Yoel Gonzáles Almeida, operario de la Estación de Bombeo de la planta desalinizadora ubicada en el pueblo de Las Mangas, en la provincia de Granma, en el este de Cuba. “El agua siempre ha sido difícil. Tomábamos esa agua salobre, y se le sentía el ácido y la sal”, dijo. Imagen: Jorge Luis Baños / IPS

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