante, y es mujer una de los dos aspirantes con opción de victoria, Kamala Harris, del Partido Demócrata.
Según los datos de ONU Mujeres, solo 23 % de los puestos ministeriales están ocupados por mujeres, y en 141 países representan menos de un tercio de los ministros. Siete países no tienen ninguna mujer en sus gabinetes ejecutivos.
Además, las mujeres lideran las carteras dedicadas a la mujer y la igualdad, familia e infancia, asuntos sociales, y asuntos de minorías y pueblos indígenas. Ámbitos políticos como los asuntos económicos, la defensa, la justicia, y los asuntos de Interior, siguen estando dominados por los hombres.
En América Latina y el Caribe 19 países cuentan con carteras de igualdad de género, y el porcentaje de mujeres en los ministerios se sitúa en 31,5 %, una cifra 8,5 puntos por encima de la media mundial, pero aún no llega al tercio del total de ministros.
En las misiones permanentes ante la ONU, la desigualdad de género es también una realidad y las mujeres siguen estando infrarrepresentadas.
Según datos de mayo de 2024, las mujeres ocupaban 25 % de los puestos de representantes permanentes en la sede de la ONU en Nueva York, 35 % en la de Ginebra (Suiza) y 33,5 % en Viena.
Por otra parte, la ONU sostiene su campaña para que aumente la participación de las mujeres en los procesos políticos y de paz.
Afirma que cuando las mujeres están presentes en los órganos legislativos mejora la eficacia de la gobernanza, y se garantiza que en los procesos de toma de decisiones considere un abanico más amplio de perspectivas y experiencias.
Sin embargo, también advierte de que la violencia contra las mujeres en política sigue siendo un grave problema que obstaculiza el avance hacia la igualdad de género, atenta contra los derechos humanos fundamentales y supone una seria amenaza para la participación de la mujer en los procesos políticos.
Sima Bahous, directora ejecutiva de ONU Mujeres, ha dicho que “nuestro trabajo se guía por la convicción de que cuando las mujeres lideran, el mundo es mejor para todas las personas y para el planeta”.
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