Un bombero voluntario intenta contener las llamas que destruyeron 1200 de las 42 000 hectáreas del Parque Nacional de Brasilia, a 10 kilómetros de la capital de Brasil. El humo de ese y otros incendios lejanos cubrió el cielo de la ciudad desde agosto. Imagen: Fabio Rodrigues-Pozzebom / Agência Brasil