NAIROBI – Hay un brote mortal de una nueva y más grave variante de mpox en la República Democrática del Congo (RDC), y se ha confirmado al menos un caso en casi 12 países africanos, incluidos algunos como Kenia, Burundi, Uganda y Ruanda que antes no estaban afectados.
Los casos sospechosos de mpox en estos países han superado los 17 000, un aumento significativo respecto a los 7146 casos de 2022 y los 14957 de 2023.
Muchos de estos casos se dan en la RDC, donde, durante más de una década, los casos de viruela símica no han dejado de aumentar, ya que la enfermedad seguía desatendida como una infección rara confinada a zonas rurales remotas del África tropical.
Pero una reciente medida de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere claramente que esto ya no es así, pues recientemente ha aparecido una variante mortal del mpox con un alarmante potencial de propagarse muy rápido y lejos.
Según Tedros Ghebreyesus, director general de la OMS, la aparición de «un nuevo clado de mpox, su rápida propagación en el este de la RDC y la notificación de casos en varios países vecinos son muy preocupantes».
Además de los brotes de otros clados de mpox en la RDC y otros países de África, «está claro que se necesita una respuesta internacional coordinada para detener estos brotes y salvar vida», dijo.
Onyango Ouma, investigador médico con sede en Kenia, dijo a IPS que hay dos tipos endémicos del virus mpox: el clado I, que causa enfermedades más graves y muertes. Algunos brotes del clado I han matado hasta 10 % de los infectados y son altamente endémicos en África Central, y el clado II, que causó el brote mundial de mpox de 2022, es más endémico en África occidental.
Más de 99,9 % de los infectados por el clado II sobreviven a la enfermedad. La nueva variante se ha clasificado como clado Ib y puede propagarse por contacto sexual.
El 15 de agosto, las autoridades sanitarias mundiales confirmaron la presencia de la infección por el clado Ib en Suecia, lo que indicaba que la infección vírica había adquirido una dimensión internacional.
Es este nuevo y altamente contagioso mpox clade Ib, más grave que el mortal y endémico clade I, el que se ha extendido a otros países africanos que hasta ahora no habían sido afectados por la infección vírica.
Kenia está en alerta máxima y ha activado los 26 centros de operaciones de emergencia de salud pública de todo el país, ha preparado laboratorios para realizar pruebas de mpox y ha desplegado 120 personas formadas para gestionar cualquier posible brote.
Más de 250 000 personas se han sometido ya a las pruebas desde que Kenia intensificó el cribado de la viruela a principios de mes. Dos kenianos, en dos partes distintas del país, se están sometiendo actualmente a pruebas por presentar una afección cutánea parecida a la erupción de la viruela símica.
Hasta ahora solo hay un caso confirmado de clade Ib en Kenia, pero expertos como Ouma afirman que es probable que haya más casos, especialmente debido a la posición de Kenia como centro neurálgico de los viajes dentro de la comunidad de África Oriental. El caso de mpox fue el de un conductor que viajaba de Uganda a la ciudad costera keniana de Mombasa.
Kenia tiene 35 puntos de entrada y salida en sus fronteras con cinco países, entre ellos Tanzania, Uganda, Etiopía, Somalia, Sudán del Sur y las aguas internacionales del océano Índico.
Para evitar una catástrofe de salud pública, Kenia está preparada para recibir lo que se ha denominado un kit de guerra contra el mpox reunido por los donantes por valor de 16 millones de dólares.
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Descubierto en monos cautivos en 1958, el primer caso de la entonces llamada viruela del mono -rebautizada mpox por la OMS en 2022- se identificó en 1970 en la RDC y, en 2022, el mpox se extendió por todo el mundo por primera vez.
Los científicos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades afirman que el virus que causa la viruela del mono es de la misma familia que el que causa la viruela, pero no está relacionado con la varicela. Como enfermedad zoonótica, puede propagarse entre animales y personas.
Ouma recuerda que la viruela símica es endémica en zonas boscosas de África oriental, central y occidental.
Pero es la propagación y el alcance sin precedentes de la variante mortal del clado Ib lo que ha aumentado la preocupación y elevado la viruela símica a la categoría de problema sanitario mundial digno de atención por parte de la comunidad mundial de científicos y agentes de salud pública.
Subrayó que «ni siquiera las más de 517 personas que murieron de mpox, principalmente en la RDC este año, elevaron el perfil de la enfermedad».
«Los investigadores africanos hicieron sonar la campana de alarma mucho antes del brote de mpox de 2022-2023, pidiendo mayores inversiones de la comunidad mundial de salud pública para ayudar a aumentar el diagnóstico, la prevención, la gestión y el control de la enfermedad, sin mucho éxito», destacó.
Para ponerlo en perspectiva, Ouma dice que la declaración de la OMS de que el mpox es ahora una emergencia de salud pública de importancia internacional está elevando el perfil de la enfermedad al «más alto nivel de alerta en asuntos que implican un riesgo para la salud pública de otros países, invitando a una respuesta coordinada internacionalmente».
El director regional de la OMS para África, Matshidiso Moeti, afirmó: «Ya se están realizando esfuerzos significativos en estrecha colaboración con las comunidades y los gobiernos, y nuestros equipos en los países están trabajando en primera línea para ayudar a reforzar las medidas destinadas a frenar el mpox»
«Ante la creciente propagación del virus, estamos intensificando aún más la acción internacional coordinada para ayudar a los países a poner fin a los brotes», añadió.
El presidente del Comité de Enfermedades Infecciosas de Nigeria, el profesor Dimie Ogoina, declaró: «El actual recrudecimiento de la viruela del mono en algunas partes de África, junto con la propagación de una nueva cepa del virus de la viruela del mono transmisible por vía sexual, es una emergencia, no sólo para África, sino para todo el planeta».
Añadió que «la viruela del mono, originaria de África, se desatendió allí, y más tarde causó un brote mundial en 2022. Es hora de actuar con decisión para evitar que la historia se repita».
Ouma, el especialista keniano, afirma que la declaración de la OMS es un paso en la dirección correcta, pero también una prueba más de que prevalecen graves desigualdades e injusticias sanitarias en la prevención y respuesta a los brotes de enfermedades.
Mientras el mpox se limitó al continente africano y en particular a zonas rurales remotas de la RDC, asegura el experto, las comunidades han tenido que lidiar largo tiempo con la enfermedad infecciosa sin las tan necesarias inversiones en diagnóstico, terapéutica y prevención de infecciones.
Subrayó que en los países africanos sigue existiendo un problema acuciante en torno a «las pruebas y los informes insuficientes, ya que carecemos de las herramientas necesarias para hacer frente a la enfermedad».
«Los clados I y II son endémicos en África, pero ahora que la cepa mortal del clado Ib puede transmitirse sexualmente, lo que sugiere que podría extenderse por todo el mundo, tenemos una avalancha de actividades para combatir la enfermedad infecciosa, ya que otros fuera del continente están en riesgo», explicó Ouma.
Para el experto, «esta respuesta ha tardado demasiado y parece que las lecciones de la covid-19 desgraciadamente se han desvanecido con el tiempo».
T: MF / ED: EG