El patrón horrendo de Gaza se reproduce en el Líbano

Una mujer camina frente a un edificio destruido por los bombardeos israelíes en el sur de Beirut. Es una escena semejante a las vistas desde hace un año en la palestina Franja de Gaza, y las agencias de la ONU observan que se repite el mismo patrón de muertes, destrucción, desplazmientos y crisis humanitaria ya vivido en territorio palestino. Imagen: Ramzi Haidar / Unicef

GINEBRA – Al igual que desde hace un año en Gaza, la población del Líbano está desprotegida y huyendo por su vida en medio de ataques israelíes aéreos y terrestres indiscriminados que violan el derecho internacional, declaró este martes 8 la oficina del alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh).

En el Líbano “se observan ahora los mismos patrones de Gaza, que tienen un impacto horrendo en los civiles, quienes pagan el precio máximo”, dijo Jeremy Laurence, portavoz de Acnudh, en rueda de prensa en esta ciudad suiza.

“Ya sea el cierre de hospitales, el desplazamiento de un millón de personas, la muerte de civiles o el impacto en las escuelas; la devastación es inimaginable para todos los habitantes de Líbano, al igual que en Gaza. No podemos permitir que esto vuelva a suceder”, recalcó Laurence.

El intenso bombardeo israelí de Beirut y el sur del Líbano, ligado a la guerra en Gaza, ha dado lugar a un desplazamiento masivo en los distritos del sur del país que limitan con Israel y los suburbios del sur de la capital, muchos de los cuales se reducen ahora a escombros.

La ofensiva israelí contra la Franja de Gaza, después de que la milicia islamista Hamás atacó el sur de Israel hace un año con saldo de casi 1200 fallecidos, ha dejado casi 42 000 gazatíes muertos, cerca de 100 000 heridos, y ha desarraigado a 1,9 millones de personas, más de 90 % de la población.

Además de un enorme sufrimiento, esa ofensiva ha provocado una crisis humanitaria mayúscula y gran destrucción material, de viviendas e instalaciones de todo tipo.

En Líbano el ejército de Israel incrementó este martes los contingentes de infantería y artillería que avanzan por el sur del país, mientras prosiguen los bombardeos desde el aire sobre objetivos libaneses que alcanzar áreas civiles en ciudades y campos.

Más de 2000 personas perecieron bajo fuego en Líbano desde que se desató la actual ofensiva el 23 de septiembre, Israel ha dado cuenta de la muerte de los principales mandos de la milicia Hezbolá, a la cual persigue, y ese movimiento chií a su vez da cuenta de que opone resistencia a las tropas que han invadido el país.

A Siria, de donde llegaron a Líbano en años recientes muchos desplazados por la guerra civil siria, han pasado ahora centenares de miles de personas.

Las agencias humanitarias de las Naciones Unidas reportan que intensifican los trabajos para llevar ayuda de emergencia a los civiles desplazados, que se estiman en 1,2 millones, la quinta parte de la población libanesa, aunque las dificultades para completar esa tarea aumentan a medida que se recrudece la embestida israelí.

“Es imposible satisfacer las necesidades de más de un millón de personas que han sido desarraigadas, desplazadas y desposeídas repentinamente sin que lleguen recursos adicionales”, explicó desde Beirut el director del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Líbano, Matthew Hollingworth.

La ONU solicitó hace una semana 426 millones de dólares para la respuesta de emergencia en Líbano, para la que su Oficina de Asuntos Humanitarios (Ocha) considera la peor crisis humanitaria de Líbano en décadas.

Ya antes de que empezaran los bombardeos constantes, mucha gente se había desplazado en Líbano por temor a que los atropellos contra los civiles que se veían durante meses en Gaza se reprodujesen en Líbano.

Según el PMA, más de 200 000 personas viven ahora en los 973 refugios formales ubicados en Beirut y el norte del país, y la agencia distribuye unas 150 000 raciones de alimentos al día o ayuda con transferencias de efectivo, pero subraya que la auida es insuficiente dada la magnitud de la crisis.

Hollingworth dijo que 773 refugios “están absolutamente llenos”, y observó que la gente del sur libanés decidió mudarse no solo porque sus tierras y hogares habían sido destruidos, sino porque “han perdido familia, amigos y comunidades, y están extraordinariamente temerosos de lo que vendrá después”.

Ocha recordó que los niveles de pobreza del país se incrementaron dramáticamente tras la pandemia covid-a9y la explosión del puerto en Beirut en 2020, además de que Líbano, un territorio de 10 400 kilómetros cuadrados, acogió a más de un millón de refugiados sirios.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó que 17 ataques a la infraestructura y los trabajadores sanitarios desde el 16 de septiembre han dejado 65 muertos y 42 heridos. Como consecuencia, más de 96 centros de atención médica y centros de salud han debido cerrar en el sur libanés.

En el campo hay cultivos cuyas cosechas nadie puede recoger por temor a los bombardeos y combates, y se mantiene el temor de que pueda ser bombardeado el aeropuerto de Beirut, clave para el arribo con urgencia de la ayuda humanitaria que de modo creciente requiere la población libanesa.

A-E/HM

 

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