LONDRES – La organización de derechos humanos Amnistía Internacional (AI) reiteró este viernes 12 su demanda de que la milicia islamista Hamás y otros grupos armados liberen, de inmediato y sin condiciones, a los rehenes civiles que mantienen en cautiverio en la Franja de Gaza desde el 7 de octubre.
“La toma de rehenes es un crimen de guerra. Las personas que siguen vivas llevan más de nueve meses como rehenes, lejos de sus seres queridos. No hay nada que justifique que se les inflija ese trauma y esa angustia ni ellas ni a sus familias”, dijo Erika Guevara-Rosas, directora general de Política y Campañas de AI.
En las últimas semanas, decenas de miles de personas han salido a las calles en todo Israel para exigir que las autoridades accedan a un acuerdo de alto el fuego y negocien la liberación de los rehenes.
Las manifestaciones continuaban este viernes con familiares de rehenes marchando desde Tel Aviv a Jerusalén para presionar, en favor de una negociación, al primer ministro Benjamín Netanyahu, cuyos enviados discuten en Egipto un cese del fuego con Hamás, estimulado por Estados Unidos y gobiernos árabes y de Europa.
AI recordó informes según los cuales Hamás y otros grupos armados mantienen a unas 116 personas como rehenes o cautivas en Gaza desde el 7 de octubre, incluidas 43 cuyas muertes fueron confirmadas por las autoridades israelíes. Al menos 79 de las personas que permanecen cautivas son civiles.
Según el Foro de Familiares de Rehenes y Desaparecidos de Israel, hasta el 18 de mayo se habían recibido señales de vida de 33 rehenes. Durante el cautiverio, a los rehenes se les ha negado el acceso a observadores independientes, incluidos los de la Cruz Roja, para evaluar su salud o las condiciones de detención.
“Todas las personas cautivas deben recibir un trato humano y protección frente a la tortura y otros malos tratos. Además, se les debe dar acceso al Comité Internacional de la Cruz Roja, de acuerdo con el derecho internacional. Las personas enfermas y heridas debe recibir atención médica”, dijo Guevara-Rosas.
Insistió en que “desde octubre, Amnistía Internacional ha pedido de forma reiterada que Hamás y otros grupos armados dejen en libertad de forma inmediata y sin condiciones a todos los rehenes civiles”.
A pesar de la adopción, el 10 de junio, de una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que pidió un alto el fuego inmediato de todas las partes, las negociaciones sobre un posible acuerdo para liberar más rehenes israelíes y prisioneros palestinos no han arrojado hasta ahora ningún resultado positivo.
AI destacó que en medio de los incesantes bombardeos y operaciones terrestres de Israel en Gaza, un territorio de 365 kilómetros cuadrados y 2,3 millones de habitantes, los peligros para los civiles, ya sea la población palestina o los rehenes, continúan acrecentándose.
“La brutal agresión de Israel a Gaza ha provocado la muerte de más de 38 000 personas palestinas, causando una de las peores catástrofes humanitarias que el mundo haya visto”, recordó Guevara-Rosas.
En Gaza unas 80 000 personas han resultado heridas, miles han desaparecido, la mayoría de las viviendas fueron dañadas, las instalaciones de servicios inutilizadas, entre ellas hospitales, escuelas, templos, plantas desalinizadoras de agua, redes de electricidad y comunicaciones, y la población está casi sin refugio o alimentos.
Guevara-Rosas dijo que “la crisis en curso también sigue poniendo en peligro la vida de los rehenes israelíes. Es urgente que todas las partes se avengan a un alto el fuego, a fin de aliviar el sufrimiento masivo, evitar más pérdidas de vidas y garantizar la protección de todos los civiles”.
Según AI hubo incidentes en los que Hamás y otros grupos armados han retenido rehenes en edificios residenciales situados en zonas civiles abarrotadas, poniendo en peligro también la vida de la población civil de Gaza e incumpliendo su obligación de tomar todas las precauciones posibles para proteger a la población civil.
El actual curso del conflicto se inició el 7 de octubre de 2023, cuando Hamás y otros grupos armados atacaron el sur de Israel desde la Franja de Gaza, unas 1200 personas perecieron, varios miles fueron heridas y 250 capturadas como rehenes -225 civiles y 25 soldados-, según las autoridades israelíes.
La respuesta israelí ha sido una operación militar a gran escala que desde hace meses es juzgada por la Corte Penal Internacional bajo acusaciones de genocidio, a instancias de Sudáfrica y otros países que se han adherido a esa demanda.
Según AI, hasta la fecha 131 rehenes civiles y cautivos militares han sido liberados (o se ha recuperado su cadáver): cinco fueron liberados incondicionalmente y 104 como parte de un acuerdo de intercambio de rehenes y prisioneros durante la tregua de una semana que tuvo lugar en noviembre de 2023.
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