Opinión

El cero neto para 2050 retrasa la necesaria acción climática urgente

Este es un artículo de opinión de Jomo Kwame Sundaram, profesor de economía y antiguo secretario general adjunto de la ONU para el Desarrollo Económico.

El cero neto en las emisiones de gases de efecto invernadero hasta convertirlas en nulas, es un objetivo que se aleja en el tiempo, sin la urgencia que la crisis climática requiere. Imagen: Shutterstock

EL CAIRO – E cero neto en las emisiones para 2050 prioriza la mitigación para la estabilización del clima. Las promesas para alcanzar este objetivo aún lejano han crecido, pero retrasan inadvertidamente la acción climática que se necesita urgentemente a corto plazo.

Emisiones netas cero

La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), nacida en 1992, se comprometió a «la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera a un nivel que impida interferencias antropógenas (causadas por el hombre) peligrosas en el sistema climático».

Por consiguiente, se supone que las negociaciones sobre el clima deben centrarse en intensificar los esfuerzos de mitigación. Pero adelantar el objetivo no impedirá que la temperatura global aumente 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales mucho antes de 2050.

Desde la 26 Conferencia de las Partes (COP26) de la CMNUCC celebrada en Glasgow en 2021, muchos gobiernos han prometido alcanzar las emisiones netas cero -o emisiones nulas- para 2050, lo que se conoce como lograr la estabilización del clima.

Jomo Kwame Sundaram
El autor, Jomo Kwame Sundaram

Tras renegar de otros compromisos de Glasgow, como poner fin a la quema de carbón para producir energía, los líderes occidentales del Grupo de los Siete de países ricos reiteraron piadosamente la promesa de «emisiones netas cero para 2050» en abril de 2024.

El objetivo Cero Neto pretende poner fin a la acumulación de emisiones de GEI a mediados de siglo. Así pues, el Cero Neto exige recortar las emisiones y la acumulación de GEI mucho antes de 2100, el año objetivo anterior.

Peor aún, el acuerdo permite notables exenciones que apenas son triviales. Los cálculos de las emisiones de GEI excluyen exenciones, por ejemplo, para fines militares y transporte aéreo y marítimo. Solo Estados Unidos representa un billón (millón de millones) de dólares, es decir, dos quintas partes del gasto militar mundial, que ronda los 2,5 billones de dólares anuales.

Mientras tanto, invocando el principio de «responsabilidades comunes pero diferenciadas», algunos países del Sur en desarrollo han negociado más tiempo, por ejemplo, India ha anunciado una fecha límite de 2070.

Bonito eslogan, pero insuficiente

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) estableció en su Informe Especial que para mantener el calentamiento por debajo de 1,5 °C se debe  defender el objetivo de emisiones netas cero para 2050.

Las emisiones netas cero para 2050 es un objetivo de estabilización climática muy sencillo y atractivo. Si se cumple en su totalidad, el objetivo cero estabilizará el clima a partir de 2050, pero no frenará el calentamiento global a tiempo.

Como políticos, los gobernantes se han mostrado más dispuestos a hacer promesas lejanas en el tiempo. Después de todo, el año 2050 es casi tres décadas después de la COP26 de Glasgow en 2021.

El objetivo de cero neto había aparecido por primera vez en el Informe sobre la Brecha de Emisiones de la CMNUCC de 2014 y en la COP de la CMNUCC de aquel año.

El presidente del Banco Mundial, Jim Kim, proclamó entonces que «debemos lograr cero emisiones netas de gases de efecto invernadero antes de 2100».

El Acuerdo de París de 2015 sobre cambio climático, aprobado en la COP21, se comprometió a «emprender rápidas reducciones (de las emisiones)… para lograr un equilibrio entre las emisiones antropogénicas por las fuentes y la absorción por los sumideros de gases de efecto invernadero en la segunda mitad de este siglo».

Por lo tanto, el nuevo objetivo para 2050 supone una mejora significativa con respecto a los objetivos anteriores, pero no reducirá urgentemente las emisiones de gases de efecto invernadero a tiempo para evitar superar el umbral de 1,5 ºC.

Sumideros de cero neto

La eliminación de los GEI atrapará y absorberá menos calor en la atmósfera terrestre. El cero neto ha reavivado la esperanza en los sumideros de carbono sin reconocer que la mayoría de las consecuencias del cambio climático, especialmente el calentamiento global, son en gran medida irreversibles.

Muchos defensores del secuestro de carbono creen que las tecnologías de «eliminación del dióxido de carbono» y de «emisiones negativas» serán suficientes. Entre ellas se encuentran la captura y almacenamiento de carbono, el secuestro de carbono en la capa superficial del suelo, la plantación de árboles a gran escala y la reforestación.

El Informe Especial del IPCC advertía de que, aunque algunas opciones podrían ser tecnológicamente factibles, muchas no han demostrado ser viables a gran escala. Tampoco existe una base científica para afirmar que los peores efectos del calentamiento global puedan invertirse.

La hoja de ruta revisada de la Agencia Internacional de la Energía para la COP28 de 2023 en Dubái llevó a la CMNUCC a respaldar «la transición hacia un sistema energético sin combustibles fósiles, de forma justa, ordenada y equitativa, acelerando las medidas en esta década crítica, para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas en 2050, de acuerdo con la ciencia».

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

Pero, independientemente de las intenciones de los defensores, se ha abusado de las medidas de mitigación para hacer un «lavado verde». El Informe 2023 sobre la Brecha de Emisiones señalaba que la distancia entre las promesas y las prácticas ha empeorado.

Algunos defensores del objetivo de «emisiones cero» quieren responsabilizar más a los Estados parte proponiendo un nuevo acuerdo jurídicamente vinculante que sustituya al Protocolo de Kioto, abandonado por la mayoría de los gobiernos de los países ricos tras el rechazo del Senado estadounidense.

Objetivos de temperatura

Los gobiernos se comprometieron a cumplir el objetivo del Acuerdo de París de 2015 de mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 °C.

Pero el enviado especial de las Naciones Unidas para la Acción por el Clima y la Financiación, Mark Carney, espera que el umbral se supere en menos de una década, ¡mucho antes de 2050!

En las últimas décadas, el discurso sobre los objetivos de la política climática ha pasado de la reducción de emisiones a la limitación del calentamiento de la temperatura por encima de los niveles preindustriales.

La Unión Europea adoptó el umbral de los dos grados centígrados (2ºC) en 1996, insistiendo en que debía ser para todos. Sin embargo, algunos de los países en desarrollo más vulnerables, principalmente en los trópicos, insistieron con éxito en 1,5°C.

El IPCC afirmó en 2014 que un calentamiento inferior a 2 °C requeriría «emisiones casi nulas de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero de larga vida para finales de siglo».

Las proyecciones del presupuesto de carbono han mejorado con mejores técnicas de seguimiento de las emisiones de GEI y de la persistencia atmosférica.

Tras los constantes esfuerzos de algunos países en desarrollo, encabezados por algunos de los más vulnerables, un Informe Especial posterior del IPCC instó a mantener el calentamiento global por debajo de 1,5°C.

Los países insulares de baja altitud se unieron en torno al lema «1,5 °C para seguir vivos», y muchos pidieron un Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles para eliminarlos progresivamente.

T: MF / ED: EG

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