NACIONES UNIDAS – Durante el último año, la Organización de las Naciones Unidas ha promovido sin descanso la Cumbre del Futuro, que se escenificará los días 22 y 23 de septiembre y que se presenta como un acontecimiento histórico…Y con razón.
Pero, sorprendentemente, la lista provisional de oradores, hecha pública al comenzar esta semana previa, refleja notables ausencias para una cumbre de alto nivel.
La principal y más clamorosa es la de los gobernantes de los cinco miembros permanentes (P5) y con derecho a veto del Consejo de Seguridad, el máximo órgano político de la ONU: China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia.
Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Rusia estarán representados por «ministros» (Estados Unidos probablemente por el secretario de Estado o el embajador ante la ONU), mientras que China estará representada por un viceprimer ministro.
¿Acaso la ausencia de líderes políticos de alto nivel del P5 resta importancia a esta cumbre tan celebrada y centrada en un «futuro mejor para la humanidad»?
Los únicos representantes de alto nivel y alto gobierno proceden en su mayoría de países del Sur, como Bangladés, Brasil, Chile, Costa Rica, India, Irán, Pakistán, Perú, Qatar y Sudáfrica, entre otros, además de los gobernantes de los países escandinavos.
En una rueda de prensa, el secretario general de la ONU, António Guterres, dijo el miércoles 18 que uno de los temas de la cumbre es la propuesta de reforma del Consejo de Seguridad.
«Uno de los aspectos más importantes de la Cumbre del Futuro es el reconocimiento de que nuestras instituciones necesitan una reforma. Y una de las instituciones que necesita esa reforma es el Consejo de Seguridad», señaló.
Dijo que una de las cuestiones importantes en relación con el futuro se refiere exactamente al papel del P5 y a la necesidad de una cierta redistribución del poder para que las cosas dentro del organismo mundial sean «más justas y eficaces».
La Cumbre del Futuro será precedida el 21 y 22 por dos días de «jornadas de acción, que congregará a la sociedad civil y el activismo mundial, y concluirá con un «Pacto para el Futuro», como declaración final y de acción.
Va a tratar, entre otros temas, de la necesidad de contar con una gobernanza eficaz de la inteligencia artificial; de acelerar la lucha contra el caos climático y de la reforma del Consejo de Seguridad en el marco de la arquitectura financiera internacional.
También tiene en su agenda todas las cuestiones relacionadas con la deuda y la falta de recursos financieros que están socavando el desarrollo de los países en desarrollo de todo el mundo.
Además, la Cumbre del Futuro trata de las cuestiones de desarme y, especialmente, de los problemas de armamentismo de los nuevos tipos de dispositivos tecnológicos, incluido el uso de armas autónomas.
«Así pues, creo que si hay algo que hoy en día aborda los verdaderos retos a los que nos enfrentamos o intenta abordarlos, es la Cumbre del Futuro», consideró Guterres, gran impulsor de esta cita que antecede a la sesión de alto nivel de la 79 Asamblea General de la ONU.
Entonces, ¿por qué los líderes del P5 se saltan la cumbre? ¿Por motivos personales o políticos?
Mandeep Tiwana, director de Pruebas y Compromiso de Civicus, una alianza mundial de organizaciones y activistas de la sociedad civil, dijo a IPS que el hecho de que los líderes del P5 asistan o no a la Cumbre «es irrelevante».
Consideró que sus disputas y su falta de voluntad de actuar para detener las atrocidades en los Territorios Palestinos Ocupados, Sudán y Ucrania demuestran que no son actores creíbles para asegurar un futuro mejor para la humanidad.
«Con los Estados del P5 actualmente preocupados por perseguir sus intereses nacionales estrechamente definidos, es probable que los avances significativos en materia de paz, desarrollo sostenible y derechos humanos para las generaciones futuras provengan de Estados más pequeños y menos poderosos que aún creen en el poder de la solidaridad y la cooperación internacionales», dijo .
A su juicio, «los problemas del mundo son demasiado complejos para ser gestionados por el P5 o por los gobiernos en solitario».
Hasta ahora, dijo Tiwana, el Pacto para el Futuro -un documento final clave- ofrece poco en términos de innovación para mejorar la participación de la gente y de la sociedad civil en la ONU.
«Si persiste la situación actual, la comunidad internacional perderá la oportunidad de avanzar en la aspiración de unas Naciones Unidas de los pueblos que estén preparadas para abordar los retos presentes y futuros», consideró el representante de Civicus.
Para Tiwana, «las crisis mundiales que se entrecruzan, las rivalidades políticas entre países y las limitaciones de los enfoques fuertemente centrados en el Estado ya están provocando impasses diplomáticos y obstaculizando la eficacia de la ONU».
