La mitad de la población de Yemen necesita ayuda humanitaria

Una familia desplazada del norte de Yemen a la provincia de Lahaj, en el sur, recibe una ayuda de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados. Más de cuatro millones de personas están en esa condición en el país árabe, y en total 18 millones necesitan asistencia humanitaria. Imagen: Ahmed Al-Mayadeen / Acnur

GINEBRA – Más de la mitad de la población de Yemen, unos 18 de sus 35 millones de habitantes, enfrenta condiciones de vida cada vez peores y requiere ayuda humanitaria, expuso este lunes 26 tras una encuesta en ese país árabe la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

“La escala de la crisis es inmensa”, dijo Marin Kajdomcaj, representante de Acnur en Yemen, y en particular para los 4,5 millones de personas que permanecen desplazadas debido al conflicto armado entre gobiernos rivales del norte y sur de ese país de la península arábiga, considerado el más pobre del Medio Oriente.

La encuesta a 47 000 familias yemeníes desarrollada por Acnur encontró que hasta 84 % de ellas habían sido desplazadas, e incluso habían huido varias veces de la inestabilidad y violencia creadas por una década de conflicto armado interno.

De las familias estudiadas, 85 % dijeron que no pueden satisfacer sus necesidades alimentarias diarias, y a menudo recurren a comidas más pequeñas o menos costosas.

Un padre de una familia de Hodeida, ciudad-puerto a orillas del mar Rojo, describió a Kajdomcaj cómo se ve obligado a racionar la comida, con decisiones desgarradoras para garantizar que sus hijos tuvieran algo para comer cada día. “Es la dura realidad de innumerables familias en Yemen”, señaló el responsable de Acnur.

Más allá de la alimentaria, entre los millones de desplazados hay otras necesidades, en primer lugar de protección, y casi todas las familias tienen al menos un miembro vulnerable, incluidas mujeres y niños en riesgo, o personas con discapacidades.

Lluvias e inundaciones este agosto afectaron a más de 69 000 familias en varias regiones de Yemen, y se reportó que hasta 98 personas perecieron por esa causa, además de sufrir daños las viviendas, granjas e infraestructura pública.

Kajdomcaj subrayó una carencia que a menudo se pasa por alto y que se refiere a la documentación civil.

Más de 51 % de las familias tienen al menos un hijo sin certificado de nacimiento, y 70 % tiene familiares sin documentos de identidad nacionales, por lo que no pueden acceder a servicios vitales, educación y al ejercicio de otros derechos.

Sin documentos, las familias también se topan con grandes barreras para recibir asistencia, lo que agrava los desafíos que ya enfrentan.

En nueve años de guerra civil, los más de 20 000 bombardeos y ataques aéreos destruyeron 40 % de las casas en las ciudades, y Acnur procura que las familias tengan dinero en efectivo para costear la documentación que les permita acceder a medios de reparar sus viviendas.

El conflicto, antes de un cese del fuego de facto que se observa entre las fuerzas del norte y las del sur, dejó al menos 377 000 muertos, y más de 60 % no perdió la vida bajo la metralla, sino a causa del hambre o enfermedades prevenibles, y por no poder ser asistidas debido a la confrontación.

La guerra se ha desarrollado entre las milicias hutíes, nutridas principalmente por chiítas zaidíes, que dominan el norte de Yemen y la capital, Saná, y las del gobierno del presidente Abdrabbuh Mansur al Hadi (sunita, exiliado), que controlan las regiones del sur y su principal ciudad y puerto, Adén.

Mientras que Irán brinda apoyo a los hutíes, una coalición internacional respalda a los sunitas del sur y su gobierno. Los llamados de las Naciones Unidas para acabar la confrontación con una solución negociada han sido desoídos.

Los reflectores de la política internacional volvieron sobre Yemen desde finales del año pasado porque las fuerzas hutíes lanzaron ataques contra buques que cruzan el mar Rojo, en su tránsito entre el Mediterráneo y el Índico, y que esa formación considere que prestan servicio al Estado o a la economía de Israel.

Esas acciones en represalia por los ataques de Israel sobre los territorios palestinos a su vez han recibido respuestas de aeronaves de combate estadounidenses, británicas e israelíes sobre instalaciones militares y de aprovisionamiento yemeníes.

Las fuerzas de Saná han anunciado que proseguirán sus ataques sobre intereses de Israel y en particular sobre los buques vinculados con ese país que naveguen frente a sus costas.

A-E/HM

 

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