Pactan acuerdo en la ONU sobre resistencia a los antimicrobianos

Científicos argentinos estudian una muestra de bacterias para rastrear la resistencia a los antimicrobianos. El empleo de medicamentos como los antibióticos ha sido un gran alivio para la salud, pero genera resistencias y es campo fértil para que surjan superbacterias que también pueden conducir a las enfermedades y a la muerte. Imagen: Sarah Pabst / OMS

NACIONES UNIDAS – Los Estados miembros de las Naciones Unidas pactaron en el marco de su 79 Asamblea General un nuevo acuerdo dirigido a reducir los decesos por la resistencia a los antimicrobianos (RAM), un problema de salud humana y animal responsable de varios millones de muertes cada año.

La RAM se produce cuando las bacterias, los virus, los hongos y los parásitos ya no responden a los medicamentos, lo que hace que, por ejemplo, surjan superbacterias y las infecciones se vuelvan difíciles o imposibles de tratar, aumentando el riesgo de propagación de enfermedades, enfermedades graves y las muertes.

Se la considera una “asesina invisible”, responsable directa de 1,3 millones de muertes e indirecta de otros cinco millones de decesos cada año.

La declaración política sobre la materia adoptada establece como primer objetivo reducir en 2030 en al menos 10 % las muertes atribuibles a la RAM, lo cual saludó el “grupo cuatripartito”, auspiciado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Los otros integrantes del grupo son la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultuta (FAO), la Organización Mundial de Sanidad Animal y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).

El grupo requiere una pronta financiación catalizadora, de 100 millones de dólares, para ayudar a que los países de ingresos bajos y medianos cuenten con planes de acción nacionales que resulten debidamente financiados.

Se pautan compromisos en materia de inversiones para facilitar el acceso equitativo y el uso apropiado de los antimicrobianos, así como para informar sobre los datos de vigilancia de su uso y de la RAM.

Un ambicioso objetivo establecido es que al menos 70 % de los antibióticos utilizados para la salud humana a nivel mundial pertenezcan al grupo de acceso de la OMS, es decir, antibióticos con efectos secundarios relativamente mínimos y un menor potencial de causar RAM.

También incluye metas en materia de prevención y control de infecciones, como que 100 % de los países tengan servicios básicos de agua, saneamiento, higiene y gestión de desechos en todos los centros de atención de salud.

Asimismo, que 90 % de los países cumplan con todos los requisitos mínimos de la OMS para los programas de prevención y control de infecciones para 2030.

En materia de agricultura y sanidad animal, la declaración incluye compromisos para, de aquí a 2030, reducir significativamente la cantidad de antimicrobianos utilizados en los sistemas agroalimentarios, priorizando y financiando la aplicación de medidas para prevenir y controlar las infecciones.

Los antimicrobianos incluyen los microbiocidas como alguicidas, bactericidas, fungicidas y virucidas. También están los pesticidas, mayoritariamente químicos, como acaricidas, insecticidas, herbicidas, arboricidas y graminicidas, y antibióticos que incorporados al pienso de los animales estimulan su crecimiento.

Los plaguicidas antimicrobianos también se utilizan en la agricultura para tratar y prevenir enfermedades en las plantas.

El documento aboga por estrategias preventivas en materia de sanidad animal, como vacunación, las buenas prácticas ganaderas, de bioseguridad y del agua, así como de saneamiento e higiene.

En lo que respecta al medio ambiente, la declaración subraya la necesidad de prevenir y abordar el vertido de antimicrobianos en el entorno, y pide que se intensifiquen las investigaciones y los conocimientos sobre las dimensiones ambientales de la resistencia a los antimicrobianos.

Inger Andersen, directora ejecutiva del Pnuma, dijo que “cada vez hay más pruebas de que el medio ambiente desempeña un papel importante en el desarrollo, la propagación y la transmisión de la RAM, incluida la transmisión entre humanos y de animales a humanos”.

Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, evocó que “en el siglo transcurrido desde que Alexander Fleming descubrió por casualidad la penicilina, los antibióticos se han convertido en un pilar de la medicina, transformando infecciones que antes eran mortales en afecciones tratables y curables”.

Sin embargo, “la resistencia a los antimicrobianos amenaza con frenar ese progreso, lo que la convierte sin duda en uno de los problemas de salud más acuciantes de nuestro tiempo”, dijo Tedros.

Añadió que, si los compromisos se traducen en acciones, “ayudarán a rastrear la resistencia a los antimicrobianos, frenarla, ampliar el acceso a medicamentos antimicrobianos como los antibióticos, y estimular el desarrollo de otros nuevos”.

Finalmente, la declaración formalizó la creación de la Secretaría Conjunta Cuatripartita sobre la RAM, como mecanismo central de coordinación, e impuso al grupo el mandato de realizar seguimiento e informar sobre la implementación del PAM y los resultados de la declaración política.

A-E/HM

 

 

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