Gran parte de los daños causados por las inundaciones del ciclón Aila afectaron a los sistemas de agua y saneamiento de los que dependen los habitantes de Bangladesh. Las aguas de la inundación se filtraron en los suministros que se utilizan para beber y lavar, y las letrinas se llevaron las aguas residuales, lo que permitió que las aguas residuales aumentaran la amenaza de enfermedades como el cólera. Este niño de Gabura, una de las aldeas más afectadas del distrito de Satkhira, tiene acceso a agua potable, pero tiene que cruzar un río para recogerla. También se han perdido medios de subsistencia: el agua dulce con aguas residuales y agua salada, y el agua del mar siguen inundando las tierras agrícolas durante las mareas altas dos años después, lo que hace imposible la siembra de cultivos. Imagen: Mohammad Rakibul Hasan / IPS