Ana Silvia Alemán, de 45 años, lava unos cántaros que luego llenará con el agua que sale del grifo de su casa varias horas al día, en El Rodeo, una aldea de campesinos dedicados a la agricultura de subsistencia, en el norte de El Salvador, en donde con el esfuerzo de la comunidad se montó su propio sistema de agua potable. Imagen: Edgardo Ayala / IPS