Para librarse del azote de los mosquitos en una playa, unos bañistas son fumigados, a mediados del siglo pasado, con DDT, sustancia que luego fue prohibida por ser sumamente tóxica. Muchos otros químicos contaminantes persisten en el aire, las aguas y los ecosistemas, afectando la vida de seres humanos y animales. Imagen: Audubon Society