LONDRES – Los 50 milmillonarios más ricos del mundo emiten, en promedio, más carbono a través de sus inversiones, aviones privados y yates en 90 minutos que una persona de media en toda su vida, reveló en un nuevo estudio la coalición contra la pobreza Oxfam.
Amitabh Behar, director ejecutivo de Oxfam, dijo de los grandes multimillonarios que “sus inversiones contaminantes y juguetes de lujo -aviones privados y yates- no solo son un símbolo de exceso, sino también una amenaza directa para el planeta y su población”.
“Los más ricos tratan nuestro planeta como si fuese su patio de recreo privado, maltratándolo por su propio placer y beneficio”, deploró Behar.
El informe “La desigualdad de las emisiones de carbono mata” es el primero en hacer un seguimiento de las emisiones derivadas de aviones privados, yates de lujo e inversiones contaminantes, y en detallar cómo las personas más ricas alimentan la desigualdad, el hambre y la muerte en el mundo.
Oxfam lo publica con motivo de la 29 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29), que se celebrará en Bakú, Azerbaiyán, y está marcada por el creciente miedo a la aceleración de la crisis climática, en gran parte debido a las emisiones de los más ricos.
Si las emisiones actuales a nivel mundial mantienen su ritmo, el presupuesto de carbono (la cantidad de dióxido de carbono -CO2- que aún se puede liberar a la atmósfera sin provocar que la temperatura media global se eleve por encima de 1,5 grados centígrados) se agotará en unos cuatro años.
Sin embargo, si todas las personas del planeta generasen tantas emisiones como el uno por ciento más rico de la población, se acabaría con el presupuesto de carbono restante en menos de cinco meses.
De la misma forma, si generasen tantas emisiones como las que ocasionan los aviones privados y los yates de lujo del milmillonario promedio que figura en el estudio de Oxfam, dicho presupuesto se agotaría en dos días.
Ese presupuesto deriva del compromiso de la gran mayoría de las naciones, en el Acuerdo de París de 2015, para reducir las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero de modo que hacia el año 2050 la temperatura media global no exceda de 1,5 grados centígrados sobre los niveles de la era preindustrial (1850-1900).
Behar dijo que el estudio “revela una dolorosa realidad: las emisiones extremas de los más ricos -consecuencia de su estilo de vida de lujo y, aún más, de sus inversiones contaminantes- provocan desigualdad y hambre y -hablemos con claridad- ponen vidas en riesgo”.
“Sus peligrosos niveles de contaminación y codicia desmesurada agravan la misma crisis que amenaza nuestro futuro colectivo, lo cual no es solamente injusto, sino que también resulta letal», señala Behar.
El informe sostiene que “las emisiones desmesuradas” de los superricos causan enormes daños a la población y a la economía.
En un año, 50 de las personas milmillonarias más ricas del mundo realizaron un promedio de 184 vuelos en aviones privados cada una, lo cual quiere decir que pasaron 425 horas en el aire. Una persona promedio tardaría 300 años en generar el mismo volumen de emisiones.
En el mismo lapso de un año, los yates de esos milmillonarios generaron la cantidad de carbono equivalente a las emisiones de una persona promedio durante 860 años.
Por ejemplo, los dos aviones privados de Jeff Bezos, el estadounidense dueño de la comercializadora Amazon, pasaron cerca de 25 días en el aire en un período de 12 meses, y emitieron el mismo volumen de carbono que generaría un trabajador promedio de su empresa en 207 años.
Otro magnate, el mexicano Carlos Slim, realizó 92 viajes en su avión privado, el equivalente a dar la vuelta al mundo cinco veces.
La familia Walton, heredera de la cadena de supermercados Walmart, posee tres yates de lujo que, en un año, generaron una huella de carbono equivalente al total de emisiones que producen 1714 trabajadores y trabajadoras de sus tiendas.
El informe muestra que los países y comunidades más pobres, los que menos han contribuido a la crisis climática, son los que sufren sus consecuencias más peligrosas.
Desde 1990, las emisiones del uno por ciento más rico han provocado una caída de 2,9 billones (millones de millones) de dólares de la producción económica mundial, y pérdidas de cosechas que podrían haber proporcionado calorías suficientes para alimentar a 14,5 millones de personas al año entre 1990 y 2023.
Esa cifra ascenderá a 46 millones de personas al año entre 2023 y 2050, y afectará especialmente a América Latina y el Caribe (nueve millones de personas al año de ahora al 2050).
Y, de ahora al año 2120, 78 % de las muertes adicionales debido al calor extremo –proceso acelerado por las emisiones de gases de efecto invernadero- se producirán en países de renta baja y media-baja.
Finalmente, el informe sostiene que las emisiones derivadas del estilo de vida de los milmillonarios eclipsan las de la gente promedio, pero las emisiones derivadas de sus inversiones son dramáticamente más elevadas.
El cálculo medio de las emisiones derivadas de las inversiones de 50 de las personas milmillonarias más ricas prácticamente supera en 340 veces las emisiones generadas conjuntamente por sus aviones privados y yates.
“Mediante estas inversiones, los milmillonarios ejercen una gran influencia en algunas de las mayores empresas del mundo y nos están llevando al borde del colapso climático”, asienta el documento de Oxfam.
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