Brenda Mofya, representante de la organización humanitaria Oxfam Internacional ante la ONU, dijo a IPS: «Necesitamos que todas las naciones se tomen en serio esta Cumbre y la oportunidad de una reforma radical que conlleva».
«Los P5 tienen un poder desmesurado en el Consejo de Seguridad y en todo el sistema multilateral, y su nivel de representación en un evento de este tipo envía un mensaje», destacó.
«Esta Cumbre no es el final, es el principio», remarcó Mofya
Y añadió que en ese principio, el futuro de la ONU es parte esencial. «Mientras vemos cómo se agravan la desigualdad, los conflictos y la crisis climática, los líderes deben redoblar sus esfuerzos y restaurar la fe de la gente en la ONU como el hogar de la paz, la seguridad y la cooperación», consideró.
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Andreas Bummel, cofundador y director ejecutivo de Democracia Sin Fronteras, dijo a IPS que la Cumbre del Futuro se promovió como una oportunidad única para renovar a la ONU y el multilateralismo.
En algunas áreas, dijo, el documento final representa un paso adelante, pero la Cumbre en general no es un hito decisivo. Esto no es ninguna sorpresa, a su juicio, porque el panorama político de la ONU es polémico y es imposible llegar a un consenso sobre ideas de gran alcance.
En particular, consideró, los gobiernos autoritarios, neopopulistas o tradicionales, no están interesados en reforzar la ONU ni en transformar la gobernanza mundial.
«No obstante, la ausencia de muchos jefes de Estado en la Cumbre es lamentable. Sin duda limita aún más la importancia del acontecimiento», afirmó Bummel.
Purnima Mane, expresidenta y ex consejera delegada de Pathfinder International y antigua directiva del Fondo de Población de las Naciones Unidas, dijo a IPS que la Cumbre del Futuro es, en teoría, un importante hito de las Naciones Unidas y es así como lo promueve la ONU.
«Pero solo puede serlo si todos los gobiernos, incluidos los P5, están representados en sus niveles más altos o muy altos, es decir, jefes de Estado o de gobierno», advirtió.
La lista provisional de oradores, dijo, ya anticipa que esto sucedará, al menos en el caso de los P5. Es significativo, para Mane, que la representación en los niveles más altos proceda en gran medida del Sur global, de países de Asia, África y América Latina.
Los temas de la Cumbre, recordó, se centran en áreas vitales para el futuro del mundo como el desarrollo sostenible, la paz y la seguridad internacionales, la ciencia, la tecnología y la innovación y la cooperación digital, la juventud y las generaciones futuras, y la transformación de la gobernanza mundial.
Por ello, para Mane, la Cumbre encierra sin duda el potencial de vigorizar el compromiso mundial con estas cuestiones clave vitales para el desarrollo mundial de hoy y, más aún, de mañana.
Aunque la ausencia de los máximos dirigentes de los países del P5 en la Cumbre «es descorazonadora», dijo, también puede considerarse una oportunidad clave para que otros países compartan su visión y expresen su voluntad y capacidad de comprometerse con las cuestiones que se debaten.
Como resultado, consideró Mane, es posible que por ello den un paso al frente y asuman un papel de liderazgo mucho mayor en estas cuestiones.
«Esto podría dar lugar a una transformación del liderazgo del futuro en su sentido más auténtico, un resultado potencial que podría considerarse muy necesario», planteó Mane.
Mientras tanto, cuando el pasado septiembre se celebró la serie de sesiones de alto nivel de la 78 Asamblea General de la ONU, también faltaron varios líderes mundiales clave, entre ellos, sobre todo, los dirigentes de cuatro de los P5.
Solo el presidente estadounidense Joe Biden estuvo entonces presente, mientras que el francés Emmanuel Macron, el chino Xi Jinping, el ruso Vladimir Putin y el el entonces primer ministro británico, Rishi Sunak, se abstuvieron de participar
Como señalaba entonces el diario francés Le Monde: «Ausencias tan notables reflejan la crisis que afecta a los órganos de la ONU, con el telón de fondo de una escena internacional que se desmorona».
El diplomático retirado Gérard Araud, que fue embajador de Francia ante las Naciones Unidas, declaró: «El multilateralismo está seriamente comprometido en un mundo cada vez más multipolar».
«La ausencia de los líderes del Consejo de Seguridad es un síntoma más, pero no el único, de una ONU impotente, provocada por la guerra de Ucrania y la rivalidad entre Estados Unidos y China», consideró, en un análisis que puede servir también para la Cumbre del Futuro.
T: MF / ED: EG