NACIONES UNIDAS – La inestabilidad está alimentando el incremento de la violencia sexual en Haití, y afecta en particular a 300 000 mujeres y niñas desplazadas de sus hogares y sin acceso a servicios básicos de seguridad y salud, afirmó este miércoles 17 un nuevo informe de la agencia ONU Mujeres.
Sima Bahous, directora ejecutiva de la entidad, dijo en un comunicado que “según nuestro informe, no tiene precedentes el nivel de inseguridad y brutalidad, incluida la violencia sexual, que enfrentan las mujeres a manos de las pandillas en Haití”.
“Hay que detenerlo inmediatamente”, puntualizó.
Las mujeres y las niñas representan más de la mitad de las 580 000 personas desplazadas en Haití tratando de huir de la violencia, protagonizada por pandillas criminales que controlan gran parte de Puerto Príncipe, de áreas al sur de esa capital y del departamento de Artibonite, al noroeste.
La investigación de ONU Mujeres muestra que los campamentos improvisados con personas desplazadas carecen de servicios para atender las necesidades básicas de la población, y que las mujeres y las niñas en particular están expuestas a riesgos de violencia sexual y de género.
Según la agencia, en la mayoría de los campos se perpetran ataques contra mujeres y niñas y, más concretamente, violaciones, como táctica deliberada para controlar el acceso de las mujeres a una ayuda humanitaria muy limitada.
Una encuesta de ONU mujeres reveló que más de 88 % de las encuestadas no tienen ninguna fuente de ingresos en los campamentos.
Como resultado, más de 10 % de ellas tuvo que recurrir a la prostitución al menos una vez o consideró hacerlo para satisfacer sus necesidades de subsistencia, y otro 20 % conocía al menos a una persona que la había utilizado.
Alrededor de 16 % de las mujeres encuestadas dijeron que se sentían intimidadas, acosadas o traumatizadas por bandas armadas violentas, y casi 70 % dijo que estaban mentalmente conmocionadas por la escalada de violencia.
Solo 10 % de las encuestadas informaron tener acceso a servicios de salud en los campos de desplazados internos.
Entre las mujeres encuestadas, solo dos por ciento indicó haber asumido un papel de liderazgo en la gestión de los sitios para desplazados internos.
Por lo tanto, según la entidad de la ONU, existe una necesidad urgente de garantizar la participación activa de las mujeres y las niñas en la toma de decisiones en los campamentos, y de implementar en los lugares medidas de protección inmediata para mujeres y niñas que están en riesgo todos los días.
La encuesta, que se llevó a cabo en los seis sitios de desplazados internos más poblados y diversos de la capital, muestra que la mayoría de los campamentos no tienen iluminación. Los espacios esenciales como dormitorios y baños no están equipados con cerraduras.
En estas condiciones, las personas que viven allí “sufren amenazas diarias por parte de bandas armadas. La exposición constante a balas perdidas y otros riesgos para la seguridad pone de relieve la urgencia de mejorar la protección en los campos”, indicó el reporte de ONU Mujeres.
La acción de las bandas contra la población no se ha detenido y por ejemplo el 15 de julio murieron cuatro personas y 11 resultaron heridas en una balacera, cuando habitantes de una comunidad de Artibonite apoyaron a la policía para evitar que un grupo atacante capturase un cuartelillo policial.
Según datos de la ONU, el año pasado 4450 personas murieron a causa de la violencia en Haití y 1668 resultaron heridas. En los tres primeros meses de 2024 otras 1500 personas fueron asesinadas o lesionadas por la misma causa.
Para apoyar a la desbordada policía haitiana -10 000 efectivos en un país de 28 000 kilómetros cuadrados y 11,5 millones de habitantes- las Naciones Unidas dieron luz verde al desplazamiento de una Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad, que prevé contar con hasta 2500 efectivos.
Los primeros 400 ya llegaron a Puerto Príncipe, en dos contingentes policiales de Kenia, país que aceptó liderar la misión y aportar 1000 efectivos. Luego se sumarán uniformados de otros países africanos, del Caribe de habla inglesa y de Bangladesh.
El gobierno provisional del primer ministro Gary Conille ha dado la bienvenida a la misión internacional, en procura de derrotar a las pandillas, y junto con agencias de la ONU continúa en solicitud de ayuda humanitaria para su país.
La violencia ha paralizado el sector agrícola, fuente clave de ingresos para las familias, e interrumpido la educación y la atención sanitaria. Más de 900 escuelas han cerrado desde enero, y 40 % de los centros de salud están fuera de servicio.
Las agencias de la ONU estiman que 4,5 millones de personas en Haití necesitan ayuda alimentaria urgente.
Existe un plan de asistencia humanitaria de emergencia para 2024, pero de los 674 millones de dólares requeridos para sostenerlo solo se ha obtenido una cuarta parte.
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